La incorporación de Costa Rica a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) podría generar grandes beneficios para el país, con la implementación de políticas y herramientas que ya han sido probadas en naciones desarrolladas, pero será necesario cumplir con una serie de requerimientos, definir tareas y ponerlas en marcha. Y precisamente el trabajo y las acciones que se logren implementar este 2016 serán vitales en el proceso.
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Durante el año pasado se dieron tres hitos importantes en el proceso de adhesión, una en abril cuando el Consejo de OCDE invitó al país a iniciar el proceso, en julio se aprobó la hoja de ruta que se seguirá y que fija los términos para la futura membresía y en octubre que se desarrolló la misión de lanzamiento. Todos estos pasos fueron en cumplimiento de lo que pedía la organización.
UNIVERSIDAD conversó con el ministro de Comercio Exterior, Alexander Mora quien explicó que para este año y el 2017 la agenda de trabajo será intensiva, orientada a dar cumplimiento a la negociación y suscripción, que se conoce como memorándum inicial, que es un documento donde Costa Rica fija su posición ante todos los instrumentos legales que utiliza OCDE.
En total la organización cuenta con 270 instrumentos, compuestos por estándares, principios, protocolos, convenios y convenciones, y en estos momentos Costa Rica está analizando cada uno de ellos y definiendo su posición en cada temática, para lo cual 21 ministerios están realizando sus observaciones y las acciones que se pueden implementar.
“Los instrumentos son estándares de buenas prácticas que tienen que ver con materias como competencia, defensa del consumidor, estándares laborales, el tema de género, principio de gobierno corporativo de las empresas del Estado, transparencia fiscal, financiera, manejo de la información de seguros, pensiones, mecanismos para prevenir el soborno, buena gobernanza, entre otros. Nuestra meta es que una primera versión del documento pueda ser entregado a finales de enero”, explicó el ministro Mora.
Algunos de estos instrumentos son de inscripción obligatoria y otros de acatamiento por conveniencia, pero las autoridades están dispuestas a incorporar la mayor cantidad de estándares, pues esto significa acercarse a las mejores prácticas internacionales.
Una vez presentado el memorándum inicial a la OCDE arranca formalmente el proceso de adhesión, inician las negociaciones y discusiones a través de 22 comités para evaluar la inversión que hace Costa Rica en cada temática. Los comités se reúnen dos veces al año, por lo tanto, el país tendrá dos oportunidades este 2016 y dos más el próximo año para exponer su posición y lograr la aprobación de los integrantes.
“Será necesario contar con aprobación de cada uno de los comités, de las acciones y avances propuestos en las diferentes temáticas, para entrar formalmente a la organización, es decir se requiere una opinión favorable y positiva de que se cumplen los requisitos, y dicho cumplimiento es verificado”, aclaró Mora.
El país ya ha realizado análisis de diversas temáticas, entre ellas comercio, inversión, gobernanza pública, educación técnica, y ha adelantado el estudio de materia de cohecho, soborno, competencia, asuntos sociales, empleo, trabajo, gobernanza corporativa del Estado y empresa privada, educación, mercados financieros, seguros, pensiones y están terminando el análisis del tema económico, el cual será presentado a mediados de febrero.
En paralelo se realizarán 21 estudios de diagnóstico, evaluación y recomendaciones de OCDE, donde diversas instituciones trabajarán a gran velocidad para cumplir con los tiempos.
Mirada empresarial pone la lupa en proceso
Por su parte los empresarios costarricenses consideran que la adhesión del país es un paso positivo, para adoptar políticas públicas que han demostrado ser exitosas, sin embargo son claros en señalar que hay acciones tomadas por el gobierno con las que no concuerdan.
Así lo enfatizó Francisco Llobet, presidente de la Cámara de Comercio de Costa Rica, quien considera que el proceso se ha visto empañado por una serie de acciones por parte del Ministerio de Hacienda, estableciendo nuevos proyectos, aduciendo que son requisitos de la OCDE, tal es el caso del registro de accionistas de las empresas solicitadas por las autoridades fiscales.
“A pesar de ello considero que el principal beneficio desde el punto de vista empresarial es lograr una mayor competitividad para las compañías instaladas en el país, además de la apertura de mercados y la posibilidad de mayor inversión, pues para la OCDE son políticas para favorecer el crecimiento económico”, comentó Llobet.
Para el empresario la incorporación traerá la oportunidad de contar con estabilidad en las políticas macroeconómicas y regulatorias, una mejora del aparato estatal, a través de un Estado más eficiente, ágil y transparente, generando mayor competitividad para las compañías locales y la atracción de inversión extranjera.
Por su parte, Francisco Gambo, director ejecutivo de la Cámara de Industrias de Costa Rica, ve como una excelente oportunidad para el país la adopción de políticas públicas que corresponden a las buenas prácticas que se realizan en países desarrollados y apuesta porque se incorporen medidas efectivas para la transparencia, la rendición de cuentas y la lucha contra la corrupción para impactar en el clima de negocios e inversión.
“Se debe trabajar principalmente en mejorar la eficiencia del Estado, pues para nadie es un secreto que existe un exceso de burocracia y duplicidad de funciones. Adicionalmente, el proceso de adhesión debe trabajarse en conjunto con el sector privado, para poder cumplir con lo establecido en la hoja de ruta presentada por Costa Rica en julio del año pasado”, añadió Francisco Llobet.
¿Qué proceso ha tenido Costa Rica en OCDE?
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) fue fundada en 1961 con la misión de promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las naciones, a través del intercambio de conocimientos, compartir experiencias y buscar soluciones a los problemas más comunes de las sociedades.
En la actualidad cuenta con 34 países miembros, los cuales se reúnen para intercambiar información y armonizar políticas para incrementar su crecimiento económico, social y ambiental, con el manejo de mediciones y estadísticas, que incluyen la productividad y los flujos globales del comercio y la inversión.
La OCDE es conocida como el Club de los países ricos, y cuenta con 200 comités, grupos de expertos y grupos de trabajo que intercambian la información, discuten y revisan los progresos alcanzados en áreas como ciencia, comercio economía, educación, empleo o mercados financieros.
Se trata de una plataforma programática que puede ayudar a Costa Rica a identificar, diseñar y proponer mejores prácticas para contar con una administración más eficiente y transparente, orientada a mejores políticas públicas, promoviendo un mayor crecimiento económico, la lucha contra la corrupción, la eficiencia en la gestión pública, entre otros.
Desde el año 2010 el país comenzó su acercamiento con la OCDE, en un inicio como una alternativa de colaboración y más adelante en el 2012, Costa Rica presentó formalmente su interés de adherirse a la organización.
A partir de entonces se intensificó el trabajo con cada uno de los países miembros y se comenzó la participación directa de ministerios e instituciones públicas en órganos técnicos y en 2013 la Consejo Ministerial de OCDE acordó trabajar con Costa Rica para preparar su proceso de adhesión.
