El aumento en la demanda de electricidad en el país en los últimos meses ha sido superior a un 9%, atribuido a los equipos de refrigeración y aire acondicionado en el sector turístico, al teletrabajo en el sector residencial, y a la construcción de urbanizaciones. No obstante, debido a un cambio en el cálculo de las tarifas eléctricas, impulsado por esta administración, no hubo señales de precio que permitieran a los usuarios percibir un alza de hasta un 70% en las tarifas eléctricas y reducir su consumo.
Entre febrero de 2023 y febrero de 2024, el consumo eléctrico total en el país aumentó un 7,5%, según datos del Banco Central (Ver gráfico). Sin embargo, específicamente en el sector general (comercio, servicios, sector público, construcción, restaurantes) aumentó un 9,5% en ese periodo.
Entre el 2019 y el 2023, el consumo eléctrico del sector industrial aumentó un 10,43%, mientras el del sector residencial creció un 12,53% en ese mismo periodo, expuso el ingeniero eléctrico Jorge Blanco Roldán, especialista en sistemas de potencia, en sector energético y en regulación del sector eléctrico, durante el reciente foro “Competitividad de las tarifas eléctricas ante el fenómeno de El Niño y el crecimiento de la demanda”, el 30 de abril.
Lo reconoció también el 9 de mayo pasado, el gerente de Electricidad del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), Roberto Quirós Balma, quien dijo que en febrero de este año, el aumento de la demanda fue superior a un 9%.
¿Por qué se disparó el consumo eléctrico?
Para algunas distribuidoras consultadas, este aumento tan importante del consumo se debe a equipos de refrigeración y aire acondicionado en el sector turístico, teletrabajo en el sector residencial, y construcción de urbanizaciones.
De acuerdo con Jorge Blanco, no se debe a un mayor auge económico, porque los datos muestran que los sectores que más crecen son el sector residencial, comercial, de servicios y general; y no tanto el industrial. Además, el industrial representa sólo un 20% del consumo nacional, el sector residencial representa un 41% y el sector general un 35%.
“Lo que piensan las distribuidoras es que ese aumento en el consumo tan grande se debe a la instalación de aires acondicionados y un poco al trabajo virtual en el sector residencial”, explicó Blanco.
Los datos de Coopeguanacaste, la cooperativa distribuidora de electricidad más grande Guanacaste, son contundentes. Según detalló su gerente de distribución, Yuri Alvarado Rojas, entre 2001 y 2019, el crecimiento de la demanda promedio era de 4,6% anual; pero en el 2023 la demanda máxima fue un 9,8% mayor que la de 2022. Asimismo, entre diciembre de 2023 y Semana Santa de 2024, la demanda máxima aumentó un 10,9%.
“Hay un crecimiento importante en las construcciones enfocadas al sector turístico y consideramos además que el incremento de temperatura en los meses secos provoca un mayor consumo por parte de los equipos de refrigeración y aire acondicionado”, dijo Alvarado.
En enero del año pasado, datos de la Cámara de Empresas de Distribución de Energía y Telecomunicaciones (CEDET) mostraban que conforme las restricciones sanitarias por la pandemia del COVID-19 fueron cediendo y se dio lugar a la apertura del comercio, la intensificación de la industria, la mejoría del sector turismo y el regreso a clases presenciales, el consumo de electricidad subió en lugares como San Carlos, Guanacaste, Zona de Los Santos, Zarcero, Cartago y Heredia.
Por ejemplo, para Pablo Blanco, gerente general de Coopealfaro Ruiz, que cubre Zarcero y partes de San Ramón y Naranjo, se ha dado un aumento en los patrones de consumo, un aumento en urbanizaciones y viviendas, un poco de industrialización y “se ha vislumbrado un aumento en la electromovilidad”.
Asimismo, Allan Benavides, presidente de la CEDET, señaló a este medio que “había una demanda contenida que se precipitó después de la pandemia” y “se percibió inmediatamente un aumento en la demanda eléctrica con la construcción de urbanizaciones e inversión en zonas francas”.
Benavides también apuntó al auge de los vehículos eléctricos. Declaró que si aumenta la conciencia acerca de las ventajas de los vehículos eléctricos y el acceso a estos, “la demanda que se podría dar en el futuro es tan grande que tendríamos que construir dos veces más la potencia instalada”, porque la demanda eléctrica por el consumo de vehículos eléctricos va a entrar en competencia con el consumo normal. “Es una presión evidente a mediano y largo plazo”, añadió.
Estadísticas del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) muestran que los vehículos eléctricos (automóviles, motos y otros) aumentaron de 4.633 a fines de 2021 a 14.818 en marzo de 2024.

Tarifas habrían aumentado un 70%
Sin embargo, también hay un factor importante y es que no hubo señales de precio que le permitieran a los usuarios percibir un alza en las tarifas eléctricas, debido a que esta administración impulsó un cambio en el cálculo del Costo Variable de Generación (CVG), metodología que calificó de “obsoleta”.
Con el CVG se incluye en la tarifa eléctrica el gasto en combustible que hizo el ICE para poder generar más energía térmica (de respaldo) requerida ante la reducción de lluvias por el fenómeno de El Niño.
Los actuales jerarcas del ICE solicitaron a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) que en vez de calcular el CVG cada tres meses, lo calcule cada año y eso se empezó a aplicar a partir de la fijación de enero del 2024.
Si las personas no perciben un alza en la tarifa de electricidad, no hay ninguna presión por ahorrar y esas son señales de precio que aquí no se dieron.
El mismo ICE lo reconoció el pasado 3 de mayo, cuando publicó que desde 2023 impulsó ante la Aresep modificar el modelo tarifario para cambiar la periodicidad en el ajuste del CVG. “Sin la aplicación de esta medida, las tarifas habrían incrementado cerca de un 70%”, señaló.
Salvador López Alfaro, exdirector del Centro Nacional de Control de Energía (CENCE) del ICE —encargado de garantizar la continuidad del sistema eléctrico nacional—, se refirió a estas “señales de precio” que existen en los mercados eléctricos.
“Ya en el 2023 entró el año de El Niño y hubo que generar una buena cantidad de térmico; pero el ICE dijo ‘no meta el térmico ahora, métalo a un año plazo’ (en la tarifa); entonces eso lo que hace es darle señales a los usuarios de que un gasto que se hizo, más el que se está haciendo este año, lo van a vivir el año entrante”, dijo López en el programa Interferencia, de Radios UCR.
“La señal de precio ahora hubiese sido bien importante porque si la energía hoy en día estuviera muy cara, bueno, lamentablemente es la realidad, y estaría dándole a la gente una señal de precio de que tendría que bajar su consumo”, enfatizó.