Opinión

Una perspectiva distinta sobre volver a la oficina

Volver a la oficina es actualmente un problema del que debemos de conversar y discutir. Ni siquiera por el tema de la “comodidad”, sino por otras realidades mucho más serias.

La pandemia del COVID-19 generó la posibilidad de poder trabajar desde casa y esto llevó a una parte importante de la población a comprometerse con nuevos estilos de vida, rutinas, responsabilidades y hasta inversiones. No solamente eso, sino que nos dimos cuenta como colectivo que podemos realizar otras actividades importantes para la salud y la vida, como el ejercicio y pasar más tiempo con la familia.

Además, existen una serie de publicaciones —incluso desde antes de la pandemia— que establecen incrementos en la productividad. Un estudio de 2015 publicado en The Quarterly Journal of Economics presenta los resultados de un experimento de trabajo desde casa en Ctrip, una agencia de viajes china con 16.000 empleados en NASDAQ. Los empleados del centro de llamadas que se ofrecieron como voluntarios para trabajar desde casa fueron asignados al azar para trabajar desde casa o en la oficina durante nueve meses. El trabajo desde casa condujo a un aumento del 13% en el rendimiento, de los cuales el 9% se debió a trabajar más minutos por turno (menos descansos y días de enfermedad) y el 4% a más llamadas por minuto (atribuidas a un entorno de trabajo más tranquilo y conveniente). Los trabajadores desde casa también informaron una mayor satisfacción laboral y su tasa de abandono se redujo a la mitad, pero su tasa de promoción condicionada al rendimiento disminuyó.

Sin embargo, también hay que tomar en cuenta “el otro lado de la tortilla”, ya que, según un nuevo informe de Microsoft, el 85% de los líderes empresariales tienen dificultades para confiar en la productividad de los empleados que trabajan a distancia, y el 49% de los gerentes de trabajadores híbridos “luchan por confiar en que sus empleados estén haciendo su mejor trabajo”.

Esta falta de confianza ha llevado a lo que los investigadores de Microsoft llaman “paranoia de productividad”, en la que los líderes temen que la productividad perdida se deba a que los empleados no trabajan, aunque las horas trabajadas, el número de reuniones y otras métricas de actividad hayan aumentado. A pesar de que las investigaciones han demostrado que el trabajo remoto mejora la productividad, solo el 50% de los líderes de trabajadores del conocimiento planea seguir permitiendo que sus empleados trabajen desde casa en la primavera de 2023.

Entonces, esta situación es un tema de choque de intereses entre dos grupos de poblaciones que manejan intereses compartidos, por lo que no es recomendable adoptar una posición rígida, y estar abierto a negociación y dialéctica. No obstante, me gustaría brindar una perspectiva desde el enfoque económico al fenómeno.

En la vida todo tiene un costo: todos los beneficios de trabajar desde la casa tienen un impacto en la confianza de las jefaturas, así como posibles impactos en la salud mental y un efecto económico adverso. Permanecer en la casa generó un aumento de algunos servicios, pero el cierre masivo fue una destrucción completa a muchos negocios, especialmente Pymes, y esto generó una contracción en la economía, como se observa en la siguiente Figura:

Como pueden observar, hay dos caídas importantes en el crecimiento del PIB de Costa Rica desde el inicio del milenio: la crisis Financiera Global 2007-2009 y la pandemia de COVID-19 2019-2022. En el caso de la pandemia, además del cierre de muchos negocios, se ha generado un caldo de cultivo perfecto para una crisis de cadenas de suministro.

Los problemas en la cadena de suministro fueron prominentes durante el bloqueo por COVID-19 en medio de una “tormenta perfecta” de causas, incluyendo cambios en la demanda, escasez de mano de obra y factores estructurales. El conflicto Rusia-Ucrania y los bloqueos por COVID-19 en China han exacerbado recientemente los problemas, afectando el suministro en ciertos sectores, incluyendo bienes de consumo, metales, alimentos, productos químicos y materias primas.

Entonces, en resumen, la crisis genera un aumento en el costo de casi todas las cadenas de suministro, y esto lo siente el consumidor final. De ahí también una de las causas del aumento en la inflación y del por qué todo está tan caro.

Evolución anual de la tasa de inflación en Costa Rica desde 2015 hasta 2027

Fuente: Statista

Ahora, ¿qué tiene todo esto que ver con volver a la oficina? Que las personas que tienen el privilegio de 1) tener trabajo y 2) trabajar desde la casa generan demanda de bienes y servicios con solo el hecho de moverse a su lugar de trabajo. Profesiones como guardas de seguridad, personal de cocina, personal de limpieza, tendrán probablemente mayor posibilidad de obtener un trabajo con solo el hecho de uno hacer ese movimiento.

Esto sin tomar en cuenta el sinfín de otros bienes y servicios que se generan colectivamente por este movimiento. Claro, esto no es cosa barata, ya que, existe también un costo importante para que las personas se muevan a sus respectivos lugares de trabajo.  Y este costo es tanto financiero como de oportunidad de otras actividades necesarias para el bienestar pleno de uno como persona.

Ante esto, es donde los empleadores tienen la papa en la mano para generar nuevas estrategias que permitan una vuelta a la oficina de forma balanceada y sin trasladar el costo al empleado, especialmente, aquel contratado de forma remota y si vive fuera del GAM.  Algunas opciones son:

  • Ofrecer servicios de transporte y/o de cobertura de costo de transporte
  • Subsidiar de alguna forma la alimentación, la actividad física y la salud mental
  • Permitir flexibilidad de horario para evitar las presas
  • Evitar volver 100% a la oficina

Este último es especialmente importante, ya que es un costo innecesario para ambas partes, y lo que debemos de buscar, como siempre, es un balance. Además, las nuevas generaciones deben de estar anuentes de que es necesario desarrollar habilidades de liderazgo y comunicación antes de obtener el privilegio de trabajar remotamente.  Al final, debe ser algo ganado.

Y a quienes están teniendo un momento difícil debido a las condiciones que les rodean, recuerden que su esfuerzo sí importa e impacta a muchas otras personas, ayuda a todo el colectivo, y nos puede ayudar a mejorar las condiciones económicas de nuestra sociedad.

Es nuestra responsabilidad con el resto de compatriotas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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