Durante varios años, la entrada a las Instalaciones Deportivas de la UCR desde la ruta nacional 202 (carretera a Sabanilla), sentido oeste-este, ha sido realizada ilegal e impunemente por muchos conductores mediante un giro izquierdo contrario a lo permitido en el semáforo peatonal. La intervención reciente del MOPT en este sitio deja ahora muy clara la prohibición de esta maniobra, sancionada en la Ley de Tránsito con una multa de más de ₡300 mil, siendo posiblemente resultado de la denuncia realizada por mi persona hace casi tres años ante la Dirección General de Ingeniería de Tránsito, y las autoridades universitarias.
Aún después de dicha intervención del MOPT, muchos conductores, incluidos de la misma Universidad, siguieron con dicho viraje, acostumbrados a ello durante varios años, a pesar de la peligrosidad evidente, irrespetando ahora no solo la flecha recta en el semáforo peatonal existente desde hace muchos años, sino todas las nuevas medidas adicionales, como el repintado de demarcación horizontal de raya doble y nueva señalización horizontal y vertical, incluso entrando por la salida actual del bulevar. Un giro izquierdo no señalizado es ilegal y toma por sorpresa a los conductores en ambos sentidos del tránsito y genera una elevada inseguridad vial, aun más en una carretera cada día más transitada como es la ruta 202 hacia Sabanilla, en este sitio agravado por la cercanía de un semáforo peatonal.
Es evidente que, al diseñar la Universidad el bulevar en los 80, no hubo mayor consulta al MOPT respecto al futuro impacto de esta intersección con una ruta nacional en una zona en evidente desarrollo urbanístico. Pero más grave es que en el Estudio de Impacto Vial presentado por la UCR al MOPT, para la Viabilidad Ambiental del entonces gran proyecto de unas 22 obras en tres de sus fincas en Montes de Oca, entre estos la Facultad de Odontología, operando desde 2018 y la Oficina de Bienestar y Salud, inaugurado en febrero del presente año, ambas en Finca 3, no aparece ningún análisis técnico de la intersección del bulevar de Finca 3 con la ruta nacional 202, y más bien se documenta que sería “cero” el aumento de usuarios trasladándose de la Finca 1 a la Finca 3 con los nuevos edificios previstos.
Del expediente del trámite ante el MOPT, se desprende que el estudio sobre 36 intersecciones afectadas por el proyecto de ampliación y renovación de la infraestructura universitaria fue aprobado en solo unos 2 meses y sin haber analizado previamente diseños y soluciones así como medidas de mitigación y mejoras de tres intersecciones específicas, a pesar de que la aprobación fue condicionada a la ejecución de las obras respectivas
Ante la declaración en dicho estudio de cero aumento de usuarios entrando o saliendo por el bulevar a la ruta 202, no es de extrañar que para el MOPT esta intersección no fue de importancia y que este ministerio no se haya preparado para el caos vial y peligro peatonal que se vive hoy en dicha intersección. Lo anterior es preocupante, pues afecta no solo con los conductores desorientados, sino también todas las personas que transitan diariamente por la zona y el paso peatonal, como son los vecinos, adultos mayores que que asisten a los programas deportivos del PIAM, estudiantes de cursos deportivos de primer ingreso, estudiantes y personal de carreras de EDUFI y de Odontología, personal y usuarios de la OBS y usuarios de sus ofertas deportivas como clubes de niños de taekwondo, futbol, baile, aeróbicos, gimnasio de biomecánicos, y otros, así como usuarios de las canchas de frontón, baloncesto, senderos y áreas verdes.
Por todo lo descrito, es evidente que la intervención realizada no ha resuelto la inseguridad vial dado el persistente irrespeto a la supuesta prohibición del giro izquierdo, y que una solución verdadera debe ser integral y sostenible. La comunidad espera un análisis técnico legalmente fundamentado para subsanar los errores del pasado y prevenir los impactos futuros de crecimiento urbanístico y de la infraestructura universitaria. Atender los intereses de confort de los conductores de la UCR no puede ser más importante que la seguridad peatonal, en una carretera que brilla por la ausencia de aceras transitables conforme a la ley.
