País

CCSS defiende estrategia de emplear líderes comunales para vigilancia sanitaria

Institución asegura que las personas designadas ya son vistas como ejemplo entre los vecinos y que no efectuarán funciones de "policías"

El presidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Román Macaya, defendió este lunes la designación de personas para que formen parte de la vigilancia epidemiológica en varias comunidades del país, especialmente en la zona norte.

Macaya aseguró que las figuras designadas serán individuos con liderazgos ya establecidos en los barrios y que no tendrán funciones policiales.

“Los líderes comunales es una de las tradiciones de vieja data en Costa Rica. Son personas que son miembros de las juntas de salud, de los comités y asociaciones de desarrollo. Ese es el tipo de personas que ya existen, no es que vamos a ir a buscar entes desconocidos que van a ser como unos policías de las sociedad. Son personas que ya tienen liderazgo, ya lo ejercen y son elementos muy positivos”, indicó.

El presidente de la Caja agregó que ejercer la vigilancia epidemiológica de esta forma permitirá tener una conexión más próxima entre la institución y los vecinos.

“Una de las grandes fortalezas del sistema de salud de Costa Rica es su red de atención primaria y la interacción entre esa red y la comunidad. Ese enlace es indispensable para poder ayudar a nuestros ciudadanos a recuperarse, a mejorarse la salud”, afirmó.

Macaya considera que esta medida ayudará a las poblaciones más vulnerables de sufrir por la COVID-19.

“Estamos hablando de personas que están debajo de la línea de pobreza, con condición migratoria, tal vez trabajadores irregulares de la agricultura y hay también adultos mayores que tenemos que proteger. Tenemos que ser solidarios y basarnos en la ciencia para salir adelante. Esa es nuestra única misión en esta pandemia: salir adelante como país, y ocupamos la colaboración de la comunidad junto con esa rama técnica y científica de la Caja”, aseguró.

El jerarca de la CCSS insistió en que los líderes no tendrán funciones policiales y que, en caso de presentarse alguna anomalía, la comunidad puede hacérselo saber a las juntas de salud para que tomen medidas con las personas designadas.

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