Ni las encuestas de los últimos meses, ni los primeros resultados que dio el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) la noche de este domingo, reflejaron la realidad que poco después se plasmó en las pantallas de los millones de televisores costarricenses: el PAC y su candidato, Carlos Alvarado, se colaron a último minuto en la segunda ronda electoral.
Ahora le toca disputar la presidencia con el predicador Fabricio Alvarado, de Restauración Nacional, el próximo 1º de abril.
El voto indeciso –o a veces voto silencioso- catapultó a Alvarado –que sí apoya el matrimonio igualitario-. El candidato rojiamarillo saltó desde el quinto lugar que ocupaba el Partido Acción Ciudadana (PAC) en las encuestas hasta el segundo puesto en las elecciones de este domingo. El último corte del TSE lo ubicaba con un 21,76% , desplazando al tradicional Partido Liberación Nacional (PLN).
Un PLN que ya empezaba a verse golpeado por el inaudito fenómeno del voto cristiano intensificado en las últimas tres semanas en la figura de Alvarado –el Alvarado que está en contra del matrimonio igualitario-, según reconoció el propio candidato del PLN, Antonio Álvarez Desanti, cuando aceptó su derrota.
Las probabilidades para esta segunda ronda se reducen a dos partidos, pero no con eso se elimina la incertidumbre.
El escenario se ve tan fragmentado que, tras conocer los resultados de esta noche, el discurso de Carlos se enfocó en la inclusión, en el llamado al diálogo, en las felicitaciones a todos los partidos por su participación en la contienda electora.
“Tenemos que entender la coyuntura y el momento histórico que vivimos. Ciertamente un próximo gobierno requerirá de un gobierno de unidad nacional, que lo haga para todos y todas los costarricenses, un gobierno que lleve el diálogo, que respete la diferencia, que sepa transformar este país”, expresó al tomar el micrófono en la sede del PAC, en Montes de Oca.
Carlos habla de empatía con el otro, de trabajar en red, de que “quien crea que puede gobernar solo está equivocado”, de construir puentes.
Es un discurso de finalista que, en medio de elogios a los logros alcanzados por su partido, reconoce que necesitará del apoyo de seguidores de otras tendencias para lograr el gane de la segunda ronda.
El mismo apunte hace el fundador del PAC, Ottón Solís, quien incluso reconoce que pueden llegar a darse consensos para atraer a electores. “Concesiones en temas de fondo”, aclara el líder del partido oficialista. “Nada de negociar de que le doy esto y usted vota por mí, pero sí asuntos de fondo, de cuáles son los temas de la agenda nacional que ustedes consideran importantes que tal vez nosotros no hemos visto, no hemos sido sensibles a ellos”, explica Solís.
El fundador del PAC cree posible atraer a electores liberacionistas. “Hay muchos votantes, hay muchos votantes que aprecian lo que estamos tratando de hacer, inclusive liderazgos que sé que no apoyaron a Antonio Álvarez porque son tal vez más amigos de la verdad y esa gente podría votar por nosotros”.
La agenda
Más claro está el panorama para los al menos siete diputados representantes del PAC que al cierre de este domingo tenían un
Entre ellos, Enrique Sánchez, quien se identificó en campaña como “el primer candidato a diputado abiertamente gay” y quien tiene entre sus prioridades los temas de derechos humanos.
“Vamos a encarar el tema con el compromiso y la convicción con que Carlos lo ha encarado en la campaña, sin cálculos políticos, sin fijarse en las encuestas, fijándose en la dignidad de las personas, en los derechos, en una sociedad del siglo XXI, donde todas y todos tenemos que tener los mismo derechos”, expresó Sánchez.
El próximo legislador reconoce que hay otros temas prioritarios como la agenda fiscal y el empleo, que son parte del acuerdo nacional con nueve partidos que el PAC incorporó en el plan de Gobierno.
La electa diputada por San José Nielsen Pérez consideró que gran parte de los resultados de este domingo responden a “la educación”.
“Vemos un pueblo pensante, un grupo de personas indecisas, pero es un indeciso que está pensando cuál es la mejor propuesta, el mejor equipo, la mejor persona, qué es lo mejor para el país, y estamos conmovidos por eso, porque la gente se adueñó de la compaña, la hizo suya, la indignación porque se nos estaban excluyendo de la campaña”.
Pérez admite que en una asamblea tan fraccionada, el gran reto será dejar las banderas de lado y lograr una “agenda país”.
