La falta de infraestructura y de capacidad instalada debe ser abordada por las autoridades si se quieren reducir las listas de espera para procedimientos diagnósticos y quirúrgicos en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), destacaron médicos especialistas y dirigentes gremiales del sector salud.
Mario Alberto Quesada Arce, presidente del Sindicato Nacional de Médicos Especialistas (Siname), aseguró que siempre han destacado que el problema de las listas de espera es multifactorial: “en algunos lugares de falta de personal y en otros de falta de capacidad instalada”.
Quesada explicó que, por ejemplo, en el área de cirugía plástica en el Hospital México, redujeron la lista de espera de cuatro años a año y medio, en menos de un año, con cuatro cirujanos plásticos y dos salas de operaciones a la semana. “¿Por qué no podemos mejorar eso? Porque aunque tuviera 20 cirujanos plásticos, sólo tengo dos quirófanos a la semana”.
“Es necesario potencializar al máximo la capacidad instalada en la CCSS, para lo cual se requiere de una reingeniería operativa y de la colaboración entre hospitales, clínicas y Ebais”. (Lenín Hernández, Sinae)
De la misma forma, comentó el caso de México, que contrató al régimen cubano 1.200 médicos cubanos: “¿Qué gano yo con traerme 60 cirujanos generales y 40 ortopedistas, por citar solo unos números, y dónde los ponés a operar y dónde hospitalizás a los pacientes?”, preguntó.
“Desafortunadamente, aunque trajéramos 200 o 500 especialistas, en este momento, eso solventaría el problema solo parcialmente”, enfatizó Quesada.
Las “instalaciones prácticamente colapsadas dejan muy poco espacio para aumentar la cantidad de procedimientos”, declaró Quesada. El médico ha denunciado que el país tiene un rezago de casi 50 años en capacidad instalada, infraestructura y equipos en hospitales y clínicas.
“En estos últimos gobiernos nos hemos dado a la tarea de reconstruir hospitales viejos, pero sin sumar número de camas, quirófanos o equipamiento, tales como mamógrafos, tomógrafos, ultrasonidos y equipos radiológicos en general, entre muchas otras falencias”, señaló Quesada.
Lenta construcción de infraestructura
Luis Chavarría, secretario general de la Unión Nacional de Empleados de la Caja y la Seguridad Social (Undeca), señaló que las lista de espera también han obedecido, en parte, a infraestructura destruida que no ha podido reconstruirse y a espacios hospitalarios que se construyeron hace décadas y “son espacios superados” o “ya no dan abasto ante el crecimiento de la población”.
Citó como ejemplo el caso del Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia, una parte del cual fue consumida por el incendio del 12 de julio de 2005. El nuevo edificio de siete niveles, conocido como Torre Este, recién fue terminado en agosto de 2020; pero aún no está habilitado al cien por ciento.
Otro caso es el Hospital Monseñor Sanabria, en Puntarenas, el inmueble más afectado por el terremoto del 2012. Ahora solo tiene tres pisos de los diez originales, ya que los siete pisos superiores debieron ser demolidos en su totalidad.
El nuevo hospital Monseñor Sanabria, cuya inversión asciende a ₡135 mil millones, recién se empezó a construir en enero de este año con financiamiento bipartito entre el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y la Caja y se espera que esté terminado hasta el primer semestre del 2024.
Se requiere potenciar la capacidad instalada
Lenín Hernández Navas, secretario general del Sindicato Nacional de Enfermería (Sinae), indicó que desde el 12 de mayo entregaron una nota sobre las listas de espera al presidente Rodrigo Chaves, en la que afirmaban: “Es necesario que, a corto tiempo, se logre potencializar al máximo la capacidad instalada en la CCSS para realizar procedimientos diagnósticos, terapéuticos y cirugías menores para lo cual se requiere de una reingeniería operativa y de la colaboración entre Hospitales, Clínicas y Centros de Atención Integral en Salud”. La nota nunca fue contestada, afirmó el líder sindical.
Cuando se dice “capacidad instalada”, se refiere al potencial de producción que se puede lograr durante un período determinado, considerando todos los recursos que tienen disponibles (equipos, instalaciones, recurso humano).
Con respecto a potenciar al máximo la capacidad instalada, precisamente, esta semana el Hospital Calderón Guardia anunció que realizaría jornadas de procedimientos quirúrgicos mediante cirugías ambulatorias a pacientes que no requieren internamiento.
El director general del HCG, Taciano Lemos Pires, informó que en alianza con la Unidad Técnica de Listas de Espera (UTLE) de la Caja, se está llamando a 1.776 pacientes en espera de cirugía de los servicios de urología, vascular periférico, ortopedia, ginecología, neurocirugía, oftalmología y otorrinolaringología, para operarlos.
Los procedimientos son únicamente cirugías ambulatorias a pacientes que no requieren internamiento y empiezan a las 4 p.m. de lunes a jueves y los viernes a las 3 p.m. Estas jornadas iniciaron el 5 de setiembre anterior y, al 15 de setiembre, se habían realizado las primeras 133 cirugías. Se extenderán a lo largo de seis meses, se informó.
Según cifras del Sinae, a mayo del año 2021 había 175.489 pacientes esperando una consulta especializada y 146.711 esperando una cirugía.
De acuerdo con declaraciones que dio la presidenta ejecutiva de la Caja, Marta Esquivel Rodríguez, a UNIVERSIDAD, actualmente, hay entre 177.000 y 180.000 personas en lista de espera, y, eventualmente, se podría llegar a 200.000 en diciembre, lo que incluye cirugías y procedimientos.