Aldesa impulsa acuerdos con diversos inversionistas de proyectos liderados por la empresa, pero el reciente rechazo del Juzgado Concursal de la solicitud de Administración por Intervención Judicial podría significar la quiebra de toda la corporación, lo que dejaría sin efecto estos convenios.
Precisamente, Aldesa confirmó a UNIVERSIDAD que el proyecto inmobiliario Terra Verbena reiniciaría su construcción, y que había sido cedido por la empresa como parte de un arreglo de pago por $54 millones que firmó con más de 100 inversionistas.
Según una respuesta brindada por la empresa, a través de correo electrónico (la vía oficial por la cual responden a la prensa), Terra Verbena pasó a manos de una nueva junta directiva con representación de los inversionistas y sería el mismo órgano el que definiría el reinicio de la construcción.
Otro acuerdo fue ceder el edificio de Aldesa, en el cual unos 15 inversionistas habían puestos sus dineros. Para ello, cinco inversionistas grandes compraron su parte al resto de personas, pero por un valor entre el 50% y 30% de lo que habían invertido.
Resulta que el pasado 11 de noviembre el Juzgado Concursal del I Circuito Judicial notificó a Aldesa que su solicitud era rechazada por no cumplir con la petición de aportar los libros contables de la sociedad Infinito Versol S. A., la lista de activos de doce sociedades y la lista de pasivos de otras doce sociedades.
En este sentido, la compañía indicó que sus abogados iban a presentar dentro del plazo de ley un recurso de revocatoria con apelación en subsidio, pero parece que ya los inversionistas no creen en las explicaciones de los voceros de la corporación y están considerando otro tipo de medidas.
¿Quiebra inminente?
Precisamente, sobre este tema, la comisión de inversionistas, que se conformó meses atrás, emitió un comunicado en el cual indicó no comprender cómo es que, después de tanta impericia de parte del equipo legal de la empresa, éste aún incurre en tales faltas con el juzgado.
“Aldesa anunció que va a apelar la resolución, pero esta situación es totalmente inaceptable. Seguimos estudiando el planteamiento de las demandas correspondientes sobre lo que estaremos informando”, señalaron en su comunicación.
Por su parte, David Quesada, encargado de comunicación de la comisión de inversionistas comentó que en un principio apostaron a la Administración por Intervención -una medida que intervenía y reorganizaba la administración de la corporación y sus proyectos-, porque era más probable recuperar los negocios a cargo de las sociedades de Aldesa.
“Resulta que ya esta fue la segunda instancia de rechazo por parte del Juzgado de la solicitud y consideramos que ya no hay tiempo para establecer una tercera solicitud, dado que la intervención puede hacerse en un máximo de seis meses de la cesación de pagos, tiempo que ya venció”, indicó.
Quesada fue enfático en que el juzgado nunca ha estudiado el problema de fondo, no ha llegado ni siquiera al momento en que se revisa el negocio o las pruebas, sino que se quedó en la parte documental, lo que deja sobre una falsa base la posibilidad de hacer la intervención.
“Otro asunto que hemos visto es la aclaración que hizo la Superintendencia General de Valores (Sugeval) de que los fondos que son administrados por sociedades reguladas no pueden entrar en la intervención del juzgado, sino que le compete a este órgano intervenirlos. Para nosotros, la empresa ha estado entorpeciendo su propio proceso, han creado sus propios obstáculos y se equivocaron en lo más básico.
La repartición de los panes
De acuerdo con el abogado Ronny García, uno de las personas que mantiene una demanda contra uno de los proyectos de Aldesa, la solicitud de esta se hizo ante el Juzgado Concursal, porque se trata de un caso que incluye a muchos acreedores, quienes deben participar en la división del patrimonio del deudor de forma paritaria; es decir, a todos se trata por igual.
Pero hay que tener claro que la situación de quiebra de una empresa se determina a partir de la insolvencia, que en el caso de la compañía fue el 8 de marzo, cuando hicieron la solicitud de Administración por Intervención Judicial.
“No significa que Aldesa entró en insolvencia en ese momento, pero fue cuando todo el mundo se enteró de la situación; entonces se entra en un período de sospecha y es un juez el que determina desde cuándo podría haberse dado. Como no se aceptó esta solicitud, cualquier acreedor, inversionista o afectado por Aldesa podría plantear la quiebra”, dijo García.
Al declararse la quiebra, todos los bienes activos y pasivos de la empresa pasan a una masa común, la cual debe repartirse entre los acreedores.
En relación con los acuerdos tomados por Aldesa con acreedores en algunos de los proyectos, todos los inversionistas que se sientan afectados o excluidos pueden impugnar por haber beneficiado solamente a un grupo y, por tanto, estos convenios estarían sujetos a su disolución por parte de un juez y volver a la masa común de bienes.
Es decir, todos aquellos acuerdos tomados entre Aldesa, los inversionistas o acreedores podrían dar marcha atrás ante una eventual quiebra de la compañía, la cual cada vez es más inminente.
¿El reinicio de Terra Verbena?
Aldesa señaló que ya no está en control del proyecto Terra Verbena y que pasó a manos de un grupo cercano a los 100 inversionistas, además que las empresas que trabajarán en conjunto para sacar adelante el proyecto son la Constructora Traesa y el Banco Promerica, adicionalmente están en proceso de selección de un comercializador.
El megaproyecto Terra Verbena (antes Málaga City) impulsado por Aldesa Corporación de Inversiones, consistía en un complejo habitacional de 1.600 casas, ubicado en Alajuelita.
Inició como Málaga City en el 2015 y se esperaba que estuviera finalizado en 2020; sin embargo, en 2018 fue adquirido por Infinito Versol, subsidiaria de Aldesa, con una perspectiva de concluir en 2022.
Pero ya para junio pasado -cuando se detuvo el avance de la obra- estaba claro que no podrían cumplir con los tiempos establecidos, pues únicamente habían hecho movimientos de tierra y la construcción parcial de 72 casas.
Según David Quesada, los inversionistas decidieron hacer el acuerdo con Aldesa por Terra Verbena, pues el Banco Promerica tiene prioridad sobre la tierra; es decir, tienen prioridad para cobrar la deuda.
“Ante esa condición de guillotina no quedaba más que llegar a un acuerdo, de lo contrario los inversionistas perderían todo. Por ello se firmó un fideicomiso entre el banco y un grupo de fideicomitantes para evitar el remate de la propiedad y recuperar al menos una parte de lo invertido”, comentó Quesada.
Indicó el vocero de la comisión de inversionistas, que el plan es que el banco invierta el dinero, concluyan el proyecto, se pague la hipoteca en unos cinco años y luego de eso los inversionistas podrían recuperar alrededor del 25% de sus dineros.
No obstante, hay otro grupo de afectados, unas 500 familias que firmaron contratos con Infinito Versol (subsidiaria de Aldesa) y que entregaron millonarias sumas para cumplir su sueño de tener una casa propia y hasta la fecha solo han recibido excusas.
A pesar de que Aldesa informó que reiniciarán el proyecto, lo cierto es que los clientes que firmaron contrato solamente han recibido un pequeño comunicado por parte de la corporación.
Katarina Bonilla y su esposo (quien figura como cliente en el contrato con Aldesa) contó que les indicaron que en los próximos días les brindarían más información sobre la reactivación del proyecto, pero que en estos momentos se encontraba en manos de un comité ejecutivo de las empresas involucradas.
“Nos dijeron que Aldesa prácticamente sale del proyecto con el propósito de no ‘manchar’ su imagen y que este continúe. Entiendo que están en un proceso de transición de entrega por parte de la empresa a ese comité”, comentó Bonilla.
Esta información fue confirmada por Óscar Jara quien indicó a UNIVERSIDAD que recibió el mismo tipo de notificación, sin mayores detalles ni una explicación clara de lo que continúa en este proceso.
