Opinión

Respuesta al secretario general del Frente Amplio

La Nación en su edición del 18 de febrero destaca en portada y dedica una plana entera a informar que FA "acusa" a la diputada

La Nación en su edición del 18 de febrero destaca en portada y dedica una plana entera a informar que el FA “acusa” a la diputada más comprometida con los movimientos populares, la compañera Ligia Fallas, del “delito” de organizar un grupo trotsko. Como corolario el secretario general del Frente Amplio, Rodolfo Ulloa, declara categóricamente que no permitirán el ingreso al Frente Amplio a los supuestamente destructivos trotskos.

En otras palabras, con el mote “temible “de trotskismo, sin aportar un solo hecho o dato sobre nuestra práctica política y programa, nos excomulga como si fuera el patriarca de una iglesia.

El Partido Revolucionario de las y los Trabajadores (PRT) siempre ha sido unitario cuando se trata de impulsar la movilización popular, y siempre ha luchado por la democracia obrera y popular, para definir las luchas con métodos asamblearios, a los que huye como la peste la burocracia sindical, parlamentaria y partidaria.

Rodolfo Ulloa, a quien tanto despliegue da La Nación (no por casualidad), sirve −y esto es lo más detestable− para lanzar una cortina de humo sobre la severa crisis de conducción del partido que preside: el malestar, las expulsiones, las rebeliones locales, contra un liderazgo muy centralizado en el Comité Ejecutivo y la mayoría de la fracción legislativa.

Esta bronca en las bases del Frente Amplio no es nueva, se ha venido acumulando. El papel lamentable del padre Vargas en la pésima negociación que acabó con la última huelga de Sintrajap y facilitó la imposición de APM Terminals, el apoyo del FA a la contrarreforma procesal laboral que obstruye y constriñe el derecho fundamental a huelga, la ley de aguas que la constituye en un bien económico, de acuerdo con los intereses corporativos de GPW Internacional, el apoyo a los acuerdos leoninos con capital chino para la construcción de la ruta 32 y la construcción de la megarrefinería. Todos estos hechos han llevado a la decepción y a la ruptura de los sectores más combativos y honestos de las bases del FA.

Resulta aún más cínico que se recurra a la leyenda negra del trotskismo que tanto utilizó la burocracia stalinista (que usurpó y enlodó el nombre del socialismo), justamente en momentos en que se destapa que al menos dos diputados del Frente Amplio, entre ellos el jefe de fracción, votaron a favor del represor del 8N y ficha de la embajada norteamericana, Celso Gamboa, como Magistrado de la Sala III de la Corte Suprema de Justicia.

Cabe la pregunta: ¿por qué al padre Vargas se le perdona su “pecadillo” al enviar una carta muy sucinta sobre el reconocimiento de su “error” y borrón y cuenta nueva, pero al mismo tiempo a Ligia Fallas y sus correligionarios los colocan al borde de la expulsión? Con la vara con que miden al padre Vargas no es la misma con que miden a Ligia Fallas.

Preguntamos entonces ¿para quién es amplio y para quienes no es amplio el Frente Amplio? Obviamente no es amplio para las y los trotskistas y disidentes que se colocan más a la izquierda de su espectro político, pero sí muy amplio, pero muy amplio, atrayendo hasta excandidatos de partidos burgueses para las nominaciones (como ocurrió con la papeleta de Cartago), y desplazando a las bases que hacen crítica, exigen balance democrático interno.

Ninguna conspiración oscura con Ligia fue la que nos llevó a acercarnos a ¡Organización Popular Ya! (OPY). Fueron las posiciones políticas, dignas y valientes de Ligia en una variedad de temas de la agenda política y su activismo incansable en las luchas obreras, campesinas, feministas, LGBT, ambientalistas, animalistas, etc.

No se preocupe usted, don Rodolfo, por los trotskos, porque no estamos pidiendo ingreso al Frente Amplio por diferencias de principios, como lo es el voto por el garroteador del 8N, entre muchas otras cuestiones.

Preocúpese, don Rodolfo, por responderles a sus bases, que muchos cuestionamientos tienen hacia su dirigencia, y no desvíe la atención lapidando a Ligia Fallas, como ya la prensa burguesa y sus dueños la vienen estigmatizando como la chancletuda. Y eso es una canallada, porque las bases luchadoras y abnegadas del FA que conocemos en la lucha cotidiana, merecen respeto y rendición de cuentas.

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