Un amplio grupo de 60 padres de familia y estudiantes de distintas partes del país solicitaron este viernes al director Director de Gestión y Evaluación de la Calidad del Ministerio de Educación Pública (MEP), Pablo Mena, suspender la aplicación de las pruebas FARO durante este año, pues consideran que el impacto de la pandemia ha sido mucho y que es injusto realizarla.
Cinthia Sáenz es madre de familia de un estudiante del Colegio Técnico Profesional de Mercedes Norte. Ella al igual que su hijo, que actualmente cursa duodécimo año, están en desacuerdo con la aplicación de las pruebas FARO debido a la poca preparación que han recibido.
“Hoy consideran hacer la prueba cuando ellos tienen más de un año de no recibir lecciones (de materias académicas) presenciales. Los estudiantes tienen mucha preocupación y temen por su futuro. (…) Ahora ni siquiera se hacen los famosos ‘centros’. Ellos dicen que estas pruebas son para censar, pero entonces no le deberían poner valor”, externó Sáenz.
“Les hemos dejado saber que nuestra intención es que se suspendan, por eso hoy nos manifestamos. (…) Hoy le dijimos a don Pablo que no queremos que nos regalen nada. Se quiere solo un trato justo y equitativo”, agregó.
Destacó que esta generación no solamente ha sido afectada por la pandemia, sino también por los embates generados por la huelga del 2018, la cual dejó a los estudiantes sin clases por 90 días.
Sáenz mencionó que en la reunión, el director de Gestión y Evaluación de la Calidad, Pablo Mena, abordó las inquietudes de los 60 padres de familia y estudiantes, y les indicó que la decisión de suspender la prueba se encuentra en manos del Consejo Superior de Educación (CSE).
“Ellos están claros en que van a realizar las pruebas FARO. Inclusive nos dijeron al final de la reunión que los dejáramos hacerlas y que después en la marcha se veía”, alegó.
Consultados sobre el tema, la jefa de la Contraloría de Derechos Estudiantiles del MEP, Rocío Solís, comentó que efectivamente la reunión virtual entre ambas partes se llevó a cabo este viernes y que en esta se abordaron las distintas dudas tanto de padres de familia como de estudiantes.
“A raíz de la falta de información gestionamos esta reunión para que pudieran preguntarle y expresar las inquietudes que tienen. Creo que la reunión fue bastante fructífera, se les respondieron preguntas”, mencionó Solís.
Estudiantes preocupados
Una de las estudiantes preocupadas por la eventual realización de las pruebas es Michelle Zapata, estudiante de duodécimo año del Colegio Técnico Profesional de CTP de San Isidro de Heredia.
Zapata externó que esta generación ha sido afectada tanto por la huelga como por la pandemia, y que el año pasado no recibieron todos los contenidos que debieron recibir.
“Hacen que nos estresamos más de lo normal. Deberían hacerlo como un diagnóstico”, mencionó la joven.
A las críticas se sumó Johan Navarro, estudiante de duodécimo año del CTP de Mercedes Norte. El joven indicó que el MEP los ha tomado como “conejillos de indias”.
“Por el historial de circunstancias que hemos pasado siento que no se dio una preparación apta. Si a los del año pasado se les canceló, nosotros estamos peor. Nos toman como conejillos de indias. Siento que eso nos va a afectar bastante en nota y eso nos va a afectar en el cambio a la U. Solo de la especialidad he tenido clases presenciales. Para académicas no hemos recibido”, señaló Navarro.
En esa misma línea, Samantha Benavides, estudiante del mismo centro educativo indicó que “no entiendo la lógica de por qué a ellos (generación 2020) no se las hicieron y a nosotros sí. Yo siento que somos un experimento. A mi no me hubiera molestado si nos dicen que es un diagnóstico. No he hecho un examen con tanta materia encima. Hemos perdido la práctica de ser evaluados. Tenemos mucho tiempo de no hacer exámenes”.
Finalmente, Tabatha Gutiérrez, aseguró que el MEP cree que los estudiantes poseen ciertas habilidades; sin embargo, no toman en cuenta que esta generación ha atravesado muchas dificultades. Además, la situación ha afectado anímicamente.
El año anterior, el Consejo Superior de Educación realizó la suspensión de las pruebas FARO, las cuales miden el dominio de habilidades. En esa ocasión, la ministra de Educación Pública, Guiselle Cruz, externó que “las condiciones provocada por la pandemia del COVID-19 y el impacto en el curso lectivo vuelven injusta una evaluación estandarizada para los cerca de 70 mil estudiantes de último nivel de secundaria”.