El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Chinchilla, fue el magistrado instructor en el caso donde se pidió desestimar una investigación contra los diputados Otto Guevara y Víctor Morales, pese a que un informe del OIJ reveló cientos de llamadas y mensajes de texto entre los legisladores y el empresario Juan Carlos Bolaños.
Un instructor es quien lidera un caso y lo expone ante sus compañeros magistrados, es decir, el que tiene mejor conocimiento de los elementos y pruebas.
De acuerdo con el artículo 302 del Código Procesal Penal, Chinchilla pudo solicitar una disconformidad a la solicitud de la Fiscalía, sin embargo, no lo hizo.
Chinchilla se negó a determinar cuál fue su nivel de responsabilidad, a la hora de acoger la solicitud de desestimación por parte de la subjefa del Ministerio Público, Berenice Smith Bonilla, quien estaba supliendo al fiscal general Jorge Chavarría.
“Esto mejor lo dejamos para el momento en que se haga la investigación por parte de la inspección judicial, porque sería empezar a hablar de asuntos que se están conociendo ahí, y no quiero introducirme en esos temas”.
Chinchilla afirmó que presentó una queja el lunes pasado, con base en el reporte del OIJ, en donde también se incluía la solicitud para que Chavarría y Smith fueran separados de todos los casos que tuvieran relación con el cemento chino.
Con respecto a si la solicitud de reapertura del caso se justificó por el informe del OIJ desechado en primera instancia o por “nueva evidencia”, Chinchilla afirmó que él no es quien investiga, sino el fiscal.
“Podría decirse que se ocultó información. De alguna forma, esto ha hecho incurrir en un error a instancias judiciales”, comentó Chinchilla al mediodía, tras salir de la comisión de hacendarios, donde rendía cuentas sobre el presupuesto ordinario del 2018.
Por su parte, la presidenta de la Sala Tercera, Doris Arias, afirmó que la decisión se justificó en el criterio del Ministerio Público.
