Opinión

Un mensaje a los nuevos diputados

Los diputados salientes ya se van y dejan una triste historia.

Los diputados salientes ya se van y dejan una triste historia. Obtuvieron significativos salarios, demasiados beneficios, viajes a otros países, se llenaron de enormes comodidades; algunos hicieron algo, otros se van como ingresaron. Posiblemente la vergüenza la dejaron botada en alguna parte. Llevaron para el resto de sus vidas el “ja ja” de sus travesuras y diabluras. Vayan por el mundo llenos de felicidad y sigan con la esperanza de politiquear y no dejen de chupar caramelos. Las necesidades y urgencias del gran pueblo quedaron en el archivo.

Costa Rica espera que los 57 nuevos diputados ingresen a la Asamblea Legislativa con el traje de trabajo, dispuestos a dar todo por este pueblo, donde los pobres superan a los ricos en sus necesidades elementales. Que la organización en su trabajo, que la efectividad, la honorabilidad, la mayor honestidad, responsabilidad y comunicación con el pueblo, y el máximo rendimiento de su delicada misión estén presentes. Conciencia limpia ahora y siempre.

No a las sinvergüenzas, no a la apatía, no a lo oscuro; que el salario sea bien ganado, que cada diputado sea ejemplo de honradez. Comprendan que ustedes tienen una misión trascendental con este pueblo. Una vez instalados díganse: “seremos diferentes a otros diputados que se han llenado de dinero mal ganado y se hicieron de cara dura, y anduvieron con la corrupción, la mentira y la perversidad abrazados por todo lado”. Nuevos diputados, hagan vibrar de esperanza a Costa Rica, que espera un gigantesco cambio en cada uno: eficiencia, amor por el pueblo costarricense y la mayor rectitud.

Comprendan que ustedes tienen una misión especial con Costa Rica. Procuren realizar una cuidadosa evaluación de todas las acciones de los diputados anteriores. Entiendan que en cada uno de ustedes se realiza una considerable inversión de dinero. Muchísimo hay que hacer en este país; las necesidades elementales ahogan al pueblo, los problemas abundan y las soluciones escasean. El uso y abuso de drogas, y la violencia están presentes en todo lado; los asesinatos, la no aplicación correcta de las leyes, las pandillas de nacionales y de extranjeros caminan por todas nuestras calles. Estos, más otros muchos problemas, están presentes.

El pueblo no se ha recuperado ni se repondrá de las “hazañas y travesuras” que cometieron los anteriores diputados. Ahora, ustedes van a iniciar, prepárense para no dar pisotones a este pueblo. Conviene revisar todos los salarios y los beneficios de otros funcionarios, y proceder con la mayor justicia para a realizar algunas rebajas.

Por favor, no se pongan el traje de la desfachatez, caminen dentro de la rectitud y la honorabilidad, y actúen con gran preocupación para beneficiar a este pueblo. Visiten los barrios marginados, observen la pobreza existente y entiendan el deterioro que sufren, y que hay que frenar. Los corruptos son demasiados, sean ejemplo de lo bueno, hagan historia, historia de la buena.

Y ahora que empiezan a escribir en sus cuadernos de páginas blancas su historia, hagan lo posible por no mancharlas.

Los hombres de ahora y de mañana reconocerán sus acciones y los condenarán o, los beneficiarán.

 

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