Los proyectos de Acción Social en la Sede del Sur continúan afrontando los retos surgidos a raíz de la aparición de la pandemia por la covid-19, lo que ha forzado la reinvención en la gestión de sus actividades. Asimismo, se ha reforzado el acompañamiento de las poblaciones participantes en cada uno de estos proyectos, en comunidades rurales con un contexto de escaso acceso y conectividad a Internet. El fortalecimiento de una estrategia adaptativa en el desarrollo del trabajo colaborativo intra e interuniversiario, así como a nivel interinstitucional, ha sido medular a la hora de responder a las comunidades del sur del país de la forma más efectiva y eficiente posible, y robustecer de esta manera la relación universidad-comunidad.
La migración desde la presencialidad hacia la virtualidad en la totalidad de los proyectos de Acción Social se benefició de una mayor flexibilización, adaptabilidad e innovación. Los procesos administrativos, anteriormente centralizados y presenciales, se flexibilizaron hacia la ruta de digitalización en la Vicerrectoría de Acción Social y en otras dependencias universitarias, eso facilitó el flujo de trámites administrativos y académicos. Se disminuyó, de esta manera, la brecha digital de una sede, la del Sur, la más alejada de la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, ubicada a 320 kilómetros.
Personas proyectistas y comunidades han desarrollado nuevas formas de trabajo. En ambos casos se han adaptado las actividades preexistentes y se han identificado necesidades emergentes con el objetivo de construir soluciones específicas para cada proyecto de Acción Social. En última instancia, la innovación se encuentra inmersa en todo el contexto pandémico, lo que ha implicado el aprendizaje de herramientas y aplicaciones tecnológicas.
Estas últimas son acciones digitales imprescindibles que nos han permitido aprender a comunicarnos mediante imágenes y sonidos utilizando como medio una computadora, la telefonía celular o una tableta. Al mismo tiempo, hemos respetado el distanciamiento social requerido por las autoridades sanitarias. El nuevo entorno tecnológico nos ha permitido realizar un seguimiento de las actividades propuestas en la formulación de los proyectos de Acción Social en condiciones adversas provocadas por la Covid-19.
De igual manera, a través de los distintos dispositivos comunicativos se ha consolidado la creación de un nuevo “espacio comunal virtual”, el cual podría definirse como un espacio de diálogo para conectar y establecer canales recíprocos entre todas las personas involucradas en los proyectos al sur del país. Este espacio, asistido por la conectividad a Internet, nos ha permitido acercarnos como comunidad. Como colectividad nos hemos reinventado bajo una nueva modalidad de vinculación laboral y personal, acortando la brecha geográfica. Además, las nuevas modalidades de conectividad han permitido superar la paralización total de las actividades presenciales en las comunidades del Sur a principios del 2020 y ha facilitado la apertura gradual de acciones híbridas virtuales-presenciales en el 2021.
Como consideraciones finales, debemos reflexionar más sobre la relevancia de la Acción Social en las comunidades rurales del Sur, espacio social y cultural donde se aprecia una situación paradójica: el rezago socioeconómico, por una parte, y la excepcionalidad de su capital natural y cultural. Por lo tanto, la UCR y las comunidades necesitan orientar sus esfuerzos en el fomento de proyectos que contribuyan al desarrollo local y a las potencialidades de la zona. En este sentido, colocar en equidad de condiciones a la Sede del del Sur frente a las demás sedes universitarias ratificaría el compromiso de nuestra Universidad con la regionalización como modelo universitario y el importante papel ocupado por la Universidad de Costa Rica en la Región Brunca.