País

Abstencionismo aumentó en 14 de los 38 cantones ganados en primera ronda por Fabricio Alvarado

Todos los cantones que había ganado Carlos Alvarado en la primera ronda aumentaron la participación electoral.

El presidente electo, Carlos Alvarado, logró la estrategia electoral más básica y difícil: hacer que la gente vote donde –convenientemente para él– tenía que votar.

Todos los 31 cantones en donde el Partido Acción Ciudadana (PAC) había ganado la primera vuelta disminuyeron el abstencionismo, pero eso no ocurrió de la misma manera en los cantones que le eran favorables al candidato evangélico Fabricio Alvarado. De hecho, el  abstencionismo aumentó en 14 de los 38 cantones favorables para el candidato del Partido Restauración Nacional (PRN).

Así, Carlos Alvarado logró movilizar con más fuerza las zonas que ya le eran favorables, mientras que Fabricio Alvarado se mostró incapaz de aumentar la participación electoral en un tercio de los cantones donde le apoyaban: especialmente en toda la provincia de Limón, donde la participación electoral disminuyó.

Así se desprende de un análisis de UNIVERSIDAD a partir de los resultados preliminares de la segunda vuelta del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), en comparación con los datos arrojados dos meses atrás en la primera vuelta electoral.

La participación de los votantes disminuyó en casi tres puntos porcentuales en Guatuso (ese fue el cantón donde más bajó la cantidad de participantes en las urnas), y tuvo caídas importantes en zonas como Limón Centro, La Cruz, Los Chiles o San Carlos: espacios clave en donde el discurso Fabricio logró mantener la victoria, pero no la misma anuencia de todos los vecinos a participar en las urnas.

Otros 24 cantones favorables a Fabricio Alvarado en la primera ronda aumentaron la participación, pero la mayoría de ellos (17) se volcaron hacia Carlos Alvarado.

Es decir, Fabricio Alvarado solo logró aumentar la participación electoral y mantener el triunfo –al mismo tiempo– en siete cantones de todos los 81 del país.

La participación electoral tuvo dos fenómenos opuestos para la segunda ronda: Limón y Cartago. Mientras que en todos los cantones de Limón disminuyó la cantidad de votos emitidos, en Cartago sucedió exactamente lo contrario.

Los cantones de Cartago repuntaron los mayores aumentos en la participación electoral con respecto a la primera ronda: en Alvarado, Jiménez y Oreamuno esos crecimientos fueron de casi tres puntos. Destaca especialmente el caso de Jiménez, uno de los pocos cantones que le había dado la victoria al Partido Liberación Nacional y que terminó decantándose por apoyar a Carlos Alvarado. En esa provincia la victoria para el candidato oficialista fue categórica.

Fabricio logró mantener el triunfo en la provincia del Caribe (ganó, de nuevo, en todos los cantones de Limón), pero no fue capaz de sacar a la gente a votar de la misma forma en que lo había hecho hacía dos meses. Cada uno de los cantones de esa provincia tuvo caídas en la participación electoral, especialmente en Limón Centro, una zona estratégica de casi setenta mil electores que representa casi un cuarto del padrón provincial, donde la participación cayó en casi dos puntos.

Contra todo pronóstico

Nunca en la historia de las segundas rondas (tres en total) se había observado una caída en el abstencionismo. Contra todo pronóstico, Costa Rica logró aumentar la participación electoral un domingo santo, en pleno período de vacaciones. Los datos electorales muestran un abstencionismo cercano al 33,54%, casi un punto porcentual menor al de la primera ronda.

Al menos 60 de los 81 cantones que participaron en la elección tuvieron aumentos en la participación electoral, y el voto en el extranjero alcanzó máximos históricos de asistencia: casi un tercio de los ticos en el extranjero inscritos salieron a votar este domingo. Según los datos preliminares, el voto en el extranjero reportó una participación de un 31,02% (en la primera ronda esa cifra era del 13,9%).

Sin embargo, el abstencionismo mantiene el rostro de la desigualdad. Mientras que en Barva de Heredia el abstencionismo fue de un 22,6%, en Talamanca la proporción fue de un 51,51%. Allí, más bien, ese fenómeno aumentó en la segunda ronda.

Para Hugo Picado, Director General del Instituto de Formación y Estudios en Democracia (IFED), del Tribunal Supremo de Elecciones, la baja participación electoral debe observarse como un fenómeno multicausal, aunque correlacionado directamente con la desigualdad.

“El abstencionismo electoral es solo un síntoma de la desigualdad y no se soluciona solo con campañas, pidiéndole a la gente que venga a votar. La participación electoral es solo una parte a veces ínfima de la vida social del ciudadano, y es solo un síntoma de los problemas de desarrollo humano que se evidencian ahí”, señaló Picado.

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