País

240.860 personas se quedaron sin Bono Proteger porque se acabó el dinero

Indicadores de desempleo y subempleo no evidencian una mejora sustancial de la situación laboral de los costarricenses afectados por la pandemia; sin embargo, no hay más ayudas adicionales.

Apenas el Gobierno anunció la puesta en marcha del Bono Proteger para ayudar a la gente que se había quedado sin trabajo o a quienes se les redujeron sus ingresos por la pandemia generada por el COVID-19, María José González ingresó sus datos a la plataforma digital del Ministerio de Trabajo.

Recibió una notificación de que se había recibido su solicitud y que estaba en análisis, sin embargo, meses después continúa esperando una respuesta que nunca llegará porque ya no habrá más entregas de Bono Proteger, según confirmó el ministro de Hacienda, Elián Villegas, en una reciente conferencia de prensa.

“Ha sido demasiado duro, yo soy la que mantiene la casa y me ha costado mucho tener un buen trabajo y, por ende, un buen sueldo, pasé a ganar casi nada y el papá de mis hijos también sin trabajo. Mis hijos me ayudaron y tenía un ahorro, con eso pudimos sobrevivir”, contó.

“Uno puede ver que sí hay un desarrollo paulatino de la incorporación de la gente al mercado laboral, pero no llegamos ni cerca a los indicadores que teníamos en el pasado. De cada 100 personas en edad de trabajar, 47 tienen trabajo y cuando empezó la pandemia eran 55 o 56”, María Luz Sanarrusia.

La situación fue parecida para Karla Solís (nombre ficticio para guardar confidencialidad). Ella solicitó el Bono Proteger y recibió el mismo mensaje de que su solicitud estaba en análisis.

“Yo tengo un pequeño negocio de belleza, un sector que se ha visto muy afectado por la pandemia porque los servicios que brindamos no son de primera necesidad, se nos ha hecho muy difícil cumplir con las obligaciones básicas como la deuda del banco o los servicios públicos. Llené toda la información en la plataforma y cumplí con todo lo que pedían. Nunca me notificaron si algo estaba incorrecto o que necesitaran algo más”, detalló Solís.

Patricia Mora (también nombre ficticio) es jefa de hogar de cuatro niños y solicitó el bono, pues con la pandemia pasó varios meses sin poder trabajar, pero nunca lo recibió. Actualmente su trabajo se redujo hasta en un 75% de lo que estaba acostumbrada, lo que la ha llevado a vivir una situación muy difícil.

Nunca recibió una respuesta, a pesar de que llenó dos veces la solicitud entre mayo y junio del año pasado, y ha pasado momentos muy complicados para llevar el sustento a sus hijos.

Estas historias se repiten, pues el Ministerio de Trabajo reporta que un total de 240.860 personas se quedaron sin la posibilidad de recibir el Bono Proteger por falta de recursos estatales, mientras que 37.981 solicitudes fueron rechazadas y 34.736 retiraron solicitud en algún momento.

Aunque el bono significó un alivio para miles de familias costarricenses durante los meses que se otorgó, lo cierto es que la situación económica aún no está resuelta y los niveles de desempleo y subempleo siguen golpeando a muchísimas familias.

En estos momentos la tasa de desempleo se encuentra en 21,3%, uno de los indicadores más altos de los últimos años —pero menor al registrado en julio del año pasado que fue del 24,4% cuando las restricciones de movilidad eran más fuertes—, para un total de 516.542 personas. Por su parte, el subempleo se encuentra en un 22,7%.

La ministra de Trabajo, Silvia Lara, manifestó el pasado 7 de enero que los indicadores de la Encuesta Continua de Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) mostraban una recuperación del empleo, desde el momento más crítico de la pandemia. Sin embargo, expertos coinciden en que ese avance no significa que el país esté mejor.

“Vemos una tendencia de recuperación en el mercado de trabajo a partir de la apertura gradual de la economía en el mes de agosto de 2020, son 183.274 empleos recuperados. Es una excelente noticia para empezar el año y nos plantea el reto de movernos hacia una transformación del mercado laboral que nos permita atender las necesidades de capital humano que se están presentando en el país de manera que los puestos que se vayan creando puedan ser ocupados de forma inmediata por aquellas personas que aún siguen en desempleo”, detalló Lara en un comunicado de prensa.

Mientras Costa Rica decidió no ampliar el período de entrega del Bono Proteger por falta de recursos, en otras naciones como España prorrogaron su programa de escudo social hasta mayo próximo, pues tienen claro que la pandemia no ha terminado y los efectos en el empleo siguen golpeando a las familias.

Lenta reducción

En enero de 2020 el desempleo se ubicaba en un 12,5%, para abril era de 15,7%, en mayo 20,1%, en junio 24%, en julio 24,4%. Para agosto se redujo al 23,2%, en setiembre al 22%, en octubre al 21,9% y en noviembre (el dato más reciente) al 21,3%, de acuerdo con cifras del INEC.

A primera vista estos números muestran una leve mejoría desde el pico más alto de la pandemia, cuando había fuertes restricciones de movilidad; sin embargo, ese avance no significa que estemos bien como país.

María Luz Sanarrusia, Coordinadora de la Encuesta Continua de Empleo del INEC, explicó que mucho del empleo recuperado corresponde a empleo informal y el subempleo ha incrementado. Es decir, las personas trabajan menos de 40 horas y quieren trabajar más.

“Uno puede ver que sí hay un desarrollo paulatino de la incorporación de la gente al mercado laboral, pero no llegamos ni cerca a los indicadores que teníamos en el pasado. De cada 100 personas en edad de trabajar, 47 tienen trabajo y cuando empezó la pandemia eran 55 o 56”, explicó Sanarrusia.

Los efectos en el mercado han sido muy negativos, se redujo el comercio, perdieron los independientes, los negocios, la demanda de servicios en los hogares cayó, tanto de limpieza como chapeadores y otros.

La coordinadora de la Encuesta Continua de Empleo recordó que hay mucha gente en condición de desempleo y muchos no recuperaron durante todo el año su medio de ingreso. Por ejemplo, los transportistas de escolares o turismo, los negocios que no sobrevivieron por los alquileres, locales comerciales que no pudieron adaptarse a las ventas digitales o que eran informales.

“Entonces hay varias vías de análisis de los datos, sí hay aumento del empleo, pero en su mayoría se recuperó en el sector informal; los que continúan con su trabajo están bajo condiciones de subempleo, esto es importante porque podrían pensar que las personas recuperaron su fuente de ingreso, pero no lo hicieron igual que antes, sino con un cambio significativo de horas”, añadió la experta.

En este sentido, para enero del 2020 el subempleo se ubicaba en el 12,4%, en abril 14,9%, en mayo 17,6%, en junio 20,5%, en julio 24,6%, agosto 26,3%, setiembre 25,8%, octubre 23,8% y noviembre 22,7%.

Asimismo, el cambio tecnológico en el empleo, impulsado por la pandemia, no se adapta a todos los tipos de trabajadores; porque quienes recuperen el trabajo deberán conocer sobre herramientas informáticas y adaptarse. Las personas con menor nivel educativo tendrán mayores dificultades.

Otro factor que incide en la reducción de la tasa de desempleo es que muchas personas decidieron no hacer nada mientras pasa la pandemia; por lo tanto, salen del indicador al no estar buscando trabajo.

“Hay una doble visión en este tema: la ayuda estatal a estas personas es indispensable, pero también se necesita crear puestos de trabajo porque teniendo las fuentes hay un ingreso constante; los bonos son temporales”, afirmó Sanarrusia.


Recuperación de empleo es débil y vulnerable

Crisis se apalanca en hombros de clase trabajadora y se proyecta aún más en mujeres.

María José Núñez Chacón

marí[email protected]

El panorama se mira nublado y con desasosiego. Si bien el gobierno ha puesto en marcha acciones para sostener al parque empresarial del país, no se ha visto el mismo ahínco para ayudar al sector de trabajadores. Aunque se estableció un Bono Proteger durante unos meses, parecieran insuficientes los esfuerzos.

De acuerdo con el economista Leiner Vargas, está claro que el ajuste de la pandemia asienta en las personas trabajadoras. Las energías se enfocaron en afianzar a las empresas para que no quiebren (lo cual es positivo, con equilibrio), pero no se ve la otra realidad. Mientras, los signos de recuperación del empleo son débiles y vulnerables en el contexto en que se encuentra el país.

“Hemos sustituido empleos formales por informales, eso implica un deterioro en la calidad de los trabajadores y un aumento de los indicadores del subempleo; el proyecto de reactivación del país no está dirigido a la población, sino a favor de la ganancia del sector financiero y las grandes corporaciones exportadoras”, resaltó Vargas.

Desde su perspectiva, no solo se precariza el empleo, sino que se carga a las personas empleadas con más impuestos. Hay un escandaloso nivel de desempleo que presiona los salarios a la baja, seguido de un aumento de la desigualdad, de exclusión social; y un gobierno que dirige sus excedentes al pago de intereses impuestos por el voraz sistema financiero, que cobra tasas exageradas al Estado.

Por su parte, la economista y asesora del Movimiento Mujeres en Acción, Ana Rosa Ruiz, sostiene que desde el principio diversos expertos plantearon que el Bono Proteger debía calcularse mejor, para que se pareciera más a un ingreso básico vital, con proyección a largo plazo, de manera que tuviera garantía no solo para 2020, sino también para 2021.

La especialista detalló que el bono partió de la gente a la que se le redujo jornadas, se quedó sin empleo o estaba en la informalidad producto de la pandemia. Pero también debió considerar a las personas que están en la actividad de cuido, sobre todo mujeres, quienes por su condición de hogar no pueden conseguir un empleo.

Un aspecto que observaron en las estadísticas de empleo del año pasado es que el desempleo fue mayor para las mujeres, que ya de por sí venían atrás; pero también se redujo la cantidad de mujeres en la fuerza de trabajo, lo que las coloca en mayor desventaja.

“Vemos que el Bono Proteger terminó en diciembre, por inestabilidad en los fondos, cuando debió cubrir el 2021 y 2022. Fue como haber cumplido y no a la vez, porque la pandemia continúa y es necesario el apoyo del Gobierno, sobre todo para las personas del primer quintil, donde el desempleo es mayor y ahora que se elimina el subsidio habrá más pobreza y desigualdad”, explicó Ruiz.

Para la experta no se trata únicamente del bono, sino de los recortes presupuestarios, donde se tocan recursos de los CEN-Cinai; es decir, los recursos que se destinan para el cuido de niños en situación de pobreza. Por lo tanto, sus madres no podrán incorporarse al mercado laboral.

 

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