Un análisis realizado por el Laboratorio Nacional de Aguas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) confirma que el agua de las nacientes Plantón y Carlos Calvo, que abastecen a la comunidad de Cipreses, en Oreamuno de Cartago, contiene derivados del fungicida Clorotalonil en cantidades por encima del máximo permitido.
De acuerdo con el resultado de la muestra de agua tomada el pasado 26 de setiembre, el 1,3-dicarbamoil-2,4,5,6-tetraclorobenceno (derivado del Clorotalonil) está presente en la naciente Plantón en una cantidad de 19,36 ug/L (microgramos por litro), cuando la presencia de estos químicos debe ser menor a 0,1 ug/L.
Mientras que en la naciente Carlos Calvo está presente en una cantidad de 1,73 ug/L.
Los resultados llevan el código AYA-FPT-011B y son firmados por el jefe del Laboratorio de Química Luis Zúñiga Zuñiga y aprobados por Darner Mora Alvarado, director del Laboratorio.
En un oficio enviado por Carlos Ramírez Vallina, de la unidad de Gestión de Acueductos Rurales del AyA, se indica que “los resultados obtenidos confirman que los niveles de metabolitos se encuentran sobre el parámetro establecido por el Reglamento para la Calidad del Agua Potable para plaguicidas, el cual es de 0.1 ug/L”. El oficio fue enviado el pasado 25 de octubre a la oficina jurídica del AyA.
El 20 de octubre pasado, el Ministerio de Salud ordenó a Virgilio Ulloa Ulloa, presidente de la ASADA, a clausurar inmediatamente las fuentes Plantón y Carlos Calvo, debido a la ausencia de información sobre riesgos a la salud que presenta la presencia de derivados del fungicida Clorotalonil en el agua.
El Ministerio de Salud también ordenó al AyA brindar agua a la comunidad de manera inmediata, “por medio de camiones cisterna o cualquier otro mecanismo, que asegure disponibilidad de agua segura para consumo humano”.
Reacción desde el Frente Eco Cipreses
Las nacientes de Plantón y Carlos Calvo abastecen a una población de más de 2.500 personas en Cipreses, una comunidad eminentemente agrícola.
De acuerdo con información del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (IRET-UNA) el Clorotalonil es un fungicida que se usa en hortalizas, apio, culantro y cebolla, entre otros. Es el segundo fungicida de mayor importación en el país, aunque ha sido prohibido en 32 países, al ser considerado un plaguicida altamente peligroso debido a sus probabilidades de producir cáncer.
Fabián Pacheco, integrante del Frente Ecologista de Cipreses -conformado por vecinos de la zona- declaró a UNIVERSIDAD: “Se confirma lo que temíamos. Es una realidad que el agua está contaminada con productos de Clorotalonil. Y lo que más nos preocupa es qué va a pasar con el agua de nuestra comunidad, cuánto tiempo dura un proceso de descontaminación así. Y no vemos que se tomen las medidas para que se deje de sembrar en el área de recarga acuífera a estas alturas con estos resultados. Mientras más tiempo pase y sigan aplicando Clorotalonil sobre el área de recarga acuífera, más tiempo pasará para descontaminar el agua. No solo se afecta la vida humana sino la vida acuática y la vida silvestre”.
Pacheco explicó que estos resultados vienen a confirmar lo que ya venían señalando desde el año pasado en varias conferencias de prensa, cuando expusieron los resultados de análisis realizados por el IRET-UNA, que no habían querido ser reconocidos por las autoridades. Los resultados del IRET-UNA confirmados, habían sido contrastados mediante análisis de laboratorios en Suiza.
“Esto verdaderamente marca un antes y un después, el que las instituciones hayan confirmado, aceptado, estos resultados en Cartago; nunca había sucedido. Sienta un precedente muy fuerte para todo el mundo. Hace que todos, agricultores, Asadas, instituciones, población en general, finqueros, pongan sus barbas en remojo y quizás aquí haya una de las respuestas de por qué Cartago es uno de los lugares con mayor cáncer gástrico en el mundo”, señaló Pacheco.
