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Artistas piden a los diputados aprobar crédito del BCIE para el Teatro Nacional

"Si a finales del siglo XIX los costarricenses pudieron ponerse de acuerdo y construir una obra de esta categoría, resulta desalentador pensar que en pleno 2019 no podamos tomar la decisión de cuidarlo", escribieron en un manifiesto a los diputados.

Decenas de artistas se acercaron la tarde de este lunes a la Asamblea Legislativa para realizar una solicitud a los diputados de la República: aprobar el crédito por $31,3 millones que el Gobierno negoció con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para restaurar el Teatro Nacional.

Este crédito se negoció desde la administración anterior; sin embargo, dudas provenientes de diputados de varias fracciones han puesto la operación a caminar sobre la cuerda floja.

Por tratarse de un empréstito internacional, el financiamiento requiere del apoyo de al menos 38 congresistas para concretarse.

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Por este motivo, los artistas se apersonaron a las instalaciones del Congreso en Cuesta de Moras, donde primero recibieron a los diputados al son de los violines y luego realizaron una conferencia de prensa para exponer sus posiciones.

“Si a finales del siglo XIX las y los costarricenses pudieron ponerse de acuerdo y, de forma visionaria, construir una obra de esta categoría, resulta desalentador pensar que en pleno 2019 no podamos tomar la decisión de cuidarlo y preservarlo”.

“Por la cantidad de detalles que posee el Teatro Nacional entendemos la complejidad de la obra y las estrechas interrelaciones en cada etapa del proyecto propuesto. Por eso creemos conveniente una única intervención”, se lee en el documento.

Entre los artistas presentes estuvieron la actriz Rocío Carranza y el actor Gustavo Rojas, quienes enfatizaron que el trabajo de restauración y remodelación no sólo es necesario para preservar al Teatro y mejorar sus condiciones de seguridad, sino que además se basa en estudios técnicos que no deberían cuestionarse tan a la ligera como lo han hecho algunos congresistas.

Además, ambos subrayaron que el arte no es un gasto sino una inversión, y recordaron que el Teatro Nacional —recientemente declarado símbolo nacional— es probablemente la principal casa del arte costarricense.

“Los y las artistas nacionales tenemos derecho de tener el Teatro Nacional para seguir trabajando en él, y el público tiene derecho de poder ver arte en esa infraestructura. Han sido tres años de estudios, no se está improvisando”, señaló Carranza.

Además, Rojas comparó la inversión en el Teatro con la que se ha hecho en el nuevo edificio legislativo, un monto similar que ha sido menos cuestionado en los círculos políticos.

“Aquí hay gente que dice que el proyecto es muy caro, pero  hay que ver cuánto está invirtiendo la democracia costarricense en el nuevo edificio de la Asamblea. Haciendo la comparación, la Asamblea es la casa de la democracia, pero el Teatro Nacional es la casa de la cultura”, subrayó.

En total, el crédito para el Teatro contempla una inversión de $31,3 millones, cuyos desembolsos se explican específicamente por seis proyectos principales de rediseño, construcción y remodelación. La intención de las obras es eliminar el riesgo de incendios, alentadas por las deficientes condiciones eléctricas y por la sobrecarga de labores dentro del espacio físico actual.

De ellos, $27,7 millones se destinarían para infraestructura y equipamiento, incluida la construcción del Centro Cultural José Joaquín Vargas Calvo ($8,2 millones); así como $4,6 millones para otras obras, contando la fiscalización , la supervisión y la contingencia de posibles imprevistos.

Además, como es costumbre en este tipo de obras, se adicionan $4 millones para la fiscalización, la administración y los posibles imprevistos en el desarrollo del proyecto.

Cultura corre por los votos

Esta misma tarde, la ministra de Cultura, Sylvie Durán, acudió al Congreso para sostener una reunión con los diputados del Partido Restauración Nacional (PRN), la principal fracción legislativa que ha externado su oposición en bloque al proyecto.

A los restauracionistas se suman algunos diputados de otras bancadas como el socialcristiano Pablo Heriberto Abarca, quien ha sido especialmente crítico del crédito en sus redes sociales por el costo de las obras.

Ante esta situación —que ha puesto a hacer números al Gobierno—, la jerarca de Cultura señaló que “siguen en conversaciones” con los diputados, de modo que se consigan las voluntades necesarias para finalizar el proceso “que ha sido largo y sólido”.

Según la ministra, el Gobierno comprende —al igual que los diputados— la necesidad de rendir cuentas en medio de una situación financiera “difícil”; sin embargo, serían mayores las pérdidas si el trabajo no se realiza de forma oportuna, no sólo por los estudios de prefactibilidad que han representado “una inversión sustantiva” sino también por el propio valor del artístico del espacio a nivel nacional.

“El tema aquí es cómo hacemos la solución, tiene que ser una solución integral y de forma que el Teatro siga operando, todo con sentido de austeridad y de responsabilidad. Ese es el proyecto que hemos ofrecido y que vendremos a explicar las veces que sea necesario”, concluyó la jerarca.

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