Desajustes de los planes de inversión institucional, brechas entre regiones del país y limitaciones en la accesibilidad de la información al público halló la Contraloría General de la República (CGR) en la estrategia nacional de vacunación contra Covid-19, que ha alcanzado ya a más de 650.000 personas con al menos una primera dosis.
Esos son los hallazgos de una revisión hecha por el órgano contralor al plan de vacunación en el período desde el 30 de noviembre hasta el 26 de febrero, por lo que no se incluyen las 10 semanas de marzo, abril ni la mitad de mayo, cuando se ha acelerado la inoculación.
El reporte titulado “Urge avanzar en vacunación contra COVID-19” objeta los preparativos de las inversiones entre el Ministerio de Salud, Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
Se refiere al programa de la aplicación de casi 1,3 millones de dosis que han llegado al país, casi un 14% del total previsto en contratos millonarios ya firmados con tres contrapartes: las farmacéuticas Pfizer y AstraZéneca más el mecanismo COVAX de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se ha colocado más de un millón de vacunas desde el 24 de diciembre hasta esta segunda semana de mayo, pero podrían acelerarse la vacunación si los proveedores enviaran al país más producto, en medio de un pulso global de todos los países por acceder a él, aducen las autoridades costarricenses.
Pero no todo es perfecto, señala la CGR. Se refiere a asuntos preparatorios como el plan de inversión en las vacunas: “Se aprobaron recursos por un total de 77,2 millones; no obstante, en setiembre del 2020 se emitió un plan de inversión contemplando recursos por un monto de 70,77 millones. De forma tal que $6,65 millones se gestionaron sin contar con un nuevo plan de inversión por parte de la CNE”, dice el informe.
“Es importante como oportunidad de mejora tomar en cuenta la actualización y aprobación del plan de inversión de marras, como mecanismo que apoye el seguimiento y toma de decisiones”, añade.
Además de señalaron diferencias importantes en el avance de la vacunación según las regiones del país. Con especial rezago de cantones de la provincia de Limón y una ventaja sustancias en la población del Pacífico Central.
Aunque la CCSS ha explicado hay dificultades que trascienden la gestión, como el ausentismo de algunos ciudadanos y diferencias en la capacidad operativa de los centros de salud, la CGR insiste en la necesidad de depurar la estrategia.
Para esos ajustes, apunte, se requiere un sistema de información que permita cruzar los datos de manera continua entre las localidades.
“La información para toma de decisiones se encuentra de manera dispersa, en formatos y estructuras diferentes y cuyos datos recopilados difieren entre unidades”, comenta la CGR, aunque la CCSS le respondió que su procesamiento implica tiempos adicionales en la jornada laboral, por lo tanto “no es posible contar de manera oportuna con información consolidada, lo que limita la forma en que se socializa la información, así como el control y monitoreo del proceso que permita una toma de decisiones congruente con su naturaleza”.
La Contraloría también criticó “los rezagos en la consolidación de la información que también se evidencian en los datos abiertos suministrados al público mediante su página web (https://www.ccss.sa.cr/web/coronavirus/vacunacion). Esa información podría dar más facilidades para la interpretación e integración, detectaron.
