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Colectivos de mujeres acudirán a reunión con el Inamu sin mayores expectativas

Para abordar "con amplitud" las preguntas planteadas por las organizaciones sobre la revisión de la norma técnica para la interrupción terapéutica del embarazo, la entidad convocó un espacio de reunión el próximo martes 5 de julio.

Colectivos feministas y activistas independientes acudirán a una reunión convocada por el Instituto Nacional de las Mujeres el próximo 5 de julio con pocas expectativas de que el espacio sirva para consolidar los derechos garantizados con el decreto de la norma técnica para la interrupción terapéutica del embarazo, en 2019.

Más de cien organizaciones y activistas firmaron días atrás una misiva dirigida a la Ministra de la condición de la mujer, Cindy Quesada y la
Presidenta de la Junta Directiva del Inamu, Adilia Caravaca, pidiendo respuestas sobre la promesa realizada por la Presidencia de la República a líderes religiosos de revisar la mencionada norma.

Las firmantes pidieron al Inamu detallar cuáles instituciones públicas y organizaciones están siendo convocadas a ese proceso de revisión, los criterios sobre los que se haría la misma y las formas en que se comunicaría; y los fundamentos de hecho y de derecho para el proceso.

En respuesta, el Ministerio de la Condición de la Mujer y el Inamu indicaron que apoyarán “cualquier modificación que implique la consolidación de los derechos humanos de las mujeres y no retrocesos de derechos ya alcanzados”, aunque no brindaron respuesta a las interrogantes planteadas.

Más bien, dijeron que para “abordar el tema en cuestión con amplitud” ofrecían un espacio de reunión, el próximo martes 05 de julio, en modalidad bimodal, es decir presencial y virtual.

Stella Chinchilla, firmante y promotora de la carta, dijo que en su criterio “se fueron por la tangente” pues aunque dijeron que no permitirían retrocesos no aclararon la posición del Inamu o el Ministerio y no dieron respuestas puntuales a lo consultado.

Así mismo, dijo, considera que la convocatoria de más de 100 organizaciones y activistas a un mismo espacio es demasiado grande y es posible que lo importante se diluya en medio de una reunión que sin duda será difícil de organizar.

Sobre las expectativas con las que asistirán a la sesión, Chinchilla dijo que el problema es que “no vivimos de esperanzas, sino de hechos y el hecho es que la interrupción terapéutica del embarazo está permitida hace muchos años pero no se había hecho bien y la norma técnica se hizo para que se cumpliera la ley y ponerla en entredicho es preocupante”.

“Yo en Adilia confío pues la conozco desde tiempos atrás, conozco su trabajo, pero en doña Cindy no confío, no confío en como la pusieron ahí y cómo ha manejado cosas, haciendo a la gente creer cosas que no son, me parece que hay un ego muy grande que pulula”, dijo.

Además, esa desconfianza crece pues aunque el gobierno ha incumplido desde ya promesas hechas en campaña, parece sostener sus compromisos con los sectores religiososo conservadores.

“De este gobierno se puede esperar cualquier cosa. Desde el momento que dejaron meterse a los religiosos en la discusión, que no tienen porqué estar ahí, yo no veo posibilidades de mejora. Como siempre he dicho: A la casa y al culto a rezar, a la Asamblea a legislar, lo mismo aplica para el gobiern, pero si siguen así nos van a tener en las calles”, comentó la activista.

Yolanda Bertozzi, de Feministas en Resistencia, dijo que ese grupo acudirá a la reunión del 5 de julio y que su expectativa es “que sean respondidas nuestras inquietudes, las cuales ya le fueron pasadas a la Ministra de Salud.

“Esperamos que sea un diálogo sincero y que el Inamu cumpla con su mandato de ley, el cual es defender y promover los derechos de las mujeres”, agregó.

Bertozzi detalló que esta colectiva nace precisamente en esta coyuntura “donde se anuncia regresividad en materia de Derechos humanos, a lo cual nosotras nos oponemos de forma decidida, los derechos humanos deben avanzar y de ser necesario ampliarse de acuerdo a la ciencia y al derecho, y no a la inversa, porque no vivimos un régimen teocrático sino en un estado social de derecho”.

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