País

Arias dice no pero la veteranía sigue

Álvarez Desanti quiere aprovechar “el vacío” dejado por el exmandatario y asoma la cabeza en un PLN cuyas señales de renovación se quedan en discurso

El Partido Liberación Nacional (PLN) se estremeció este lunes al confirmar la declinación del veterano exmandatario Óscar Arias de postularse para un tercer gobierno suyo y con la inmediatísima confesión del experimentado presidente de la Asamblea Legislativa, Antonio Álvarez Desanti, como interesado en ser el candidato presidencial verdiblanco para el período 2018-2022.

El PLN, la fuerza electoral costarricense menos débil y la más tradicional, redujo así los niveles de incertidumbre que arrastraba desde hacía meses, pero no los de tensión entre sus corrientes internas, ni los de veteranía en los rostros que se asoman para las próximas elecciones, a pesar del repetido discurso de renovación política.

Álvarez Desanti, que arengaba la posibilidad de la postulación de Arias, tardó solo minutos en ofrecerse como opción después de conocerse la decisión del exmandatario de 76 años. Dice querer llenar el vacío que queda con la declinación de Arias y ofrecer un proyecto alternativo al del también expresidente José María Figueres, que sigue como un tren con su campaña, a pesar de la impopularidad reflejada en las encuestas.

Arias, Desanti y Figueres son tres actores en la primera línea de protagonismo de un partido que, coinciden todos, debe renovar a su dirigencia y su propuesta si quiere frenar el deterioro de su base electoral y revertir el fracaso de la campaña del 2014.

Tres veteranos de la política, tres amantes del poder y tres sobrevivientes de la Costa Rica bipartidista intentan promover cambios en su agrupación y más allá.

El partido mejor posicionado en las municipalidades, el dueño de la mejor minoría parlamentaria y depositario, tanto de veneraciones como críticas, quedó reacomodado con la jornada de este lunes, aunque nadie sepa bien en qué sentido.

Ni en lo ideológico, ni en el tejido de las alianzas internas.

La agrupación verdiblanca es diversa y madura, este 2016 cumplió sus 65 años; ya es un ciudadano de oro cuyos asambleístas tienen una edad media de 54 años. El público, según las encuestas, pide renovar liderazgos, y el camino hasta ahora parece cerrado.

Existe la imposibilidad de un trasvase de votos de una persona a otra. Más aún en escenarios sin pistas claras sobre cuánto respaldo electoral tendría Arias (más allá de sus buenas calificaciones en las encuestas) o sobre cuánto de ese respaldo podría recoger Desanti, un antiguo crítico del “arismo” convertido hace poco en un admirador del Nóbel del la Paz, aunque algunos no le creen el gesto.

Figueres, el hijo del caudillo fundador, vivió la jornada desde Nueva York, publicando en redes “selfies” junto al expresidente Bill Clinton,, convencido de su capacidad para vigorizar al PLN y desafiar incluso a un hosco paisaje electoral para cualquiera, pero más para él.

Un 75% de la ciudadanía está alejada de los partidos, y enormes volúmenes de jóvenes no se emocionan para nada con los símbolos, los recuerdos ni los dirigentes tradicionales de la agrupación fundada en mitad del siglo XX.

Muchos de estos ni siquiera ven televisión, el medio que Arias escogió para develar la decisión que le ocupó casi todo este año. Lo hizo en corbata, con un mensaje grabado en lo que parecía ser un salón de su casa, con sus acostumbradas referencias a sí mismo, a Kennedy o a Gandhi, con argumentos de fondo ya conocidos: la necesidad de nuevos líderes y la “ingobernabilidad” en el país por la cantidad y calidad de los partidos.

Fueron 5 minutos y medio que poca sorpresa trajeron, porque ocho horas antes se había filtrado una versión escrita del mensaje con argumentos iguales y con la promesa de seguir activo: “seguiré opinando sobre la realidad del país y seguiré impulsando las causas en las que creo”.

Para ese momento de la noche, ya Álvarez Desanti había revelado su intención de “llenar el vacío” y dejar atrás su promesa de finalizar su carrera política en el 2018.

Había cambiado de opinión; ya no cree que debe acabar pronto la carrera política que comenzó en 1987 como ministro de agricultura en el primer gobierno de Arias, y que incluye al menos cuatro intentos frustrados por ser presidente de la República.

Álvarez dijo que “piensa muy, muy, muy seriamente” en postularse y que la decisión depende de cómo evolucione la salud de su esposa Nuria María, quien acaba de ser operada por un cáncer de seno.

En el partido ya surgieron críticas. Una de ellas, la del exdiputado Francisco Antonio Pacheco, hombre de confianza de Óscar Arias, quien subrayó la ambición presidencial del diputado y le achacó haberse precipitado al develar sus intenciones cuando apenas se había conocido la declinación de Arias.

[padding type=”medium_right”][quote_colored name=”Antonio Álvarez Desanti” icon_quote=”no”]

“Sé que no soy un joven ni una cara nueva, pero en este momento yo sí representaría un nuevo liderazgo en función de la lucha electoral”
[/quote_colored][/padding]

“Me parece sorprendente que pueda verse como el candidato del arismo porque fue un crítico excesivo de don Óscar en el 2006 y decía que todo el PLN era corrupto. Fueron declaraciones muy fuertes que están en la conciencia de muchos liberacionistas y eso hace difícil que sea la figura del arismo”, declaró Pacheco, quien también tiene palabras para Figueres: “debería retirarse, porque lo van a barrer”.

En todo caso, Álvarez Desanti está lejos de ser un líder nuevo y él lo reconoce. Fue ministro de agricultura en 1987, ministro de gobernación en el mismo período, subjefe de campaña de Figueres en 1994, legislador en ese cuatrienio y precandidato presidencial en el PLN, al que renunció en 2004 con graves dardos.

“Siento que el PLN no tiene la altura moral para impulsar la reconstrucción de Costa Rica y que la única diferencia entre el PLN y el PUSC es la habilidad de algunos para ocultar las huellas en donde otros han sido descubiertos”, dijo entonces a la prensa sobre la agrupación a la cual, además, achacó haber hecho fraude en un proceso de distritales en ese año.

Entonces, fue candidato de la infructuosa agrupación Unión para el Cambio (UPC) creada por él mismo, y después de un retorno al PLN ante críticas del propio Rodrigo Arias (“el oportunismo no es el mejor compañero”), se presentó como precandidato en 2014 hasta que negoció con Johnny Araya y fue el jefe de una campaña que acabó muy mal, con el candidato retirándose antes de la segunda ronda.

Ahora es diputado y recibe aplausos por una labor conciliatoria entre las distintas bancadas, tarea que podría verse comprometida con la confesa aspiración presidencial.

“Sé que no soy un joven ni una cara nueva, pero en este momento yo sí representaría un nuevo liderazgo en función de la lucha electoral”, señaló el diputado, que deberá confirmar su aspiración a más tardar en enero.

La encuesta más reciente del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la UCR preguntó opiniones sobre Álvarez Desanti, por ser presidente de la Asamblea Legislativa. Lo coloca como una figura relativamente bien conocida y con una calificación promedio de de 5.6 en la escala de 1-10.

A pesar de la crítica dura de Pacheco, Desanti espera recoger el favor de distintas tendencias y asegura tener ahora una buena relación con Rodrigo Arias, el hermano del exmandatario. Incluso admitió haber tenido conversaciones recientes sobre materia electoral. Para bien y para mal, el lazo con el arismo (o parte de él) será innegable si confirma su postulación.

Es empresario y eso le ayudará a conseguir recursos, señaló Pacheco, quien agregó que además parece haber tenido un buen inicio con el diario La Nación, cuyo principal título de este martes decía así: “Antonio Álvarez podría retar a José M. Figueres”. Varios dirigentes de una y otra corriente también lo vieron con suspicacia, cosa que sobra en estos tiempos políticos.

En frente siguen latentes las aspiraciones del diputado Rolando González, el exdiputado Sigifredo Aiza, su homólogo Clinton Cruikshank y el abogado Enrique Rojas Franco, vistas por la mayoría como anecdóticas. Además de la posibilidad del alcalde de Alajuela, Roberto Thompson, y otras que pueden surgir. “Estamos buscando”, confesó Pacheco.

Al frente, otras agrupaciones políticas intentan armar también proyectos electorales sin dejar de observar lo que hace un contenedor pesado como el PLN. Planes, rumores, tanteos, cálculos y consultas abundan a pocos meses de entrar en un año de intensa actividad preparativa para los comicios del 2018. Pero las canas siguen ganando los pulsos.

[padding type=”medium_right”][quote_colored name=”Óscar Arias” icon_quote=”no”]

“Una democracia es más sana cuando hay siempre una nueva generación política formándose para sustituir a la anterior. Nuestro país necesita, con urgencia, la renovación de los liderazgos políticos”.
[/quote_colored][/padding]

Suscríbase al boletín

Ir al contenido