En una audiencia que modificó al proyecto de entrega del Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP), la superintendente de Pensiones afirmó que de los 2,7 millones de afiliados, solamente 1,2 millones son “aportantes activos”. Esto significa que el 55,6% de los afiliados no está dándole ingresos al fondo complementario.
“Esto lo que refleja es el problema de la informalidad laboral del país”, afirmó la superintendente, Rocío Aguilar sobre ese porcentaje.
Dentro de los perfiles de trabajadores que están afiliados al ROP, hay un grupo de “interinos”.
“Gente que tiene trabajo de vez en cuando, que pasa temporadas sin trabajo, y ahora (eso) se va a profundizar más. La mitad no tienen ni ¢2,5 millones (acumulados en el ROP)”, explicó Aguilar.
Una cuarta parte de los afiliados, es decir 540.000 personas, apenas tienen acumulados ¢800.000 colones. La mitad, dijo Aguilar, tienen un promedio de ¢2,5 millones.
“El 53% de las cuentas tienen muy baja aportación, menos de 70 cuotas. Solo un 24% cotiza 11 meses o más (al año), la mayoría son funcionarios públicos”, explicó Aguilar.
De acuerdo con la superintendente, el ROP tiene un acumulado histórico de ¢21.000 millones que pertenecen a “registros erróneos” que no pertenecen a dueños específicos.
La superintendente propone que esa cifra sea girada al Régimen no contributivo de pensiones.
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En este panorama del ROP, Aguilar presentó a los diputados una propuesta de ley que entregaría a las personas que se pensionen entre el 2021 y el 2030 sus fondos en la misma cantidad de años que usaron para obtenerlos.
En el caso de una persona que haya aportado 70 cuotas (es decir, haya laborado 5,8 años) esa es la misma cantidad de tiempo en el que recibiría su dinero.
A la fecha, Aguilar describe que el máximo que podría tener acumulado un trabajador son “240 cuotas”, las cuales equivalen a 20 años.
Eso significa que una persona que se pensione con esa cantidad de aportes en el 2021, terminaría de recibir su ROP íntegro hasta el 2041.
La dinámica descrita por Aguilar, favorece a los trabajadores que han aportado menos cuotas (quienes recibirían el dinero acumulado en una corta cantidad de tiempo, aunque con cuotas pequeñas) y los trabajadores que han tenido salarios jugosos por un largo periodo (porque sus cuotas serían más grandes y con intereses proporcionales, aunque la entrega estaría diluida por un periodo muy extenso).
En el actual panorama económico, con trabajadores suspendidos, contratos reducidos y una tasa de desempleo que asciende al 19% de la población, el ROP podría mantener la cifra de afiliados que no aportan cuotas.
En mayo, Aguilar dijo a UNIVERSIDAD que, por efectos de la pandemia, “este fondo estaría dejando de percibir por mes aproximadamente ¢1.130 millones”.
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