Opinión

Un amigo en la necesidad es un amigo de verdad

Desde el año pasado, una inédita pandemia ha venido azotando gravemente a todo el mundo. Ante un virus que no sabe respetar fronteras, razas ni nacionalidades, nadie está a salvo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), América Latina y el Caribe (ALC) ha sido una de las regiones más golpeadas por COVID-19, con severos impactos que transcienden el ámbito sanitario para extenderse a todos los terrenos de la economía y la sociedad. Según el último informe de la CEPAL, en  2020 la región tuvo un decrecimiento inusual del 7,7% y más de 20 millones de sus habitantes recayeron en la pobreza.

Ante una situación tan perversa, los países de la región han palpado una vez más, como tantas otras veces en las últimas décadas, la sincera amistad solidaria de China a prueba de circunstancias adversas.

Aunque China aún tiene por delante una ardua tarea de promover paralelamente el control antiepidémico y la recuperación económica, ha acudido, desde el inicio de la pandemia y sin vacilación alguna, a ayudar a los países latinoamericanos y caribeños. Hasta la fecha, ha donado más de 34 millones de unidades de insumos y equipos médicos a 30 países de la región, celebrado más de 40 videoconferencias para intercambiar experiencias antiepidémicas. Todo ello ha sido un apoyo importante para robustecer el sistema sanitario de los países de ALC.

En la actualidad, con las vacunas desarrolladas por varios países, parece que ya la humanidad tiene la esperanza de vislumbrar la luz al final del túnel. Sin embargo, resulta preocupante la frenética competencia de vacunas que se está observando a nivel global.

En este contexto, China, ha demostrado con sus acciones sinceras y efectivas, que es un verdadero amigo en la necesidad para los países de ALC. Hasta mediados de marzo, el país asiático ha proporcionado vacunas a 12 países necesitados de la región.

Citando nada más un ejemplo, desde la llegada de vacunas chinas a finales de enero, Chile comenzó a inocular a sus 19 millones de habitantes a una velocidad impresionante y ahora ostenta una de las tasas de vacunación per cápita más altas del mundo. El Presidente chileno Sebastián Piñera celebró un “día de alegría, emoción y esperanza” cuando recibió el primer lote de vacunas chinas.

Además de la predisposición de China de colaborar, cabe destacar la seguridad y eficacia de las vacunas chinas. China ahora tiene 4 vacunas aprobadas en el mercado nacional bajo condiciones, y más de 60 países han autorizado el uso de al menos una de ellas.

Las vacunas chinas gozan de reconocimiento internacional. Prestigiosas revistas profesionales valoran las vacunas chinas a base de abundantes evidencias científicas y clínicas. Hace días, el Presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) Thomas Bach anunció que el Comité proporcionará vacunas chinas a los jugadores de la Olimpiada de Tokio y la Olimpiada Invernal de Beijing.

Las vacunas chinas han sido resultado de la cooperación antiepidémica con ALC. Varias vacunas chinas han desarrollado los ensayos clínicos de fase III en países de la región como Chile, Argentina, Brasil y Perú, y en estrecha colaboración con entidades locales. Bajo esta modalidad, las vacunas chinas han sido estudiadas, probadas y certificadas en decenas de países, y luego incluidas en el plan de inmunización nacional en algunos tantos. Es un factor adicional para que los países de la región accedan prioritariamente a las mismas.

Tal como reza un antiguo proverbio: “Un amigo en la necesidad es un amigo de verdad”. Muchos recordarán que cuando China estaba luchando arduamente contra el virus al inicio del brote, los países de la región le ofrecieron ayuda con muestras de solidaridad al máximo nivel e importantes asistencias materiales. Tras haber puesto el virus bajo control, China también ha hecho lo mismo para retribuir los favores recibidos.

En este sentido, las numerosas y conmovedoras anécdotas de solidaridad y cooperación entre China y ALC han sido muestras contundentes de que esta es una amistad más allá de la distancia geográfica y las adversidades.

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