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Ante sismos en la costa, los primeros 15 minutos pueden ser vitales antes de una alerta de tsunami

Los mecanismos para confirmar el posible peligro pueden tomar más tiempo del que requiera el maremoto para llegar a la tierra.

Pocos minutos habían pasado tras el fuerte sismo de las 15:15 horas de ayer, cuando el Sistema Nacional de Monitoreo de Tsunamis (Sinamot) a través de sus redes sociales indicó que “si usted está en la costa y sintió el sismo muy fuerte o muy largo debe evacuar inmediatamente. El tsunami puede llegar antes que nuestro reporte”.

Afortunadamente, la evacuación no fue necesaria, no se produjo ningún tsunami o maremoto y poco después el propio Sinamot confirmó que no había peligro.

Más tarde, por la misma vía se ofreció la explicación de que la información sísmica se recibe 15 minutos después del sismo, luego se toma 10 minutos para procesarla, generar un reporte y comunicarlo, a lo cual se suma además el tiempo que le tome a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) en comunicar la alerta a sus comités.

“Hay zonas costeras en el país en las que un tsunami puede llegar en 15, 20, 30 o 40 minutos. Es por eso que ante una alerta natural de tsunami, como por ejemplo un sismo, cada persona o familia debe tomar la decisión de auto evacuar si el sismo fue lo suficientemente fuerte (caída de objetos, dificultad para estar de pie) o largo. En esos casos el tsunami podría llegar antes que nuestro reporte”.

Por ello, el Sinamot hizo un llamado a aprovechar el simulacro nacional del 11 de agosto para hacer un plan familiar que incluya tsunami.

Al respecto Silvia Chacón, oceanógrafa física y coordinadora del Sinamot, detalló que “nos activamos con cualquier sismo mayor a magnitud 6 cerca del océano Pacífico, Atlántico o el mar Caribe”.

Según explicó, si se trata de un fenómeno en territorio nacional, se recibe la información del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori, de la Universidad Nacional), la Red Sismológica Nacional (RSN, de la UCR) o del Laboratorio de Ingeniería Sísmica el Instituto de Investigaciones en Ingeniería (INII) de la UCR.

Por otra parte, cuando se trata de sismos lejos del país, se recibe el boletín de parte del Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, que también cubre el Caribe y está en Hawaii.

Chacón llamó laatención al hecho de que el personal del Sinamot son cuatro personas, por lo que no están en capacidad de monitorear la información 24 horas al día, siete días ala semana,por lo que dependen de una llamada de la CNE y también reciben apoyo de la Unidad de Ingeniería Marítima de Ríos y Estuarios (Imares), del INII.

Chacón detalló que el análisis de la información que reciben “no es algo que se pueda programar en una computadora”, pues depende mucho del criterio técnico de las personas y su experiencia.

En primer lugar, se hace un análisis de parámetros del sismo, como la magnitud, la profundidad y la zona, “lo cual nos dice cuál es el tipo más probable de sismo que se registró (subducción o rumbo lateral), ya que las instituciones tardan un cierto tiempo, como media hora, en definirlo”.

Luego, en el caso de sismos más lejanos, se determina su dirección. “Los sismos -explicó la oceanógrafa- suelen romper en áreas parecidas a un rombo u óvalo, la energía se libera siempre perpendicular a la longitud de esa área en base a las orientaciones de las zonas de subducción del mundo, ya tenemos las direcciones ubicadas cuando se dirige a nosotros”.

Informó que se trata de dos “trincheras”, una en Colombia-Ecuador y la otra al norte de Nueva Zelanda. “Nos mandan la energía (del sismo) directamente a nosotros, en el primer caso tarda dos horas en llegar, en el segundo, 15”. En ese caso, informó que el desarrollo del maremoto se puede seguir a través de bollas oceánicas u otros instrumentos.

Tras apuntar que en el océano profundo un tsunami puede alcanzar la velocidad de un jet, “pero se frena conforme se acerca a la costa”, detalló que a la magnitud, tipo y dirección de los sismos, se suma el análisis de las características del fondo submarino, como cordilleras o fosas

Finalmente, se echa mano también de datos históricos, para determinar que desde ciertos sitios, como Chile, difícilmente impactará el fenómeno.

Finalmente, Chacón se refirió al “mito” de que en Costa Rica no sucede este tipo de fenómenos, y apuntó que en el registro histórico constan 40, aunque la mitad de ellos no fue percibida.

Recordó que con ocasión del terremoto de Limón en 1991, un tsunami mató a tres personas.

Muchas son las variables que inciden en la formación y fuerza de un maremoto, pero aún cuando la ciencia ya ha identificado los patrones de alerta, la información en algunos casos puede llegar demasiado tarde, por lo cual es siempre pertinente que ante terremotos o sismos fuertes en zonas costeras las personas busquen sitios altos hasta tener seguridad de estar fuera de peligro.

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