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Factores diferenciados inciden en asesinatos y su disminución en territorios de Centroamérica

Confianza en el sistema de justicia, medidas de prevención aisladas, actividades de narcomenudeo y ataques contra mujeres se suman a la presencia de pandillas o el valor de los territorios para las rutas del narcotráfico, pero cada contexto local es diferente, concluye análisis de 10 municipios vinculado al Informe Estado de la Región 2021.

Las altas tasas de homicidios en Centroamérica en este siglo encuentran como factor común el desempleo y la lucha violenta entre grupos criminales que pretenden el control de territorios, sean pandillas o bandas narcotraficantes; pero la reducción de esos asesinatos toma caminos distintos según el contexto de los territorios.

Factores como la confianza en el sistema de justicia, las medidas de prevención, actividades de narcomenudeo y los elementos alrededor de ataques contra mujeres se suman a la presencia de pandillas o el valor de los territorios para las rutas del narcotráfico, concluyeron investigadores del Informe Estado de la Región en un reporte llamado “Violencia homicida en Centroamérica”.

El análisis se centró en el municipio de más aumento de homicidios y el de mayor reducción entre 2010 y 2018 en cada uno de cinco países de Centroamérica, región que últimos años presentó una reducción sostenida. En 2020 registró por primera vez una tasa de asesinatos inferior al promedio de América Latina, con 10 por cada 100.000 habitantes, lo cual indica que sigue habiendo problemas graves y que los avances son frágiles, según los investigadores.

“Centroamérica ha sobresalido por los altos niveles de violencia pero también por su heterogeneidad en el comportamiento de los homicidios, de manera que, a pesar de la reducción del número de homicidios en el ámbito centroamericano (2,683 víctimas menos), Costa Rica registra un leve aumento (+7)”, señala el informe. Además advierte que algunos países pueden tener registros hasta tres veces superiores a los de otros, como ocurrió en 2020 con Honduras y Panamá.

La realidad es compleja, porque se mezclan condiciones que interactúan y hacen imposible culpar solamente a la presencia de grupos criminales o a políticas estatales imprecisas, pero los investigadores establecieron patrones presentes en los 10 municipios analizados.

En los municipios donde aumentaron los homicidios hay presencia de pandillas, narcomenudeo y aumento de asesinatos de mujeres; es el caso de Colomba (Guatemala), El Tránsito (El Salvador) y Roges (Honduras). Estos, sin embargo, no están en rutas de tránsito internacional de drogas.

En el caso de Costa Rica y Panamá, al sur del istmo, los municipios Siquirres y San Carlos respectivamente presentan en común los grupos de narcomenudeo y estar ubicados en zonas de paso del narcotráfico internacional. Además comparten una baja confianza en el sistema judicial y dos ausencias significativas: la de pandillas y la de aumento de asesinatos de mujeres.

Al observar los municipios centroamericanos donde más se redujo la tasa de homicidios, se observa que en todos hay confianza en el sistema de justicia y no alojan conflictos entre maras o pandillas. Esto ocurre en Asunción Mita (Guatemala), Ocotepeque (Honduras), Chagres (Panamá) y Corredores (Costa Rica).

“Es interesante rescatar que la división que comúnmente se descubre entre los países del norte de Centroamérica y los del sur se encuentra solo en el caso de la explicación del aumento de los homicidios, pero no así para la disminución”, señala el análisis en relación con las condiciones determinadas por los grupos que ejercen violencia en el territorio.

En los países del sur del istmo los contextos están marcados por la presencia de grupos dedicados a la comercialización de drogas local. Estos buscan controlar más territorio para la venta y entran en disputas violentas con otros grupos, con la particularidad de operar en rutas de narcotráfico que potencian el volumen disponible de producto, que también se usa como mercancía de pago a colaboradores de esa actividad.

Sobre la violencia contra la mujer, los tres municipios del ‘Triángulo Norte’ de Centroamérica que aumentaron la tasa de homicidios presentaron también un incremento de asesinatos contra mujeres, pero los investigadores advierten que esto requiere mayor estudio.

Otra conclusión es el valor trascendental de la confianza en el sistema de justicia donde se redujeron los homicidios  en Guatemala, Panamá, Honduras y Costa Rica, así como la falta de esta percepción donde aumentaron en Panamá y Costa Rica. 

Las políticas de prevención también tienen importancia, pero “los hallazgos plantean que las medidas preventivas primarias aisladas, sin la robustez de políticas de prevención integradas y articuladas en la institucionalidad local no son suficientes para disminuir la violencia homicida cuando hay una combinación de condiciones que tiende a incrementar la tasa de homicidios”.

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