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Asamblea Legislativa fusiona restos de Bancrédito con BCR y salva ¢130.000 millones al Estado

Decisión era fundamental para que el Estado no perdiera, ya que es el principal acreedor de la entidad cartaginesa. La votación favorable de 48 diputados permitirá trasladar todos los activos y los pasivos de Bancrédito al BCR.

Los diputados de la República dieron segundo y último debate al proyecto que fusiona los restos del Banco Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito) con el Banco de Costa Rica (BCR), un movimiento que era esencial para que el Estado se salvara de perder al menos ¢130.000 millones, por ser el principal acreedor de la entidad cartaginesa.

La votación final ocurrió la tarde de este lunes con la votación favorable de 48 diputados y permitirá trasladar todos los activos y los pasivos de Bancrédito al BCR. Este movimiento ocurrirá hasta que se tramite la la firma del Ejecutivo, que es el único paso que resta para que el proyecto de ley entre en vigencia.

La aprobación, habían advertido las autoridades bancarias y del Ministerio de Hacienda debía realizarse antes de finalizar el mes de septiembre, punto límite en el que la transacción dejaría de ser atractiva para el BCR por los deterioro de los bienes de Bancrédito, especialmente su cartera de crédito.

Según había indicado la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, a la Comisión de Asuntos Jurídicos, la deuda del banco con el Estado iba a ser el grueso de sus pérdidas, una cantidad de dinero que para nada era despreciable.

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Otro punto que se buscaba evitar con la aprobación de este mes antes de que finalizara era evitar “el riesgo moral de los deudores”, frase con la que el superintendente general de Entidades Financieras, Bernardo Alfaro, había descrito a los diputados la posibilidad de que la cartera de deuda se debilitara por motivos de impago.

Como parte del proceso de aprobación de esta ley, los diputados trabajaron contrarreloj, incluido el periodo de sesiones extraordinarias (en el que el Ejecutivo elige las prioridades del Legislativo), momento en el que quedó en evidencia la necesidad de apresurar las acciones.

Esta premura fue atendida, pero criticada por los diputados, que recriminaron al Gobierno y a los diputados que les antecedieron, pues el proyecto de fusión estuvo varado en la corriente legislativa desde junio de 2017, cuando lo presentó el exdiputado oficialista Ottón Solís Fallas.

Ante la aprobación de este proyecto, el restauracionista Carlos Avendaño aseguró que el movimiento genera “un sentimiento de pérdida”, por el impacto en las familias que trabajaban y “dependían de la institución para su sustento”, tomando en cuenta que no se hicieron bien las cosas.

Además, el diputado Walter Muñoz señaló que a partir de ahora corresponderá vigilar el proceso de fusión, pues ciertamente significará un impacto importante en otra institución del Estado, como es el caso del BCR.

A pesar de esos argumentos, el alivio llegó para el Ejecutivo representado en la Asamblea por diputados como Laura Guido, quien destacó que la decadencia del banco data desde inicios de década, con decisiones de sus antiguos directores que fueron “bastante inconvenientes” y concluyeron con su cierre.

“Tenemos que tener aquí la capacidad de ver hacia la historia de Bancrédito no como un tema para politizar, sino para entender las decisiones que desde 2012 fueron inconvenientes para este banco”, puntualizó.

No obstante, el independiente Erick Rodríguez apuntó que ciertamente hubo una importante irresponsabilidad del gobierno anterior por intentar salvar al banco en lugar de venderlo, “una cabezonada” para que, según él, simplemente se tomó augurando réditos políticos.

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