Opinión

Transparencia en el actuar, valor que enaltece

La transparencia y la pureza son componentes vitales en todos los actos que realicen los seres humanos que buscan encaminarse

La transparencia y la pureza son componentes vitales en todos los actos que realicen los seres humanos que buscan encaminarse hacia lo positivo, lo auténtico y lo exitoso, dado que con ellos permiten alimentarse y crecer en el aspecto individual y, con ello, permiten el crecimiento de lo que les rodea; es por esto que las organizaciones que desean crecer y fortalecerse a diario deben estar conformadas por personas que se amparen en su actuar basadas en los valores y principios de cada una de estas dependencias.

Por esta razón, es necesario que los altos mandos puedan impulsar estratégicamente dentro de cada una de las instituciones públicas y organizaciones privadas,  las ideas y acciones que permitan la integración de todos sus miembros, la motivación constante y el fortalecimiento de las buenas relaciones humanas, para que con todas ellas, puedan verse reflejadas en los mejores resultados según las labores desempeñadas.

Los objetivos organizacionales e institucionales deben establecerse amparados en las metas alcanzables en cada una de ellas, estimulando un trabajo integral para logarlas, contemplado en todo momento que las tareas deben realizarse de manera transparente, ejerciendo un compromiso individual para un cumplimiento en general.

Las palabras de estímulo, valoración y seguimiento en el trabajo son clave para el logro efectivo de las labores; es por esto que insta a las autoridades que establezcan dentro de sus labores diarias, el asertivo involucramiento en todos los procesos que se llevan a cabo, ese acompañamiento en las tareas que se les asignan a los colaboradores, para el fácil entendimiento y realización de cada una de ellas, dado que el ser humano es un ser que requiere un espacio de tiempo para conocer y poner en práctica los conocimientos bien compartidos, para obtener los mejores resultados.

La transparencia en cada uno de los actos que se realicen dentro de nuestras vidas en el ámbito personal, académico, familiar y laboral se refleja a través de nuestro actuar; es por esto que este valor debe ser impulsado y fortificado a diario para considerarlas como buenas prácticas que estimulen un buen actuar, para uno mismo como individuo así como para las personas que nos rodean. Por esta razón, es necesario hacer una pausa y pensar claramente… “mi actuar es completamente transparente según lo que dicta mi corazón y lo que se ve reflejado en mis hechos ”;   esto surge como un pensamiento que viene a mi mente dado que en muchas ocasiones se actúa de una manera no esperada, muchas veces estos actos se basan en impulsos que pueden provocar consecuencias nos esperadas.

En la parte laboral, esta falta de transparencia en el actuar de muchas de las personas que conforman estas empresas, puede verse reflejada: por la carencia de valores organizacionales estimulados por la misma empresa, la carencia de canales de comunicación, dado a que estos fallan o se ven obstaculizados por la falta de conocimiento en las tareas u objetivos organizacionales o bien el poco  involucramiento por parte de los altos mandos, en las labores o espacios de desarrollo y formación de los colaboradores, en los cuales se tratan temas importantes que permiten explorar contenidos débiles con los que cuenta la organización y aspectos que se requieren abordar para el fortalecimiento de esos objetivos, valores, estrategias o proyectos; sin embargo, estos están ausentes, al pensar que esto es algo secundario y la formación la requieren otros, sin valorar que ellos son los primeros que deben estar presentes ante aspectos que marcan la transparencia en el actuar de la organización y sus representantes.

Por lo anterior, las decisiones y gestiones de cambio en muchas ocasiones toman de sorpresa a otras áreas operativas o de “menor rango” en las organizaciones o instituciones públicas, dado que la información se maneja únicamente en la parte gerencial; por esto, es importante construir canales de comunicación que permitan que la información fluya de una manera positiva y transparente, sin que se fomente la incertidumbre y el temor ante lo desconocido por parte del personal que integra las organizaciones, al igual instar a los altos mandos para que se establezca dentro de toda área de trabajo una política de puertas abiertas, para estimular el diálogo basado en la transparencia, el respeto y la acción según los valores y los principios propios y organizacionales.

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