La continuidad de una política de asistencialismo social sería el eje principal para combatir la pobreza durante un eventual gobierno de Fabricio Alvarado, candidato de Restauración Nacional (PRN), quien figura en los primeros puestos de intención de voto, según la última encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la UCR.
Bajo la ideología del “cristianismo social”, Alvarado buscaría relanzar el programa de Redes de Cuido, velando que “sirva para el empleo”, fortaleciendo alianzas con los organismos de la sociedad civil que sean capaces de aportar al programa.
Además, buscaría reforzar los sistemas de control y auditoría de los gastos estatales en asistencia social.
De acuerdo con el candidato evangélico, en un eventual gobierno de Restauración Nacional se desarrollaría una estrategia integral en la prestación de servicios asistenciales, con el fin de que “estos servicios sirvan como acicates para salir de la pobreza, y no como subsidios permanentes que no resuelvan el tema de fondo”.
“Puente al desarrollo es una estrategia de política social que debe rescatarse en lo que funcione bien y corregirse en lo que tenga que mejorar”, afirmó Alvarado.
En su Plan de Gobierno también destaca un “agresivo programa” de movilización y restauración de la población indigente, realizando alianzas de cooperación con organizaciones de la sociedad civil.
Otra de las propuestas de Restauración Nacional es la creación de un modelo de “banca de desarrollo” en el Instituto Mixto de Ayuda Social, de manera que funcione como avalista fiduciario de emprendedores. Esto buscaría que las personas desarrollen sus proyectos de negocios para salir de la pobreza “sin necesidad de aportar garantías reales a los bancos”.
Los avales se mantendrían en instrumentos financieros que generen rendimientos sobre el dinero, para hacer crecer el fondo de apoyo del IMAS, según se lee en el programa de Gobierno.
En materia de política cambiaria, Alvarado afirma que apostará por un modelo que, como ha sido en los últimos años, privilegie una flotación controlada con bandas, que le permita a la autoridad monetaria estar atenta a su dinámica.
“Mientras no solucionemos los problemas fiscales estructurales no podemos pensar en la libre flotación, que podría funcionar en condiciones económicas más oportunas”, comentó Alvarado.
En el tema de impuestos aplicaría una política fiscal de emergencia para congelar los gastos “no indispensables” durante los primeros dos años y suspender los que sean superfluos durante todo el cuatrienio.
Por su parte, el actual diputado y candidato afirmó que el país tiene una disciplina monetaria que le ha permitido controlar la inflación para que no pase de un dígito al año, algo que debe mantenerse.
En materia de seguridad, el experiodista de Repretel endurecería las políticas en contra de criminales y delincuentes, a quienes etiquetó como “lacras de la sociedad”.
Como una de sus principales promesas, Alvarado propondrá proyectos de ley en materia penal, para crear penas más fuertes y “delimitar mejor” las opciones para la reducción de la pena, la libertad condicional, así como para las penas alternativas.
“Es nuestro juicio, es el momento de ponerle un freno al perverso sistema de justicia que premia al delincuente y revictimiza a la víctima, con el fin de darle una señal clara a los criminales, en cuanto a que el Estado no tolerará más sus conductas contra la vida, la integridad y la propiedad”, afirmó.
Otra de las propuestas más llamativas de Alvarado es la de avanzar en la unificación funcional de las policías, de tal manera que las distintas policías existentes coordinen su trabajo en pro de “objetivos comunes”.
En lo que se refiere al sistema penitenciario, Alvarado afirma que lo reestructuraría para que las prisiones se conviertan en espacios productivos, por medio de los cuales los privados de libertad puedan producir y restaurarse, una propuesta similar a la que desarrolló este Gobierno con la construcción de tres nuevas cárceles enfocadas en trabajo y estudio.
