Opinión

Réplica a Boris Molina, abogado de Mainor Salas

"Usted dice: 'pareciera que existe un plan general, para lograr el despido del prof. Salas de la UCR a toda costa y para su linchamiento público'. No parece, yo exijo el despido de Mainor Salas", dice la autora

Mi nombre es Claudia Rodríguez Sequeira, mi nombre figura en el artículo del Semanario Universidad, como una de las denunciantes del profesor Mainor Salas. Si bien no leí la noticia antes de su publicación, ya conocía su contenido, estaba preparada. Para lo que no estaba preparada era para su respuesta.

1 a.m. del miércoles 22 de mayo me invadieron las lágrimas.

Comprendo que su función en este asunto es de abogado ¿defensor? de Mainor Salas, sin embargo, da la impresión que usted no deseaba realizar una defensa técnica, usted quería defender al Mainor Salas que es su amigo, al Mainor Salas que es su compañero de trabajo.

Respeto que lo hiciera, como usted, yo también aprecio la libertad de expresión. Solamente, por honestidad intelectual, hubiese preferido que fuera claro con la posición desde la que hablaba.

Deseo señalar algunos puntos de su “defensa” de Mainor Salas:

1. Lo cierto del caso, es que muchas de las acciones de Minor Salas no encajan en un proceso de naturaleza penal, sino administrativo por su condición de profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica. Aún siendo de naturaleza administrativa, muchas acciones se encuentran prescritas. Pero, nada de eso importa. Es difícil salirse del esquema legal, defecto de muchos abogados. Esta denuncia es una denuncia social. No quiere decir que no esperamos que no existan consecuencias, sanciones, etc., quiere decir que no se agota en unos artículos de su Código Procesal Penal, es más grande que eso.

2. Usted indica que no tiene intención de descalificar los relatos de las víctimas. Yo le indico que falla en sus intenciones. “Son mayoritariamente los estudiantes que reprueban, o quienes jamás han puesto un pie en sus cursos, los que más se quejan y lo critican sin fundamento”. ¿Existe mayor descalificación que esa? Como si en la UCR nadie hubiese perdido un curso, como si grupos de estudiantes se alzaran y repudiaran a sus profesores de cálculo. Yo, a mis 18 años, puse un pie en esa clase que usted dice y lo critico con fundamento. No está demás señalarle que su dicho es antojadizo, no podría constatar su afirmación.

3. Decir que las frases de Mainor Salas están sacadas de contexto no podría ser una defensa más simplista. Pobre genio incomprendido de Mainor Salas, cuántos abusadores más hay, que no llegamos a comprender. Usted no ha presenciado la gran mayoría de las clases de Mainor Salas, no defienda un contexto que usted desconoce.

4. Me tiene sin cuidado que alguien lo elogie, que alguien lo considere inteligente, que alguien lo considere digno de Oxford. No alzamos la voz porque Mainor Salas sea tonto. Alzamos la voz porque es un acosador sexual y psicológico. No hay relación alguna en que tenga un doctorado, que tenga publicaciones, que tenga fans, con los hechos que denunciamos. He tenido profesores verdaderamente brillantes, que siempre me trataron con respeto, esa es la magnanimidad del genio.

5. Usted dice “pareciera que existe un plan general, para lograr el despido del Prof. Salas de la UCR a toda costa y para su “linchamiento” público”. No parece, yo exijo el despido de Mainor Salas. No hablo por otras, pero con gusto podemos preguntarles. “Una verdadera campaña de desprestigio y persecución, por la que deberán de responder los responsables” es un argumento suyo en que estamos de acuerdo. Mainor Salas es el responsable de su propio desprestigio y debe responder.

6. Finaliza su defensa diciendo: “¡En esta guerra pierden todos, incluida la UCR … ese Alma Mater que todos queremos y juramos defender!”. Me parece que no compartimos una misma visión sobre esa Alma Mater. Yo quiero una Alma Mater donde las mujeres estemos seguras. No quiero paternalismos, no busco un guardián, no busco un Dios, busco respeto.

Pregúntese: ¿por qué en una Facultad en la que la mayoría de estudiantes somos mujeres, sobresalen solo los hombres? Por cada mujer que sobresale como jurista, como profesora, como litigante, hay diez hombres sobresalientes.

Al final del día, me quedo con la bueno, una Universidad y una Facultad que amo por otras cosas: por lo que he aprendido, por las profesoras y profesores que verdaderamente me han enseñado, por las amistades que he forjado, por las experiencias que he vivido. Deseo que las actuales y futuras estudiantes de mi Facultad, no tengan los miedos que yo tuve, que griten cuando yo callé. Sabiendo que estamos sentadas en un pupitre porque otra mujer luchó por nosotras.

La autora es estudiante de Derecho en la Universidad de Costa Rica. 

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