Activistas, ecologistas y estudiantes denunciaron la tarde de este miércoles que luego de la marcha pacífica que tuvo lugar en las inmediaciones de Casa Presidencial, fueron perseguidos por al Fuerza Pública, quien incluso ingresó -sin permiso y en aparente violación a la autonomía universitaria- al campus de la Universidad de Costa Rica.
Durante la movilización, en la que varios cientos de personas protestaron por temas presupuestarios, educación, seguridad, salud y ambiente, oficiales de la Fuerza Pública se acercaron a una de las tumbacocos y le indicaron al dueño del vehículo, Luis Salas, que debía retirarse a pesar de tener todos los documentos personales del vehículo y permisos de perifoneo en regla.
Como estaba rodeado de estudiantes y activistas, indicó Salas, no pudo mover el vehículo y a cambio le pidieron que le bajara el volumen a los alto parlantes, instrucción que no acató pues considera que tanto él como quienes estaban en la marcha tienen derecho a la libertad de expresión y silenciarlos sería violentar ese derecho.
“Yo tengo todo en orden y hasta los permisos que tengo de perifoneo los pedí específicamente para marchas y protestas, no hay razón alguna para esta situación”, explicó Salas.
Según comentó el activista, en vista de que no se retiró le impusieron una multa de ₡70 mil y cuando se retiró del lugar, al final del evento, lo interceptó una grúa y oficiales que pretendían retirarle el vehículo.
Entonces, dijo, se trasladó acompañado por grupos estudiantiles al campus universitario con el fin de resguardar su vehículo, pero fue seguido por los oficiales quienes incluso entraron, aparentemente sin autorización, al campus.
“Oficiales de la Fuerza Pública ingresaron al campus de la UCR sin permiso para intentar detener a don Luis, que no ha hecho absolutamente nada ilegal”, dijo Artemisa Villalta, presidenta de la Federación de Estudiantes de la universidad.
Según la joven, Salas está resguardado en las oficinas federativas, pero se les informó que “por orden de Casa Presidencial” se emitió una orden de arresto contra Salas, aunque no saben por qué motivo.
UNIVERSIDAD pudo constatar mediante fotos que hubo ingreso de oficiales al campus aunque no pudo corroborar si fue autorizado debido a que no hubo respuesta a la llamada hecha por teléfono a la Oficina de Seguridad y Tránsito. Además, se verificó que en distintas entradas del campus y mientras esta nota se redacta, hay policías aparentemente esperando detener al activista.
Salas dijo que está considerando sus opciones, pero que le interesa especialmente saber de qué se le acusa.
“Ni al Diablo lo persiguen así, si lo hicieran, ya lo habrían agarrado”, dijo Salas.
La presidenta de la FEUCR concluyó diciendo que espera que la policía “no toque siquiera” el edificio federativo y que espera que la seguridad universitaria “proteja al campus y a la comunidad estudiantil, especialmente a quienes la representan”.
