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Casi la mitad de las estudiantes de la UCR ha sufrido agresión física, hostigamiento o violencia sexual

La violencia emocional es la acción más reportada por las estudiantes con una incidencia del 72,5%, seguida por el hostigamiento sexual, que ha afectado al 45% de ellas, la violencia sexual al 43,2%, la violencia física al 42,4% y la violencia patrimonial al 20,7% de las entrevistadas.

Casi la mitad de las estudiantes de las distintas sedes de la Universidad de Costa Rica han sido víctimas de hostigamiento sexual, violencia sexual o violencia física motivada por el hecho de ser mujeres.

Esto concluyó la investigación “Una mirada cuantitativa a la violencia contra las mujeres y la discriminación en razón de género que enfrentan las estudiantes de la UCR”, realizada por el Centro de Investigación en Estudios de La Mujer (CIEM) de la misma institución y cuyos resultados se presentaron al público este viernes 9 de setiembre.

El estudio se realizó tomando en cuenta a 658 estudiantes, 356 provenientes de la Sede Central Rodrigo Facio y 302 de otras sedes regionales. A estas estudiantes, que en el momento cursaban de segundo año de carrera en adelante a nivel de grado, se les entrevistó entre el 28 de junio y el 23 de julio del año 2021. Cabe mencionar que en 2012 se había realizado un estudio similar pero sólo a nivel de sede central, por lo que este nuevo estudio ofrece mediciones comparativas, pero solo en lo que respecta a esa sede.

El primer gran dato que arrojó el estudio es que el 78,7% de las estudiantes reporta manifestaciones de discriminación dentro de la universidad y el 67,8% reporta manifestaciones de discriminación fuera de la institución.

Las acciones más comunes identificadas como discriminatorias por las jóvenes fueron comentarios ofensivos por el hecho de ser mujer recibidos fuera de la U, seguidos de tratos diferenciados, comentarios ofensivos recibidos dentro de la institución, diferentes calificaciones por su condición de mujeres y exclusión de actividades por el por el hecho de ser mujeres.

Cabe destacar que los niveles en que se identifican estas acciones son mayores en la sede central que en las regionales, en todos los rubros y que también son mayores en relación con lo señalado por el estudio publicado por el CIEM diez años antes.

Consultadas sobre los perpetradores de esta discriminación, las estudiantes revelaron que la mayoría de las acciones vienen de profesores (hombres), que especialmente incurren en tratos diferenciados que han afectado a más del 90% de las estudiantes. Seguidamente, se identifica el accionar discriminatorio de otros estudiantes y en significativamente menor medida -que no llega en ningún caso a afectar al 10% de las consultadas- personas externas, personal administrativo, profesoras o asistentes de curso.

La violencia contra las mujeres, fue el segundo gran tema por el cual se consultó y resultó en que el 85,9% de las estudiantes identifica haber sido víctima de alguna forma de violencia, esta entendida en el marco de lo estipulado en la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (conocida como Convención de Belém do Pará) y la Ley contra la Violencia Doméstica, es decir: violencia física, emocional, sexual y patrimonial.

Así, la violencia emocional es la acción más reportada por las estudiantes con una incidencia del 72,5%, seguida por el hostigamiento sexual que ha afectado al 45% de ellas, la violencia sexual al 43.2%, la violencia física al 42.4% y la violencia patrimonial al 20.7% de las entrevistadas.

Cabe señalar que a excepción de la violencia patrimonial, todas las otras formas son reportadas en mayor medida por estudiantes de la sede Rodrigo Facio, con una incidencia de entre 3 y 15 puntos porcentuales más.

La investigadora a cargo del estudio, María José Chaves explicó durante la conferencia que del total de estudiantes que reportan haber vivido una situación de violencia física el 6,2% relaciona a su ofensor con la Universidad de Costa Rica en el caso de la sede Rodrigo Facio y el 1,7% lo relaciona con con la universidad, en el caso de otras sedes y recintos. “Vale mencionar que dentro de la lista de ofensores, en primer lugar destacan exnovios entonces es muy probable que muchos de estos exnovios tengan alguna relación con la universidad y es ahí donde ellas se identifican el vínculo entre su ofensor y la universidad”.

Sobre los tipos de violencia física que las estudiantes enfrentaron, mayormente se trató de tirones, golpes, empujones, torceduras de brazo o jalones de pelo con una incidencia del 49,7% de las estudiantes de sedes regionales y recintos, y de 27,4% en el caso de la sede Rodrigo Facio.

Otras manifestaciones de violencia, como aquellas que tienen de mayor peligrosidad para la vida son las que tienen un un menor reporte pero según Chaves “tampoco es un porcentaje insignificante sino todo lo contrario” pues un 2.9% de las estudiantes de Rodrigo Facio y un 8,5% de las estudiantes de sedes ha enfrentado esta violencia en su forma más grave (intentar ahorcarla, ahogarla, quemarla o echarla agua caliente encima).

Sobre violencia sexual, el 45% de las estudiantes reportan algún episodio de violencia sexual. En e caso de la sede central el 10,7% de las estudiantes relacionan a su ofensor con la UCR, mientras que en el caso de otras sedes y recintos esto es así para el 6,2% de las estudiante.

La acción más común con un 41.6% de incidencia son los tocamientos sexuales en contra de su voluntad, seguido del forzamiento a tener relaciones sexuales, amenazas de difundir o difusión de fotos suyas en situaciones comprometedoras, forzamientos a ver pornografía o forzarla a tener actividad sexual con una tercera persona.

En el caso de la violencia emocional, que es la que tienen mayor prevalencia, el estudio evidenció que el 16,7% de las estudiantes de la Rodrigo Facio relaciona a su ofensor con la Universidad de Costa Rica, mientras que en el caso de otras sedes y recintos, el 9,8% hace lo mismo. Además, la manifestación más reportada fueron los comentarios que hacen sentir humillada, ofendida o insultada, con una incidencia del 62,6%.

También, detalla el estudio, el 43,2% de las estudiantes reporta haber vivido hostigamiento sexual. Las investigadoras preguntaron si la persona que hostiga sexualmente era una mujer o un hombre y según Chaves “los datos que obtuvimos nos confirman una vez más la direccionalidad de la violencia hacia las mujeres”, pues el 89,9% de las estudiantes reportó que su hostigador fue un hombre, el 7,9% no identifica el sexo de la persona acosadora, el 1,7% dice haber sido hostigada tanto por hombres como por mujeres y sólo el 0,7% dice que ha sido acosada por otras mujeres.

Las acciones hostigadoras más comunes son las miradas, gestos y sonidos con intención sexualizada, en segundo lugar, los comentarios verbales o escritos con insinuaciones o contenido sexual; seguidos de acciones sin su consentimiento con intención sexualizada y más, todas estas contempladas en el Reglamento contra el Hostigamiento Sexual de la Universidad de Costa Ric.

Cabe además destacar que las estudiantes principalmente reportan hostigamiento por parte de docentes y de seguido, otros estudiantes. En el primer caso las manifestaciones de hostigamiento sexual más frecuentes son las amenazas o los el ofrecimiento de beneficios a cambio de favores sexuales y en el caso de estudiantes es el envío de fotos, videos, dibujos o regalos sexualmente explícitos o con contenido pornográfico o acciones sexualizadas en contra de su voluntad.

En su último apartado la investigación indagó qué tanto conocen las estudiantes los recursos institucionales que existen para prevenir, atender y sancionar la discriminación y el hostigamiento sexual. Según lo recabado el 70,7% de las estudiantes conoce algún mecanismo, el 55,2% dice conocer o haber escuchado del reglamento contra el hostigamiento sexual, el 26,6% dice que conoce o ha escuchado del reglamento sobre la discriminación y el 20,8% conoce los servicios que presta la Defensoría contra el hostigamiento sexual.

A pesar de esto y que el 43% reportan situaciones de hostigamiento sexual, sólo 8,8% de las estudiantes que reporta alguna situación de discriminación, violencia u hostigamiento sexual ha utilizado o se ha acercado algún mecanismo de apoyo dentro de la universidad y solamente 2,6% ha denunciado. Además, hay una diferencia importante entre estudiantes de otras sedes recientes, donde solo el 0.6% ha denunciado y la Rodrigo Facio, donde un 3,3% ha presentado una denuncia.

Las razones, según la investigación, que han limitado el interés por buscar información o asesorarse sobre el proceso de denuncia han sido en primer lugar, temor a represalias por parte de la persona castigadora; en segundo lugar, inseguridad; seguido de haber escuchado que se trata de un proceso largo que casi nunca se sanciona y desconocimiento en general del procedimiento.

Cuando se les preguntó qué cosas podrían contribuir a animarlas a denunciar y a buscar apoyo mencionaron en primer lugar más información sobre los procesos de denuncia, más acompañamiento legal y emocional por parte de la Defensoría contra el hostigamiento sexual, más apoyo de parte del personal de la universidad y finalmente, más apoyo en su círculo personal.

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