Ni siquiera se le ha dado curso a la apelación de la empresa Infinito Gold por el arbitraje con Costa Rica, que el presidente Rodrigo Chaves teme y ha usado como excusa para sugerir reactivar los procesos mineros en el norte del país.
El pasado miércoles el mandatario anunció que este sábado visitará Crucitas pues, según él, el país enfrenta un proceso de arbitraje que “podría costarnos millones”. Sin embargo, el proceso de arbitraje ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (Ciadi) ya sucedió y el tribunal falló a favor de Costa Rica, por lo que la empresa debe más bien pagarle al país las costas del proceso.
Lo que sí está pendiente es una apelación de parte de la empresa minera, pero la misma ni siquiera se ha tramitado porque la empresa no ha pagado la tarifa correspondiente para darle curso y así consta en el mismo sitio web del CIADI.
“Última actualización: 2 de mayo de 2022 – Se suspende el procedimiento por falta de pago de los anticipos requeridos de conformidad con el Reglamento Administrativo y Financiero 14(3)(d) y (e) del CIADI”, se lee en el expediente del arbitraje.
Días atrás el presidente adelantó que “el daño ambiental es tan grande que más bien aprovechemos”, sugiriendo su intención de reactivar la actividad minera en la zona. “Del ahogado el sombrero”, dijo entonces el mandatario. “Ya se hizo el daño, que se lo deje de llevar gente que lo extrae ilegalmente y lo exporta por Nicaragua y hacer lo que sea mejor para el país”.
También afirmó, aunque sin datos de respaldo que en esa zona hay $20.000 millones en oro.
El abogado ecologista, Álvaro Sagot consideró que decir que “posiblemente haya que pagar una gran cantidad de millones de colones, es una concepción total y absolutamente antojadiza y entregada de parte del señor Presidente, que lo que quiere es que se reaactiven los procesos extractivos, que se apruebe una ley que cambiaría la prohibición de extraer oro a cielo abierto en Costa Rica”.
Sobre las reservas de oro que Chaves dijo que existen, Sagot afirmó que hay que recordar que los turistas vienen a Costa Rica, no a ver minas de oro a cielo abierto, sino por actividades ecológicas, por turismo ecológico. “La gente viene a ver nuestros ríos, nuestra la biodiversidad pero esa no es esa visión que tiene el presidente y lo que ha dicho es sumamente delicado, porque para empezar la empresa presentó una gestión, nada más, pero ya perdió el arbitraje”.
El abogado explicó que más bien la empresa canadiense está en deuda con Costa Rica por las costas del arbitraje internacional y por los daños y perjuicios que causaron cuando talaron más de 60 hectáreas de bosque.
“Que el presidente venga con ese discurso, pareciera que más bien es el vocero de la empresa y no el presidente de Costa Rica”, concluyó.