Un total de 5.793 personas fallecieron entre los años 2023, 2024 y enero de 2025 mientras aguardaban un espacio para someterse a una cirugía en diversas especialidades en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), según el oficio “GM-2334-2025” de la Gerencia Médica de la institución a la diputada del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), María Marta Carballo Arce.
La misiva que fue enviada el pasado 17 de febrero de 2025 y de la cual UNIVERSIDAD tiene una copia hace constar que estas personas esperaron en promedio 540 días para ser operados, pero nunca recibieron la intervención médica que necesitaban.
Aunque no hay forma, hasta el momento, de determinar que todas las personas fallecieron producto del padecimiento que tenían y por el cual esperaban la cirugía, lo cierto es que resulta verdaderamente preocupante que tuvieran que esperar tanto tiempo para lograr una operación.
Y es que esos son los promedios, pero cuando se analizan las cifras más de cerca se puede apreciar que, por ejemplo, en dicho período 1.515 personas que estaban a la espera de una cirugía general esperaron en promedio 621 días antes de morir, o que 779 pacientes que necesitaban intervención quirúrgica en ortopedia tuvieron un tiempo de espera de 807 días.
Resulta grave imaginarse siquiera que 110 personas perdieron la vida, luego de esperar en promedio 708 días para acceder a neurocirugía y 87 pacientes con problemas cardíacos que pasaron 395 días sin recibir su cirugía cardiovascular. También revela el documento de la Gerencia Médica que 144 pacientes esperaron 178 días para recibir su operación en oncología quirúrgica, que nunca llegó (ver recuadro: Fallecidos en lista de espera por especialidad).
La diputada Carballo fue enfática en señalar que en ningún momento ha afirmado que las 5.793 personas fallecidas mientras esperaban atención médica hayan muerto a causa directa de la patología por la cual estaban en lista de espera y que el documento corresponde a personas que fallecieron mientras aguardaban un espacio para someterse a una cirugía.
“Ante esto, es inaceptable que en este país haya personas que mueran esperando mientras aguardan por una atención, sin que se les haya dado una respuesta oportuna por parte del Estado. Me niego a que exista eso en nuestro sistema de seguridad social y que debamos aceptar esa realidad”, dijo la legisladora.
Por su parte, el secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), Albino Vargas, quien dio a conocer dicho oficio, condenó esta situación como una clara violación al derecho fundamental más sagrado de todas las personas, el derecho a la vida.
“Todos los Gobiernos, incluido el actual, le han tenido miedo al negocio privado de las especialidades médicas, el cual se teje con la complacencia de quienes deben ser rectores del quehacer de estos profesionales y de las entidades encargadas de velar por la suficiencia de recurso humano y de aquellas que tienen a su cargo la formación”, indicó Vargas.
Mientras se pierden estas vidas humanas, añadió el dirigente sindical, hay quirófanos en los hospitales que casi no se usan, mientras que existen alrededor de 9.000 médicos generales, los cuales tienen cerrada la llave para formarse en un posgrado de especialización.
La diputada socialcristiana añadió que ha mantenido una lucha por aumentar la oferta de médicos especialistas, que actualmente, según datos del Colegio de Médicos al mes de marzo de 2025, asciende a apenas 6.025 profesionales activos.
“Una cifra claramente insuficiente y que representa una de las principales causas del colapso de las listas de espera, aunque muchos por intereses particulares intenten desviar la atención y omitirla, por eso presentamos soluciones concretas con el expediente de ley 24.015, en busca de eliminar las trabas que, por la defensa de intereses particulares, se han impuesto en la formación e incorporación de médicos especialistas”.
Cuando priva el mercado sobre la vida
Y es que hay padecimientos que no deberían esperar para una intervención, porque el solo hecho de necesitar la operación implica que la persona requiere atención casi inmediata, como aquellos que esperaron por una cirugía cardiovascular, una neurocirugía o una operación vascular periférica, entre otras.
De acuerdo con la cardióloga y directiva del sindicato Undeca, Sofía Bogantes, la consecuencia de estar en una lista de espera para alguna de estas intervenciones médicas es la pérdida de chance biológico, es decir, al no operarse a tiempo el beneficio que se espera del procedimiento se pierde y más bien llega el momento en que puede estar tan avanzada la enfermedad que no se pueda operar.
“En el caso de cardiología, por ejemplo, la especialidad ha estado determinada por supuestos conflictos de intereses, podríamos decir que funciona como una especie de monopolio privado, pues la oferta de servicios (cantidad de especialistas) que se forman o incorporan es raquítica en comparación a la necesidad y para tener una solución integral se requiere del recurso humano especializado, porque la infraestructura, el equipamiento, así como los insumos, la Caja ya los tiene”, aseguró la especialista.
Y es que, nuevamente, el centro del problema está en no hay suficiente personal, y a la vez se impide la masificación de la formación de especialistas, ante lo que muchos sostienen que está vinculado con que muchos se aglutinan para ganar millones con sistemas salariales abusivos, a sabiendas de que si entran más médicos especialistas se les disminuirían sus ingresos.

Plazos promedio en listas de espera bajaron de 540 a 353 días, asegura Gerencia Médica de la CCSS
Autoridades de la Caja sostienen que para determinar si la falta de atención oportuna fue la razón del fallecimiento de las personas que esperaban una cirugía entre 2023 y enero 2025 requeriría de un estudio retrospectivo por parte de medicatura forense.

