Alrededor del 30% de la cosecha de café se ha perdido, en parte porque no hay suficiente mano de obra dispuesta a recolectar el grano, así como por el impacto de las fuertes lluvias de los últimos meses, según productores y voceros del Instituto del Café de Costa Rica (Icafe).
De acuerdo con Andrés Piedra, gerente de Divulgación del Icafe el problema de mano de obra también se presentó en la cosecha 2023-2024 y para la actual temporada se está repitiendo. El año pasado, estuvo relacionado con que muchos migrantes panameños no pudieron ingresar al país debido a las manifestaciones que hubo en el país vecino en contra de la minería y este año impactó una reforma de ley que hicieron en Nicaragua y que impacta la salida de nicaragüenses que antes venían a la recolección.
“El problema es que el café se madura y al no ser recolectado a tiempo se cae, por lo que hemos impulsado una campaña para que la gente conozca que hay interés de contratar mano de obra que se encargue de esta labor y los lugares donde más se está requiriendo. Se asegura a las personas que contarán con seguro de enfermedad y maternidad, para los recolectores y su núcleo familiar, póliza de riesgo del trabajo y espacios seguros para los niños en las Casas de Alegría”, detalló Piedra.
Según el vocero del Instituto, pese a que el ministerio de Trabajo estableció el valor de la cajuela en ¢1. 165 hay productores que están pagando ¢1.200, ¢1.500 y hasta ¢2.000 la cajuela a fin de que las personas se interesen por recoger el café.
Actualmente se está requiriendo mano de obra en la zona de los Santos, en el Valle Central y el Occidente del país, y pese a que la cosecha ya lleva un 70% de avance y está cerrando el pico de maduración, aún queda pendiente buena parte de la producción para ser recolectada y el proceso de siembra de nueva semilla.
“Estamos hablando que solamente el año pasado se perdieron unos $80 millones (₡40.056 millones) entre la caída del café por el cambio climático y la fuerte baja en el tipo de cambio del dólar, este año ya comenzamos a contabilizar pérdidas”, añadió Piedra.
Desde la mirada productora
Por su parte, Fernando Naranjo, cafetalero de la zona de Los Santos explicó a UNIVERSIDAD que este año pintaba una buena cosecha, pero con las lluvias esa ilusión perdió fuerza y hoy se enfrentan a muchos desafíos.
Actualmente, ¿cuál es la situación del sector cafetalero?
Llovió en noviembre, en diciembre y principios de enero, de hecho, en estos momentos está lloviendo a la zona de los Santos. Tenemos que asumir como realidad que las cosechas ya no se darán en época seca como era antes, ahora la lluvia es un factor variable, no podemos predecir a ciencia cierta cuando va a llover.
El exceso de lluvias en esta época hizo que el 30% de la cosecha se cayera, esperábamos cosechar unos 900.000 quintales, pero perdimos aproximadamente 270.000 fanegas, lo que representó unos ¢24.000 millones de pérdidas.
Esas eran las utilidades que íbamos a tener después de tres años malos en precio, es dinero que invertimos en los cafetales y que afectará a las 13.000 familias que dependemos del cultivo del café, solamente en esta zona del país.
¿Han tenido problemas con las cosechas?
El tipo de cambio se juntó en una tormenta perfecta, porque cada vez va más para abajo, lo que nos impacta porque vendemos en dólares, pero tenemos que convertir a colones para asumir nuestros gastos, sumado a un aumento en el costo de la mano de obra.
De paso las lluvias enfermaron las plantas de café, lo que implica que tenemos que cortarlas y sembrar nuevas, esto disminuye la cosecha aún más.
Todo eso es netamente asumido y costeado por el productor de café, en especial, los pequeños productores, nos impacta no solo la caída de parte de la cosecha y la mano de obra, sino también que los salarios en general no aumentarán y eso impacta nuestras ventas.
¿Hay dificultad para conseguir mano de obra para las cosechas? ¿Cómo les impacta?
Otro tema es la mano de obra. En nuestra región cubrimos con nicaragüenses y panameños, pero actualmente la ley que impuso el presidente de Nicaragua -que castiga con cárcel a los nicaragüenses que salgan o entren de forma ilegal a Costa Rica u Honduras y les obliga a pagar una multa de $1.000-.
Tuvimos la oportunidad de recurrir a mano de obra de personas indígenas, pero hemos tenido que subir el valor de la cajuela para poder ser atractivos para los recolectores, pero este sector poblacional trabaja para vivir, entonces no tienen tanta ansia por sobrepasar cierto límite en la recolección.
Los nicaragüenses no vinieron este año, porque si pasan de forma legal les cobran $30 de entrada y salida, y entrar de forma irregular es muy arriesgado para ellos.
¿Cómo impacta a la economía de la zona de los Santos estas situaciones?
Somos muy dependientes del cultivo del café, no tenemos zonas francas, parques industriales y otras inversiones, tenemos un nivel de vida relativamente bueno gracias al café.
Somos unas 35.000 familias viviendo del grano, damos mucho trabajo a nacionales y migrantes y por cada fanega producida aportamos 75 centavos de dólar para pagar el seguro de salud y maternidad, así como pólizas de riesgos de trabajo, damos mucho aporte a la economía nacional.
Estamos perdiendo mucho por la caída del café, nuestras inversiones hechas que no darán suficiente fruto, tendremos que adaptarnos a la nueva realidad del clima y no vemos que haya acciones claras para apoyar a los sectores productivos que dependemos del tipo de cambio del dólar, no estamos en contra de un tipo de cambio bajo, pero necesitamos estabilidad.
¿Qué apoyo recibe el sector de este gobierno?
Se hacen esfuerzos por ayudar, pero el problema es que cuando nos hemos querido acercar con el gobierno nos manda con el ministro y lo que nos queda es agachar las orejas y esperar.
Las propuestas muchas veces no son en el tiempo y forma que uno ocupa, de repente tienen buenas intenciones, pero no se concilia con el sector productivo para hacer las cosas rápidas y proactivas. Desde mi óptica como sector estamos siendo utilizados y manipulados; nos ofrecen muchas cosas y como siempre no es que no puedan darlas, es que les resulta difícil cumplirlos.
Campaña Jale a Coger Café
El Instituto Costarricense del Café (Icafe) y la agencia En-Comunicación se unieron para lanzar una campaña Jale a Coger Café con el fin de invitar a estudiantes, desempleados y familias con ganas de ayudar a Costa Rica a coger café y obtener un ingreso extra.
“De esta forma, la población, especialmente joven, puede organizarse para participar en la recolección de café, viviendo una experiencia enriquecedora, ganando dinero y conectándose con la tierra y con los valores tradicionales del costarricense. Esta labor es una actividad que une también a las familias y rescata las tradiciones de la industria cafetalera nacional”, aseguró Andrés Piedra del Icafe.
Según detallaron los cogedores de café con experiencia recolectan unas 15 cajuelas diarias lo que implica ganarse unos ¢20.000 al día, aunque actualmente la cajuela supera los ¢1.200 cada una, como indicó anteriormente el gerente de Divulgación, incluso con el mayor precio que ronda los ¢2.000, hasta podrían duplicar el monto.
Es importante que los interesados sepan que no se puede entrar a cualquier cafetal. Debe ser autorizado por el productor, además, si requiere el seguro y póliza es necesario presentar la cédula, en el casos de los nacionales o pasaporte para los extranjeros para que éste realice el trámite. Los datos de los productores que requieren mano de obra, se encuentran en el Facebook del ICAFE y en el enlace https://docs.google.com/spreadsheets/d/1Fk6kKzwrAAmcA5DZcHd5mDzdm9tNq2Vq/edit?gid=1301642212#gid=1301642212