Opinión

Tecnología, empleo e ingreso

La tradicional razón capital/trabajo en los procesos de producción se ve amenazada con el advenimiento tecnologías revolucionadas, capaces de desplazar mano de obra,_en_especial, no_calificada.

La tradicional razón capital/trabajo en los procesos de producción se ve amenazada con el advenimiento tecnologías revolucionadas, capaces de desplazar mano de obra, en especial, no calificada. No se trata simplemente de una razón física, sino de valor, que podría implicar alzas salariales particulares, pero, sobre todo, la reducción del ingreso global de las personas trabajadoras en la economía. Ello es el resultado de una tendencia decreciente de la contratación de trabajadores en la economía. Inclusive, en promedio, el salario podría crecer, pero las contrataciones podrían aumentar a un menor ritmo en el mediano plazo; lo que es lo mismo: la tasa relativa del alza en el salario podría ser alta respecto de la tasa de crecimiento del empleo. Por el contrario, la tasa de aumento de la inversión en capital podría superar con creces la tasa de incremento del ingreso de la población trabajadora en una economía.

Mientras el alza salarial en la economía opera como una fuerza propulsora del nivel de ingresos de la población trabajadora, la tendencia decreciente en las contrataciones actúa como una fuerza contrarrestante. A la inversa, mientras la inversión en capital revolucionado eleva los costos globales de producción, la mayor eficiencia y productividad, aunada a la posible reducción en recurso humano, influye con creces en la caída del costo unitario de producción. Aun cuando este evento tenga lugar, el retorno del capital global tiende al alza. Estas fuerzas, a la vez que incrementan el ingreso nacional en una economía, propician inequidad en la distribución del mismo, cuestión de la que se ocupa Piketty en su obra Capital en el siglo XXI.

Consecuentemente, el crecimiento relativo de las familias del sector laboral a tasas mayores que su ingreso global reflejaría incremento en su nivel de pobreza. Si en su lugar se midiese por el tamaño de la población, la pobreza a cada instante se desplazaría a tasas cada vez más resistentes a la baja. La ilusión salta a la vista cuando el ingreso nacional (ingreso trabajadores más retorno del capital) se divide por el grueso de la población: el ingreso per cápita. Esto se debe al crecimiento del retorno respecto del ingreso laboral, tal que el ingreso per cápita de las familias del sector laboral mide el estado efectivo de su pobreza, mientras el ingreso per cápita nacional es un indicador de inequidad. Los frutos del progreso tecnológicos devienen en la forma de retorno y acumulación de riqueza para el capital, pero en la de salario y acrecentamiento de la pobreza para el sector laboral.

Como ejemplo, lo cual no es caso raro, hagamos algunos números con el caso de Florida Ice and Farm (Fiftco), según la noticia de La Nación publicada el 03 de marzo del 2018. La firma invierte en maquinaria y equipo (denominados tecnología de punta) e infraestructura $15 millones. Al momento, cuenta con 6.441 personas trabajadoras y después se adiciona 15 personas; es decir, el empleo creció 0.23% en esa firma. Por trabajador adicional se invierte $1 millón, pero el total de trabajadores representa $2.323. La producción de cerveza en lata aumenta 40%; es decir, hasta 74, 000 latas por hora laboral (en promedio, 11.5 latas por trabajador). Antes de la inversión, la producción era de 44,400 latas por hora laboral (en promedio, 7 latas por trabajador). El producto marginal es 29,600 latas adicionales dividido por 15 nuevos empleados, lo que significa 2 latas por trabajador por hora laboral. Pero, de un instante al otro, cada trabajador produce en promedio 4.5 latas adicionales por hora laboral.

Ahora, ejecute el lector los siguientes cálculos por hora laboral antes y después de la inversión: estime el salario promedio de cada trabajador, multiplique por el producto promedio y determine el costo promedio de producción, y obtenga así el ingreso del trabajador o costo laboral de la firma. Luego, multiplique la producción promedio por el precio medio en el mercado y estime el ingreso de la firma. Finalmente, suponga que la tasa de ganancia es del 30%, deduzca el retorno y compare con el costo laboral promedio. Notará que el retorno medio por hora incrementa, mientras el ingreso medio del trabajador no ha variado.

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