Una conferencia de prensa más larga de lo normal con una cadena de noticias favorables, usuales ataques a actores políticos que no complacen al Ejecutivo y la sentencia de “costarricenses, vamos bien” fue la respuesta tácita del presidente Rodrigo Chaves esta semana tras conocer la encuesta CIEP-UCR que refleja una sostenida tendencia de desgaste del apoyo popular que lo elevó desde el inicio del gobierno.
Casi las 3 p.m. acababa el programa televisado con formato de conferencia de prensa sin que ningún periodista le preguntara la opinión sobre el nuevo escenario de opinión pública ni él mencionara esa encuesta como parte de los numerosos temas que expone por voluntad propia.
La encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) y la noticia del descenso de 70% del saldo favorable de opiniones, además del aumento de preocupaciones por la seguridad y la corrupción, parecían quedar fuera de las declaraciones de la Presidencia en la jornada de miércoles, pero a las 9:30 de la noche emitió a la prensa una breve declaración con cuatro ideas escuetas.
“Este gobierno está comprometido en resolver las necesidades de los costarricenses”, “coincidimos en la preocupación sobre el tema de la inseguridad”, “los indicadores de empleo y economía demuestran una aceleración” y “se respetan los resultados de la última encuesta del CIEP-UCR”, decía la declaración oficial sin nombre.
No quedó en video la reacción del mandatario ni de su ministra de Presidencia o el de Comunicación, pero ahí quedaba reflejada la posición del Gobierno enfatizando de alguna manera en esa frase que mencionó Chaves al rematar la conferencia de prensa: “vamos bien”, como dijo al final de la actividad en la que se mantuvo viendo los comentarios de la gente en la transmisión.
Lo que sí quedó transmitido y grabado fueron los 12 anuncios de buenas obras del Gobierno, sobre todo en materia económica con temas como un crédito internacional para impulsar la carretera a San Carlos, detenciones y decomisos contra el crimen, una actualización de la estrategia de empleo y rebajas en electricidad y gasolina, pero también mejor en índice de actividad económica y lo fiscal, además de avance en finanzas del ICE y una docena de carros para apagar incendios forestales.
También fueron parte del guión las respuestas agrias del mandatario contra magistrados que frenaron el proyecto de jornadas de 12 horas, contra diputados que adversan esa propuesta, contra la Contraloría por frenar el proyecto “Ciudad gobierno” y contra el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) por rechazar la ocurrencia de idea de ceder un terreno suyo para construir el nuevo hospital de Cartago. En la mira en una sola transmisión estuvieron magistrados, diputados, órgano de control y academia, pero no sólo ellos.
Chaves también aprovechó una cómoda pregunta para volver a calificar como mentiras publicaciones de medios de comunicación críticos del Gobierno y criticarlos por no enviar a sus periodistas a la transmisión en vivo de los miércoles. Sin embargo, se presentó como defensor de la libertad de prensa (“daría mi vida”) y se ufanó de un premio que le otorgó una asociación de periodistas desconocida en el país, llamada Prensamérica.
De la conferencia quedaron resonando algunas frases llamativas: “soy un campesino humilde”, “vengo de un mundo corporativo mundial” y “usted siempre trae buenas noticias (al ministro de Economía)”. También pronunció “a mí no me gusta pelear” y para ejemplificar cómo se siente recibir órdenes de la Contraloría pensó que era buena idea poner la mano derecha en forma de pistola y apuntar a la cabeza de su presidente del ICE, Marco Acuña. “Si usted se mueve jalo el gatillo, le advierto no más”, dijo como metáfora.
El “jefe” como lo llamaron en varias ocasiones sus subordinados, ante la crítica de algún comentarista en las redes, intentó enfocar su mensaje final apelando al optimismo: “celebremos que este país cada día está progresando”.
La encuesta deja ver que ese optimismo se ha ido reduciendo en la población, pues casi el 80% opina que ha empeorado la inseguridad y esta es señalada como mayor problema del país, una preocupación con la que el Gobierno dice coincidir. Sin embargo, también el 71% de la población señala que la corrupción ha empeorado en el último año y sobre esto no hubo alusión alguna en la escueta declaración de la Presidencia.
Si bien el saldo de popularidad del gobierno de Chaves sigue siendo favorable, este pasó de 62 puntos a 18. Además la valoración específica sobre la figura del mandatario también se desinfla pues tras alcanzar un apoyo récord de 79%, en agosto del 2022, y tener solo 9% de reprobación, ese balance ahora pasa a 51% favorable y 29% desfavorable.
Este desgaste se ha venido reflejando poco a poco y se consolida tres meses antes de las elecciones municipales que son vistas por el movimiento afín al mandatario como una prueba de poder, a pesar de que por ahora sólo 12% de la gente expresa deseo de votar en febrero por “el partido del Presidente”.
