El abogado Manuel Ventura aguantó solo un año como ministro de Relaciones Exteriores, pues hoy la Presidencia anunció que lo sustituirá debido a que le hacían pesados los viajes que debía hacer en sus funciones. Sin embargo, no hay aún ni pistas sobre quién llegará a conducir la Cancillería.
Tras un 2019 de desempeño desteñido, poco impulso a la política exterior y los conflictos ya habituales en la Casa Amarilla, Ventura se mudará a Washington para ejercer como representante de Costa Rica ante la Organización de Estados Americanos (OEA). Esta es la misma entidad que acogió a Rodolfo Piza hace seis meses, cuando dejó el cargo de ministro de la Presidencia.
Ventura (exjuez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y con 71 años de edad) sustituirá en la OEA a Montserrat Solano, quien ocupará la silla de representante costarricense ante la sede de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza. De ahí salió hace pocas semanas la embajadora Elayne White, objeto de una auditoría sospechosa que le atribuye faltas en la conducción de esa sede diplomática, aunque el marco es el conocido ambiente de denuncias e intrigas internas en el personal de la Cancillería.
La Cancillería vuelve a quedar descabezada, pues se anunció también que deja su puesto la vicecanciller Lorena Aguilar, quien asumirá otras funciones dentro del Gobierno en el área de cambio climático y género, según el comunicado de la Presidencia.
La justificación de la Presidencia para realizar estos cambios es “potenciar la experiencia y ofrecer condiciones idóneas donde puedan desenvolverse conforme a sus competencias”.
Se afirma ahora, un año después de que Ventura llegó como una carta segura en lugar de Epsy Campbell, quien quedó solo como vicepresidenta de la República después de numerosos cuestionamientos internos y críticas de opositores contra el trabajo de ella entre mayo del 2018 y enero 2019.
