Vecinos de la zona costera de Montezuma, en Cóbano, preocupados por la intensiva aplicación de agroquímicos en todo el distrito, decidieron realizar análisis de laboratorio al agua, y descubrieron la presencia de hidrocarburos en el agua potable, así como más de 20 agroquímicos en el agua de un río.
Así lo informó a UNIVERSIDAD el grupo Costa Rica Libre de Tóxicos (CRLT), un colectivo de habitantes costarricenses y extranjeros residentes del distrito de Cóbano, que se formó en 2018 ante el uso desproporcionado de plaguicidas en la comunidad, según contaron.
Los resultados de los análisis de agua del tubo de la cocina de una casa en Montezuma muestran presencia de hidrocarburos (C28-C40) en una concentración de 0,34 mg/L (microgramos por litro), cuando el nivel permitido es 0.
Asimismo, en una de las tantas quebradas que desembocan en el río Montezuma, se encontraron más de 20 diferentes tipos de agroquímicos, entre ellos el insecticida diazinón, el fungicida tetraconazol, el plaguicida malatión y el pesticida endosulfán. Debajo de dicha quebrada se encuentra el río Montezuma y la catarata de Montezuma, informaron los vecinos.
El insecticida clorpirifos se encontró en una concentración de 0,078 mg/L (microgramos por litro), cuando el El límite permitido en el agua es 0,010 mg/L. El valor máximo permitido al que se puede exponer una persona es es 0,2 mg/metro cúbico, de acuerdo con el Manual de Plaguicidas de Centroamérica, de la Universidad Nacional (UNA).
El clorpirifos es considerado de “toxicidad aguda” y como “neurotóxico” (daño en el sistema nervioso central). La exposición crónica de humanos al clorpirifos causa síndrome tipo influenza (debilidad, anorexia y malestar general), desorientación, pérdida de memoria, irritabilidad, insomnio, dificultad para hablar o depresión severa.
Los muestreos fueron tomados en febrero pasado y los análisis fueron realizados por un laboratorio privado. En total, la vecina desembolsó $3.000 (aproximadamente ₡1.523.896) por estos, según se comunicó.
Aplicación intensiva de agroquímicos
Integrantes del CRLT explicaron a este medio que después de que trascendió la contaminación del agua con xilenos (hidrocarburos) en el agua potable de Moravia, Tibás y Goicoechea, una vecina quiso asegurarse de que el agua del lugar donde vivían en Montezuma estaba “limpia”, por lo que decidieron hacer los análisis de agua.
Desde el 2018 han denunciado el uso excesivo de agroquímicos en Cóbano. “El problema es que aquí el mayor uso que se le da a los plaguicidas es para el control de lo que llaman malas yerbas. En realidad no le dan un uso para lo que fueron diseñados, que fue para el área agrícola, sino que lo usan para limpiar los lotes baldíos”, afirman.
Los vecinos señalan que son los dueños de lotes, finqueros y ganaderos, los que rocían —o más bien contratan a trabajadores para que lo hagan— en las rondas, frente a escuelas, comercios, viviendas y ríos. Asimismo, denuncian que muchos trabajadores que los aplican nunca usan equipo protector, sino que lo hacen con camiseta y pantaloneta.
“Queremos que la gente haga conciencia que (de) los pesticidas, herbicidas y plaguicidas que están usando hay unos que quedan en el suelo, otros son muy volátiles y se arrastran con el viento o la lluvia. Aquí la tierra es de arcilla y va muy rápidamente al manto acuífero. Es inevitable que los pesticidas que se rocían lleguen a las aguas subterráneas que es de donde consumimos el agua”, afirman.
¿De dónde viene el agua?
CRLT aclaró que no tienen claro de dónde proviene el agua potable que se provee a través de la Asada de Montezuma y afirmó que contactaron a sus administradores para compartirles los resultados de los análisis, y que esta realizará ahora sus propios análisis.
UNIVERSIDAD contactó vía telefónica y por correo electrónico a la Asada de Montezuma para que se refiriera al tema; pero no se obtuvo respuesta antes de la fecha de cierre.
Este medio contactó al Ministerio de Salud y mediante la oficina de prensa se informó que la Dirección del Área Rectora de Salud Peninsular revisa los resultados de laboratorio que se toman de dicha Asada cada seis meses.
El Ministerio confirmó que recibió la queja de la vecina de Montezuma, así como el reporte de laboratorio, por lo que “se procedió a investigar la situación, obteniendo información sobre la posible mala práctica de mezclar el agua de la Asada con el agua de un pozo propio artesanal en la misma vivienda”.
Solicitan restringir uso de agroquímicos
Según muestran documentos, CRLT ha presentado varias denuncias ante el Ministerio de Salud relacionadas con vertido de sustancias al río Montezuma, malos olores y contaminación de fuentes de agua.
El 4 de diciembre de 2018, el Concejo Municipal de Cóbano aprobó “prohibir el uso de herbicidas con glifosatos en todas las zonas públicas comunales del distrito de Cóbano, como plazas, parques, áreas recreativas, centros educativos, rondas de calles y todas las instituciones públicas”, así como “divulgar este acuerdo por medio de las redes sociales y personalmente, si es necesario, a los finqueros e instituciones públicas”, según el oficio CMS 085-2019. Sin embargo, CRLT asegura que dicho acuerdo nunca se ha aplicado en la zona.
Desde 2019, el CRLT, con apoyo de las Asociaciones de Desarrollo Integral de Montezuma, Malpaís y Santa Teresa, la Cámara de Turismo Zona Azul y la organización Nicoya Peninsula Waterkeeper, han solicitado al Concejo Municipal del Distrito de Cóbano que suspenda el uso de agroquímicos en un perímetro de 800 metros de centros de cuidado diario, escuelas y colegios del distrito de Cóbano para reducir las afectaciones a la salud de la población ante la exposición a agroquímicos.
Sin embargo, luego vino la pandemia y CRLT explicó que todo el avance se paralizó.
Se contactó al Concejo Municipal del Distrito de Cóbano para obtener una declaración al respecto; pero no se obtuvo respuesta.
Cabe recordar que, desde 2019, el Ministerio de Salud prohibió el uso de herbicidas de uso profesional y agrícola en ambientes donde vivan, circulen, permanecen, o concurren personas (viviendas, edificios, instalaciones públicas y privadas, comercios, vehículos públicos y privados, jardines interiores y exteriores y líneas férreas).
