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Contención del gasto da buenos resultados, pero ingresos tributarios siguen bajando y pago de deuda incrementa

Los cambios de la reforma fiscal empezarán a aplicarse hasta mediados del próximo año, lo que augura complicaciones de financiamiento para el próximo año.

El Ministerio de Hacienda reveló la tarde de este martes los resultados financieros del país hasta el mes de noviembre, según los cuales el gasto ha logrado contenerse de una manera importante, pero los ingresos tributarios siguen decayendo y los pagos de la deuda incrementando.

Los gastos del Gobierno bajaron y en transferencias pasaron de representar un 6,87% del PIB a un 6,82%entre noviembre de 2017 y de 2018 (-0,05 puntos), mientras que en materia de remuneraciones pasaron de representar un 5,98% al 5,94% (-0,04 puntos) y en los demás gastos administrativos de un 1,85% a un 1,59% (-0,26 puntos).

Estas variaciones responden especialmente a las medidas administrativas que aplicó el gobierno este año vía decretos y directrices, tales como el incremento salarial único para el sector público y el tope del 25% en la utilización de plazas vacantes del Gobierno Central.

No obstante, todas estas reducciones han sido contrarrestadas por factores como el intenso crecimiento en el pago de intereses de la deuda, así como por una importante desaceleración en la recaudación de los impuestos.

Por el lado de la deuda, el pago de intereses pasó de representar un 2,8% del PIB hasta noviembre del año pasado a un 3,24% hasta noviembre de este periodo (+0,44 puntos); mientras que en el caso de los impuestos, estos pasaron de representar ingresos por un 11,47% a un 11,09% del PIB (0,38 puntos).

 

Sobre este último factor, Hacienda señaló que no solo existe esa desconexión entre el crecimiento económico del país y el crecimiento de los impuestos, algo que en buena medida intentará corregir la aplicación del plan fiscal y su nuevo Impuesto al Valor Agregado (IVA), sino que también existieron otros factores.

Entre ellos, la cartera apuntó que hicieron mella algunos otros problemas en la recaudación, como la menor importación de vehículos, la baja en la recaudación del Impuesto de Ventas —pronto a ser sustituido por el IVA— y la incertidumbre que produjo el trámite de la reforma fiscal y la huelga que se desarrolló contra ella.

Ante este panorama, la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, señaló en comunicado de prensa que Hacienda enfrentará retos “asociados a la búsqueda de opciones de financiamiento” en 2019, con el fin de “mitigar el alto crecimiento de las tasas de interés en el mercado local” que deberá continuar pagando el país para seguir haciendo frente a las obligaciones del Estado.

En esa línea, Hacienda ya busca la aprobación del Congreso para acceder a $6.000 millones en eurobonos durante los próximos seis años, con los que intentaría reducir el peso de la deuda.

Lea también: ¿Qué son los eurobonos, por qué el Gobierno los busca y cómo le impactarían a sus bolsillos?

Además, Aguilar subrayó que otro reto será “la puesta en funcionamiento de las reformas de la Ley de Fortalecimiento (plan fiscal) para mejorar los controles y aumentar la recaudación”, efectos con los cuales se esperaría empezar a revertir la tendencia decreciente de los ingresos tributarios.

A lo largo de las discusiones de la reforma fiscal, Hacienda destacó el valor de ese proyecto para imponer una mejor trazabilidad de las transacciones —y por ende del pago de los impuestos—; así como la instauración del IVA, que llegaría para suplantar al viejo Impuesto de Ventas, que hoy no cubre actividades tan dinámicas como las del sector servicios.

Hacienda además espera utilizar el plan fiscal para aplicar una mayor flexibilidad presupuestaria en materia de destinos específicos (obligaciones legales), otra de este grupo de herramientas con las que el Gobierno intentará empezar a sanear el desequilibrio financiero entre gastos e ingresos nacionales —que redunda en mayor adquisición y pagos de la deuda—.

Ese desequilibrio entre gastos e ingresos alcanzó el 5,57% del PIB hasta noviembre, según los datos de Hacienda, una cifra 0,53 puntos superior que en noviembre de 2017. Si no se contara el pago de la deuda, el desequilibrio sería de 2,33% del PIB, apenas 0,09 puntos superior que la relación con el PIB de 2017.

Contando intereses, el Banco Central estima que el déficit financiero del país cerrará en el 7,2% de la producción este año.

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