La situación de contaminación del agua con agroquímicos en la Zona Norte de Cartago es más grave de lo que se creía, ya que el agua que el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) ha estado transportando hace un año a la comunidad de Cipreses, proveniente de una naciente que se creía limpia, resultó también contaminada con residuos del plaguicida clorotalonil.
Así lo denunciaron vecinos de la comunidad agrícola de Cipreses, después de obtener un informe de análisis de residuos de plaguicidas, realizado por el Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas (IRET) de la Universidad Nacional (UNA) y confirmado por el Laboratorio Nacional de Aguas del AyA.
Cuando en octubre del año pasado, el Ministerio de Salud ordenó la clausura de la Asada de Cipreses, se empezó a llevar agua en camiones cisterna a la población, desde la Asada de Santa Rosa de Oreamuno, específicamente de la naciente Miguel Brenes.
La naciente Miguel Brenes presenta una presencia de 0.68 ug/L (microgramos por litro) del químico R417888 (ácido sulfónico-2-carbamoil-3,5,6-tricloro-4-cianobenceno), cuando el nivel máximo permitido es 0.05, según el Reglamento de Calidad de Agua Potable. Este es uno de los derivados del fungicida clorotalonil.
Asimismo, la Asada de San Pablo de Oreamuno, que se abastece de las dos nacientes Birris, presenta una presencia de entre 0.23 y 0.24 ug/L del químico 1,3-dicarbamoil-2,4,5,6-tetraclorobenceno, cuando el nivel máximo permitido es 0.05. Asimismo, muestra una presencia de entre 2.3 y 2.4 ug/L del químico R417888 cuando el nivel máximo permitido es 0.05. Ambos son derivados del clorotalonil.
Así lo señala un oficio enviado por el IRET-UNA al Ministerio de Salud y al AyA el pasado 28 de noviembre sobre los productos de transformación (PTs) del fungicida clorotalonil encontrados en el agua que abastecen a esas comunidades.
En un oficio enviado por el AyA al diputado del Frente Amplio, Ariel Robles, el pasado 4 de diciembre, se indica que además de los resultados del IRET-UNA, el Laboratorio Nacional de Aguas del AyA también realizó muestreos y confirmó la contaminación.
“Obteniéndose resultados de confirmación de las sustancias, cuantificándose la concentración de los metabolitos en el mismo orden de magnitud por parte de las dos instituciones, lo cual brindo los insumos científicos y técnicos para que el Ministerio de Salud girara las órdenes sanitarias”, señala el AyA.
El pasado 5 de diciembre el Área Rectora de Salud de Oreamuno del Ministerio de Salud emitió órdenes sanitarias a las Asadas de Santa Rosa y San Pablo. Según los documentos, el Ministerio informa que por principio de precaución con el fin de prevenir problemas de salud “el agua para consumo humano, preparación de alimentos e higiene vendrá exclusivamente de los camiones cisterna, mientras que el agua que provenga del acueducto puede considerarse para el funcionamiento de inodoros y otras actividades de limpieza y desinfección intradomiciliaria”.
El clorotalonil es un fungicida que se usa en hortalizas, apio, culantro y cebolla, entre otros. Es el segundo fungicida de mayor importación en el país, aunque ha sido prohibido en 32 países, al ser considerado un plaguicida altamente peligroso debido a sus probabilidades de producir cáncer. El pasado 30 de noviembre el Gobierno prohibió su importación, uso y venta en el país.
Urgente muestrear fuentes de agua de Zona Norte de Cartago
“Nos damos cuenta que el agua que el AyA ha estado llevando a nuestra comunidad, en Cipreses, está también contaminada, y la gente creyendo que le estaban llevando agua libre de degradados de clorotalonil”, dijo a UNIVERSIDAD Fabián Pacheco Rodríguez, ingeniero agrónomo, ecologista e integrante del Frente EcoCipreses.
Isabel Mendes, vecina de Cipreses e integrante del Frente, declaró: “Nos damos cuenta que salen nuevas nacientes contaminadas, las de San Pablo y la de Santa Rosa que estaba proveyendo agua a Cipreses, sale contaminada con un nuevo metabolito”.
Mendes participa en una mesa técnica junto con vecinos y autoridades del AyA, Ministerio de Salud, Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) y Defensoría de los Habitantes y relató que en la última reunión hace 15 días, se externó la preocupación de que la contaminación se está expandiendo y que tienen que hacer monitoreo de toda la provincia de Cartago porque están saliendo las nacientes contaminadas en la Zona Norte de la provincia.
El AyA también destacó: “Es urgente dotar de recursos a IRET – UNA, mediante una contratación con el Instituto que permita cumplir con lo ordenado por la Sala Constitucional, referente a muestrear y analizar las demás fuentes de la zona norte que eventualmente se pueden encontrar con metabolitos de clorotalonil u otras sustancias, sobre las concentraciones indicados por la norma”.
Zona norte de Cartago con alto uso de plaguicidas muestra aumento en incidencia de cáncer
UNIVERSIDAD entrevistó a personas y familiares de pacientes que viven en Cipreses de Oreamuno, que han sido diagnosticadas con cáncer de lengua, cáncer gástrico, mal de Parkinson y linfoma no Hodgkin.