Opinión

El último pueblo ocupado

¿Dónde deberíamos ir después de la última frontera?,

“¿Dónde deberíamos ir después de la última frontera?, ¿dónde debieran volar los pájaros después del último cielo?” Mahmoud Darwish (1941-2008)

Así llama Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, a la ocupación que sufre el pueblo de Palestina por parte de Israel, desde la llamada “Guerra de los seis días” acaecida en junio de  1967.

Guerra que termina de complicar aún más el mapa geopolítico del Medio Oriente, ya que el estado sionista al final del conflicto bélico llega a ocupar la península del Sinaí perteneciente a Egipto, los Altos del Golán de Siria, la franja de Gaza administrada en ese momento por Egipto y Cisjordania, que incluía a Jerusalén y su parte del Este con sus santuarios sagrados de las tres religiones monoteístas más numerosas del Mundo y administrada por Jordania.

El pueblo palestino, con este conflicto, sufre una nueva Nakba o catástrofe similar a la del año 1948, cuando en esa guerra aproximadamente 750.000 ciudadanos tuvieron que abandonar sus casas y tierras forzosamente. Además desaparecieron 418 aldeas para dar campo al nuevo Estado sionista.

El pueblo nativo de Palestina en esta nueva guerra de 1967, perdió 6.400 kilómetros cuadrados de territorio. Además 250.000 ciudadanos tuvieron que abandonar de nuevo su hogar y su tierra.

Estos ciudadanos nativos expulsados se convierten en parte de la diáspora palestina actual alrededor del mundo, que según la UNRWA se compone de 10.000.000 personas. La mayor parte termina en campos de refugiados en países fronterizos como Jordania, Egipto, el Líbano y Siria.

El Estado sionista contraviene el derecho internacional a través de su ejército; el “tzahal” pasa a ocupar militarmente Cisjordania y Gaza y empieza una colonización de estos territorios a través de asentamientos.

En 1979 la península del Sinaí se desmilitariza y se devuelve a Egipto, con los “Acuerdos de Camp David”, firmados por Anwar el Sadat y Menahem Begin.  Los Altos del Golán todavía no han sido devueltos a Siria y en Cisjordania y Gaza aún no se ha formado todavía un Estado palestino con su propia autodeterminación y soberanía.

En Cisjordania y Gaza, el pueblo palestino sufre hoy toda una serie de vejaciones por parte de Israel, que llevan a una pérdida de derechos humanos y a una total humillación.

En el primer territorio, los palestinos tienen que sortear toda una cantidad de puestos de control para desplazarse entre sus comunidades, toques de queda, desempleo, falta de acceso a la medicina y el agua entre otros.

Por su parte, Gaza está aislada y con un embargo económico por tierra, aire y mar; su condición económica y social llega prácticamente a circunstancias infrahumanas.  A pesar de que el ejército de Israel se retiró en el 2005, este territorio ha sufrido bombardeos por parte de la aviación israelí que representan castigo punitivo para su población.

No hay duda de que las vejaciones y humillaciones que sufre el pueblo palestino hoy en su propia tierra se asemeja al sistema de segregación implantado por la minoría blanca al pueblo surafricano en el Siglo XX, llamado infelizmente Apartheid.

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