La Escuela de Música Vázquez de Coronado -que por más de 23 años llenó de música a los coronadeños- ya no podrá seguir funcionando en las instalaciones del centro educativo José Ana Marín Cubero, debido a un conflicto que mantiene con Auditoría Interna del Ministerio de Educación Pública (MEP).
De acuerdo con la Junta Educativa de ese centro educativo, la medida se tomó porque la Escuela de Música es privada y hasta ahora no contribuía con los gastos que demanda la apertura de la institución pública los días sábado.
Para el MEP, la utilización de la infraestructura de la Escuela José Ana Marín Cubero fuera de horario lectivo (lunes a viernes) conlleva el consumo de agua, luz, seguridad, desgaste de mobiliario y equipo, así como suministros de higiene y otros.
“Los gastos antes mencionados deben ser justificados de acuerdo con la ley de control interno N°8292, por tal razón, al ser la Escuela de Música una empresa privada que cobra por su matrícula y mensualidad de carácter obligatorio, no es permitido que se beneficien de los recursos públicos (…)”, señalaron desde la Junta Educativa de la Escuela José Ana Marín.
Esta medida afecta a cerca de sesenta estudiantes de música con edades entre 7 y 50 años, quienes además de recibir clases de clarinete, saxofón, flauta traversa, trompeta, trombón, percusión, solfeo y guitarra clásica con profesores especializados en instrumento, también conforman una banda sinfónica.
La presidenta de la Junta Directiva de la Escuela de Música, Luz María Solís, se manifestó preocupada por esta situación debido a que han tenido que buscar otros sitios para así no dejar de impartir lecciones. “Nosotros nos sentimos mal por todo esto; sin embargo, estamos buscando opciones y cooperación de la gente para no cerrar la Escuela”, señaló Solís.
La Escuela de Música Vázquez de Coronado se fundó en 1993 y actualmente no tiene la capacidad para alquilar o comprar un edificio pues sus ingresos son limitados. La mensualidad por alumno es apenas de ¢13.000, utilizados para el pago de salarios a los profesores.
La medida también afectará a la catequesis de la Parroquia San Isidro Labrador (católica), que también utilizaba las instalaciones del centro educativo para fines de evangelización los fines de semana.
CONTRADICCIONES
El jueves 16 de febrero hubo una reunión en la Escuela José Ana Marín Cubero a la cual acudieron miembros de la Junta Directiva de la Escuela de Música, la Catequesis, y la Junta Educativa de la institución. Durante la reunión la Junta Educativa explicó a la Escuela de Música y a la Catequesis que se debe cumplir con el marco legal vigente en materia de regulación para el préstamo de instalaciones públicas a particulares, y que por esa razón la infraestructura de la Escuela José Ana Marín Cubero no podría ser utilizada los sábados. De acuerdo con la directora regional de San José Norte, Carmen Martínez, este acercamiento se llevó a cabo para que las partes llegasen a un entendimiento y así tratar de conciliar y hacer uso de las instalaciones. “A la Junta Educativa se le ordenó que hiciera una carta de entendimiento con esos entes. La Junta está dispuesta a seguir trabajando con la Escuela de Música siempre que se pueda dar esa carta de entendimiento”, dijo Martínez.
Sin embargo, la Junta Educativa de la institución señaló que “no se trata de conciliar, se trata simplemente de cumplir con la ley mediante la cual se debe emitir la correspondiente rendición de cuentas de gastos en que incurre la institución educativa”. La directora regional mencionó también que esta regulación se está dando en todos los centros educativos públicos del país para que así funcionen dentro de la ley de Administración Pública y de Control Interno. “Se ha venido pidiendo a todas las escuelas desde hace bastantes años. Si en esa escuela no se había hecho revisión era porque no lo sentíamos necesario pero ahora se están revisando una a una todas las escuelas”, explicó Martínez.
Este año la Escuela de Música Vázquez de Coronado comenzó a dar lecciones a mediados de febrero; pero tuvo que trasladarse a distintos lugares del cantón como cocheras y salones, pues no cuenta aún con un lugar lo suficientemente grande para albergar a toda su población.