País

Científicos costarricenses crearán pruebas para detectar el COVID-19

8 investigadores nacionales buscan la forma de producir los tests en el país y así evitar la dependencia del mercado internacional sobre este insumo.

Un grupo de investigadores nacionales conformaron un grupo de trabajo para proponer alternativas a los kits de diagnóstico del COVID-19 y generar los insumos en el país.

Los científicos pertenecen al Laboratorio CENIBiot del Centro Nacional de Alta Tecnología, programa del Consejo Nacional de Rectores.

Además, al Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), a la Universidad de Costa Rica (UCR) y al Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (INCIENSA).

El director de CENIBiot, Randall Loaiza, explicó que aspiran a generar todas las soluciones que vienen después de la recolección de la muestra, para determinar si un paciente está contagiado por el COVID-19.

“Cuando se hacen las pruebas se utilizan soluciones que en los kits vienen rotuladas y nosotros no conocemos su composición. Funcionan muy bien, pero si queremos alternativas lo que debemos hacer es crear nuestras propias soluciones, que cumplan con la misma función, pero que no dependan de los kits”, afirmó Loaiza.

El científico agregó que ya trabajan en varios caminos, para determinar la forma más eficiente de lograr este objetivo.

“Tenemos varias hipótesis en las que se podrían generar alternativas para las diferentes fases del proceso. Primero hay que probarlas y una vez que tengamos resultados positivos  de ellas hay que seguir varios pasos de validación. Todos estos resultados son los que nos van a decir cuál es la sensibilidad de la prueba, cuál es su especificidad, y las autoridades definirán la forma en las que las pueden utilizar” indicó Loaiza.

De momento, el proyecto está en fase de investigación, pero la principal meta es  prescindir de la importación de los kits, manteniendo la calidad en los resultados de las pruebas.

“Se requiere un equipo científico dedicado a trabajar arduamente en esto. Lo más importante es tener una solución que cumpla con los mismos estándares de especificidad que se utiliza en los kits, porque nada haríamos con tener una solución que no nos permita reconocer fácilmente entre los casos positivos y negativos o que no se pueda escalar para ser utilizado en laboratorios”, detalló el director del CENIBiot.

Aunque el tiempo para obtener resultados no está establecido, ya que depende del proceso de prueba y error, el grupo estima que en 4 o 6 semanas se podrían conocer los primeros resultados de la investigación.

Necesidad de producción local

El Ministro de, Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones, Luis Adrián Salazar, afirmó que este tipo de esfuerzos son necesarios, dado el difícil ponorama internacional que se vive por el COVID-19.

“La pandemia ha hecho que se genere una demanda de las pruebas que nos lleva a competir con muchos países. Por eso, se decidió crear una comunidad científica para poder tomar decisiones que nos llevaran el autoabastecimiento de material médico y poder producir pruebas y tratamientos contra el COVID-19, bajo un concepto de ciencia abierta”, explicó Salazar.

El Ministro agregó que, además de las pruebas para detectar la enfermedad, en el país ya se avanza en la creación de otras soluciones.

“Estamos trabajando en el tema de desarrollo de ventiladores, ya tenemos propuestas entre el 75% y el 95% desarrolladas para presentar a las autoridades del Ministerio de Salud y de la CCSS. Igualmente estamos trabajando en el desarrollo de equipos de protección como mascarillas, cascos y batas”, señaló Salazar.

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