Opinión

Voces silenciosas

Mucha crítica,  “memes”, y más de quienes se llaman intelectuales y piensan tener siempre la razón con el resultado electoral del pasado 4 de febrero

Mucha crítica,  “memes”, y más de quienes se llaman intelectuales y piensan tener siempre la razón con el resultado electoral del pasado 4 de febrero; y, por supuesto, casi todos contra los seguidores de Restauración Nacional y Fabricio Alvarado

No soy experta política ni mucho menos, tan solo soy una madre, comunicadora, motivadora en escuelas para padres y madres y escritora; pero, a mi juicio el resultado electoral fue una respuesta al pronunciamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el matrimonio igualitario, las guías sexuales, el aborto, la corrupción, los políticos ególatras y otros temas más. Sin embargo, pienso que hay una parte que se quiere ignorar: las voces silenciosas de la clase obrera, campesina, pescadores, artesanos, limpiadoras, cuidadoras, indígenas, amas de casa, costureras y más quienes llevan das, meses, años y hasta décadas queriendo ser escuchados en entidades gubernamentales por los famosos políticos. Pero, la respuesta común a tales voces fue: no ha hay tiempo, no hay cita, no es de agenda prioritaria, no es tema urgente, espere, llame de nuevo, tome ficha, vuelva la próxima semana. La voz silenciosa de regreso a casa: “Y ahora, ¿qué haré? Regresaré. No, no puedo: tengo mucho trabajo, no hay tiempo, y la cosecha, ¿con qué plata?”.

Durante mis motivaciones en mi charla “Abrazando la vida” comparto con muchas de esas voces silenciosas y cuán agradecidas son con tan solo ser escuchadas. Sí les puedes dar una solución para un trámite o como ayudar a su hijo para mejorar en la escuela sus problemas de aprendizaje, salud o más; y el agradecimiento es mayor. En el camino tuve una experiencia con un joven indígena que ingresaba a la Universidad de Costa Rica, a la querida alma mater, pero no le pudieron dar beca ni residencia. Su voz pasó también a las voces silenciosas. Una vez visité la zona de Boruca, las indígenas emprendedoras requerían de una máquina de coser. Traté de abrir puertas en entidades estatales, pero, más voces silenciosas.

Entonces, a mi juicio esas voces silenciosas del campesino, pescador, obrero, carpintero, estilista, cocinera, ama de casa, albañil, costurera y más, un día fueron acogidas por grupos religiosos, quienes dieron vitamina a su alma. Entonces, su voz silenciosa pudo cantar y alabar a Dios, pudo empoderarse, sentirse viva y humana, y entonces, se empoderó  su cuerpo físico, mental. Entonces, las voces silenciosas adquirieron fuerza y se quisieron expresar como buenos ciudadanos y gritaron tan fuerte que las escucharon los políticos, los intelectuales, los pseudointelectuales, los habitantes de la gran área metropolitana; y ahora, ante el miedo y la ignorancia, con burlas y “memes” en las redes sociales quieren, una vez más, callar a las voces silenciosas por querer ser buenos y buenas ciudadanas que participan en la fiesta electoral.

 

 

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