Opinión

Robótica y Ciberfísica en la lucha contra el Covid-19

Desde hace varios años, futurólogos y científicos advierten que vivimos en un nuevo mundo sumido en la Cuarta Revolución Industrial

Desde hace varios años, futurólogos y científicos advierten que vivimos en un nuevo mundo sumido en la Cuarta Revolución Industrial: los sistemas ciberfísicos inteligentes. No son extraños entonces los robots y sistemas inteligentes en el campo biomédico ni su gran influencia en la integración de las TICS en el sector clínico. Robots y plataformas tecnológicas apoyan la rehabilitación ortopédica (NAOTherapist), la rehabilitación fonoaudiológica (SLT Cyberphysical Platform), el desarrollo de exoesqueletos inteligentes (Technaid), la radiocirugía estereotáctica (CyberKnife), la cirugía con centrales tipo avatar (Da Vinci) para intervenciones robóticas a distancia, el transplante capilar asistido con robótica e Inteligencia Artificial (Artas Robotics), la asistencia de plataformas celulares biomédicas (Yaskawa Motoman Cell), la gestión en genómica poblacional a gran escala (HTP STauBLi), la asistencia en la automatización de laboratorios clínicos (CoLAB), el soporte en análisis de biopsias (Murab Project), y las cirugías de columna vertebral y cardiacas (Mazor Robotics ), entre muchas otras.

Los robots empleados en esta época pandémica del coronavirus SARS-CoV-2 en el sector clínico y urbano, tienen muchas aplicaciones y funciones diferentes. Una de las más importantes permite la comunicación entre pacientes y personal de salud sin necesidad de contacto o acercamiento directo, a través del empleo de pantallas digitales y sensores activos/pasivos. Adicionalmente, pueden servir como medios de uso remoto para tomar parámetros clínicos como presión, temperatura y grado de oxigenación de los pacientes, especialmente en los que disponen de asistencia de respiradores mecánicos. También pueden cumplir un rol de asistencia, reparto de medicamentos y otros bienes o monitoreo inteligente.

Para evitar la transmisión del virus en superficies de contacto entre los robots y los pacientes y/o personal, se han creado etapas de desinfección (peróxido de hidrógeno y UV) alternas entre los espacios atendidos. Es decir, robots de servicio son atendidos por cámaras robóticas para la desinfección de superficies en las zonas de atención. Estos mismos robots son empleados también para la desinfección del virus y otros microorganismos en general en las distintas zonas. Además, se dispone de robots que pueden tomar ultrasonidos y muestras biológicas de los pacientes o poseen dispositivos para analizar la velocidad de respiración de los pacientes, especialmente para monitorear la evolución de la neumonía y factores fisiológicos críticos asociados.

En zonas urbanas, los robots (y también objetos voladores no tripulados) en ciertas ciudades son muy útiles para levantar alertas y advertencias sónicas en horarios de restricciones de tránsito, en relación a las personas que caminan o se agrupan por las calles. Además, pueden detectar la temperatura de las personas a distancias cercanas a cinco metros, y emplean sistema de visión artificial para detectar si las personas llevan máscaras puestas o no; todo amparado por las leyes que protejan los derechos de las personas.

Muchísimas más aplicaciones podrían ser mencionadas pero uno de los aspectos fundamentales de la participación de los robots está en la automatización de las distintas etapas que implica determinar el diagnóstico del virus en los laboratorios clínicos; esto en coordinación con las cadenas de suministros de los distintos reactivos. Por ejemplo, las tareas asociadas a la extracción, retrotranscripción y la amplificación del ARN Viral (ácido ribonucleico del virus) de las muestras a través de la técnica de RT-PCR cuantitativa. Las acciones pueden automatizarse en pruebas diagnósticas moleculares masivas para la determinación o no del virus en miles de personas siguiendo estándares de calidad con inspección inteligente. Adicionalmente, en el manejo de cartuchos integrados para la detección viral también existen estaciones robóticas que pueden realizar cientos o miles de pruebas semanales (cargando previamente baterías de cartuchos con muestras incluidas de SARS-CoV-2 en plataformas automáticas).

Finalmente, las aplicaciones robóticas y ciberfísicas serán cada día más cotidianas, abriéndose un gran espacio de innovación en donde la Ingeniería Industrial, la Biotecnología Industrial, la Genética, la Bioinformática y la Biología Molecular Clínica, por ejemplo, han encontrado una intersección multidisciplinaria ante la batalla contra el COVID-19 que impulsa la reinvención continua de sus protocolos hacia el futuro.

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