Opinión

Respuestas contundentes a la sangre derramada en nuestras carreteras

Atropellos a peatones, ciclistas, motociclistas; alcohol al volante; presas por todos lados, exceso de velocidad, piques, choques entre carros,

Atropellos a peatones, ciclistas, motociclistas; alcohol al volante; presas por todos lados, exceso de velocidad, piques, choques entre carros, choques contra postes de luz, contra los trenes, vehículos que caen en barrancos y guindos… son innumerables las factores que quitan vidas y generan el caos en Costa Rica. La muerte de Saray Ríos – de 25 años-, quien esperaba el cambio del semáforo para cruzar la zona peatonal cerca de la antigua Facultad de Derecho de la UCR, debe ser la gota de sangre que haya desbordado el cáliz. Según CRHoy.com, para el 24 de octubre de este año se contaron 358 fallecidos en las carreteras nacionales. Nos estamos literalmente matando en las vías. Esta situación requiere de medidas prontas y contundentes para reducir en lo posible el derramamiento de sangre en las diversas zonas del país. El MOPT, las municipalidades, el Incofer, la Asamblea Legislativa, las instituciones educativas y los hogares… todos debemos asumir la responsabilidad que nos compete ante esta situación.

Urge un cambio cultural por parte de los costarricenses -sobre todo de quienes pueblan las calles con sus vehículos-, privilegiar los trenes y los servicios colectivos de transporte para reducir el número de carros y de motocicletas, generadores de caos en nuestras carreteras.

Tiene razón el profesor de Saray Ríos, Pablo Mora Vargas, en la edición del 2 de noviembre del Semanario UNIVERSIDAD, sobre que los conductores deben manejar con mucha precaución para no ocasionar sufrimiento a otros y a ellos mismos. Sin embargo, en este país parece que la gente necesita de medidas más “conductistas” para reaccionar. En ese sentido, al MOPT y a las municipalidades se les insta instalar más barrotes de cemento en las aceras para impedir el ingreso de vehículos a las zonas peatonales. Por ejemplo, en el edificio Domus de Curridabat el paso peatonal está resguardado por barras de cemento. La malla metálica es una alternativa. Así, en Beijing las aceras están separadas de la calle por una larguísima malla que cubre los cuatro costados laterales de las manzanas de edificios, dejando un espacio abierto para los pasos peatonales en las esquinas. Los reductores de velocidad también son necesarios. ¡Tantas muertes cada año claman colocar durmientes -en especial en las cuestas- en todas las carreteras! La seguridad y la integridad física deben ser prioritarias sobre la velocidad. Durmientes de cemento y asfalto se lamentan menos que durmientes de carne y hueso.

Modernización ferroviaria y uso de diferentes modalidades de ferrocarriles. La Ley de Fortalecimiento fue un paso más en el campo jurídico; pero como saben, lo estatal tarda muchos años en implementarse. Incluso, el constante cambio de jerarca en el Incofer perjudica terriblemente a los usuarios pues se abandonan proyectos y finalmente estos no se ejecutan. Por ejemplo, Guillermo Santana apartó el TRAM y el Proyecto Raqueta de Miguel Carabaguíaz, y el nuevo presidente ejecutivo, Christian Vargas, deja el TRP de Santana en la incertidumbre. No es de extrañar que en el 2018 un nuevo jerarca lleve a la papelera de reciclaje tanto el TRP de Santana como lo que se le ocurra a Christian Vargas. El Incofer requiere modernizarse independientemente de una junta directiva donde el Gobierno Central mete y saca la mano a cada rato. Se debe destinar un porcentaje del PIB a los ferrocarriles para la compra de trenes y de infraestructura ferroviaria contemporánea. No solo ello, el Incofer puede liberar parte de sus acciones a las empresas productoras de trenes como lo hace la compañía estatal Ferrocarriles de Rusia, la cual se abre a inversiones conjuntas con Alstom, Siemens y Bombardier, titanes a los que se unen China Railways Highways y Japanese National Railways, para dinamizar y acelerar la construcción de nuevas líneas férreas. Si el Gobierno y el Incofer son incapaces de realizar esta labor, queda disponible la opción de concesionar nuevas rutas ferroviarias. Todavía mejor: mientras el Incofer construye directamente nueva infraestructura en una ruta, las concesionarias trabajan en otras; utilizar ambas caras de la moneda. Es muy deseable que las concesionarias no sobornen a políticos locales para adjudicarse las licitaciones. Sin embargo, debido a la urgencia de nuevas líneas férreas y de equipo rodante mucho más moderno, la concesión de nuevas rutas por parte del Incofer y del MOPT es un sacrificio por la modernización del servicio y para reducir los vehículos en las carreteras.

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