País País alcanza récord de participación en elecciones municipales

Abstencionismo nacional retrocede, pero disparidades persisten

Votantes rurales acudieron a las urnas más que los urbanos. Participación total en comicios llegó al 35,2% del padrón.

La participación ciudadana en las elecciones municipales alcanzó el pasado domingo un nuevo punto alto, acelerando la caída del abstencionismo en los comicios de gobiernos locales, pero todavía persisten grandes diferencias entre los cantones que más y menos electores convocan.

6A-p-20-abstencionismoSegún el último corte parcial del Tribunal Supremo de Elecciones –el pasado lunes al mediodía, con 93% de las mesas escrutadas– la participación ciudadana llegó a 35,2%, la mayor para elecciones municipales desde el 2002 y la primera vez que supera el 30% del total.

A pesar de esta mejora, las disparidades entre los 81 cantones persisten: un grupo de cantones rurales y en su mayoría costeros encabeza la lista de participación ciudadana y otro conjunto de municipios urbanos y altamente poblados tiene los peores índices de asistencia a las urnas.

“Hay un tema de lo rural y lo urbano: la diferencia es muy marcada y muy clara. Los cantones de menor participación son urbanos o cabeceras de provincia; mientras que casi todos los cantones que tienen alta participación casi todos son rurales”, señaló el investigador del Estado de la Nación, Rónald Alfaro.

¿Cómo luce esta diferencia? Mientras que en cantones como Montes de Oro, Hojancha, Turrubares y San Mateo participaron más de 6 de cada 10 electores inscritos, en Goicoechea, Desamparados o Tibás lo hicieron menos de 3 de cada 10.

La diferencia es marcada por lo geográfico: ninguno de los cantones de la Gran Área Metropolitana (GAM) tiene un abstencionismo menor al 50%; por su parte, los municipios que oficialmente forman parte del GAM y tienen mejores indicadores (como Alvarado y Atenas) son los más alejados de las grandes urbes del país.

Alfaro y otros especialistas señalan dos factores que permiten explicar esta diferencia. Uno de ellos es la preponderancia política que tienen los gobiernos locales en cantones fuera del Valle Central.

“En alguno de estos cantones rurales, la Municipalidad es casi la única institución política presente en la comunidad. Es fácil ver que en estos cantones no está el Estado como Gobierno Central y como sí lo está en los cantones urbanos, donde están las instituciones y las sucursales en las distintas entidades”, apunta el investigador, quien también es docente de Ciencias Políticas en la Universidad de Costa Rica.

Aun más, los cantones que usualmente logran convocar a más electores a los comicios municipales mantienen su liderazgo nacional, mientras que lo mismo ocurre con el abstencionismo (vea recuadro – “Los líderes”).

“Hay una lista de cantones, que no solo son los de buena participación ahora sino que vienen siéndolo desde el 2002”, señaló el analista.

Pese a estos líderes, todavía el grueso de la población costarricense muestra una apatía con respecto a las elecciones municipales, aunque viene en retroceso desde que estos comicios se independizaron de las elecciones presidenciales y de diputados, en 2002.

Este año fue la disminución más significativa que en otros años. Mientras del 2002 al 2006 el abstencionismo bajó solo 1,55%, la contracción porcentual del 2016 con respecto a los datos de hace seis años ronda el 10%.

 

Sin embargo, Rotsay Rosales, académico de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, considera que la disminución obtenida en el porcentaje de abstencionistas pudo haberse quedado corta en relación con el esfuerzo realizado por el TSE para entusiasmar a los electores.

“Con el despliegue de atención mediática que tuvieron esas elecciones, casi similar a las nacionales, y los esfuerzos notables del TSE para fomentar la participación, más una participación importante de partidos nacionales, provinciales y locales, todo hacía esperar una mayor disminución en el abstencionismo”, apunta Rosales.

Sin embargo, como en cantones urbanos el abstencionismo se mantuvo sobre el 70%, existen alcaldes que fueron elegidos con apenas una fracción de los votantes del municipio. Rosales advirtió sobre asumir esto como un mandato menos sólido.

“Los niveles de participación no necesariamente están asociados con la legitimidad. Uno pensaría que una persona que va con un número significativo, lleva una aceptación sustantiva básica en cada democracia, pero hay democracias occidentales desarrollados con menores niveles de participación”, señaló.

 

¿Más opciones?

Un punto destacado de estas elecciones fue la oferta de partidos cantonales y esto es uno de los factores que incrementó la asistencia a votar, según el sociólogo y especialista en agrupaciones políticas, Rándall Blanco.

“De alguna manera, la creciente oferta partidaria permite a personas que tienen un cierto rechazo hacia la política tradicional encontrarse espacio en otros partidos”, apunta el analista.

Además, Blanco sostiene que las “lealtades partidarias diversas” –un fenómeno donde la rigidez del sistema político costarricense de la segunda mitad del siglo XX pierde solidez– también facilita la participación de los ciudadanos al no sentir el peso de la lealtad rígida que existía en décadas anteriores.

“Al no obligarme a votar una sólida y rígida afiliación partidaria, al flexibilizarse mis posibilidades y donde yo no tengo problemas en votar con otros partidos, el ciudadano siente que tiene mayores posibilidades de participación y decisión”, asegura.

Blanco apunta hacia un estudio realizado en setiembre del 2015 por el Instituto de Estudios Sociales en Población de la Universidad Nacional y que preguntaba a los costarricenses qué es la política: el 73% lo asociaban con lo que hacen los políticos, con juegos de poder y lo que hace el Gobierno, mientas que solo el 10% lo asoció con elecciones y derechos de ciudadanía.

“Como la gente asocia la política con lo que hacen los políticos, no se siente motivada a participar en elecciones porque creen que esto no les toca a ellos. Esto usted no lo cambia en una campaña, por más bienintencionada que sea”, concluyó.

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