Opinión

Primera vuelta de elecciones en Francia. Entre la integración europea y el nacionalismo populista

Marine Le Pen no logró hacerse con el primer lugar de las elecciones francesas.

Marine Le Pen no logró hacerse con el primer lugar de las elecciones francesas. En lugar de esto, el exministro Emmanuel Macron logró capitalizar el 24,01% de los votos de la mano de su agrupación “En Marche!”. Macron que se autodefine como socioliberal -una postura que puede ser considerada a la centroderecha del espectro-, ha basado su campaña en la integración europea y el distanciamiento tanto de la izquierda como de la derecha. Por otro lado, la candidata de discurso nacionalista y euroescéptico del Frente Nacional consiguió el segundo lugar con 21,3% de los votos, con lo cual si bien logra pasar a segunda ronda, permite pensar que la sombra del nacionalismo se disipa en Europa, por lo menos temporalmente.
Le Pen apeló durante su campaña a la retórica de odio hacia los inmigrantes, principalmente islámicos; un marcado énfasis en la planificación estatal, mediante propuestas como: impuestos para las empresas que contraten extranjeros/as y el proteccionismo económico, se apoyó en el populismo punitivo como estrategia para reforzar la seguridad. Sus propuestas más importantes fueron: el Frexit (sacar a Francia de la Unión Europea), la remoción de la nacionalidad francesa en determinados casos, reinstauración de la cadena perpetua, volver al Franco y la eliminación de los acuerdos de Schengen. Toda esta dinámica retórica se vio coadyuvada de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos.
Las elecciones francesas estuvieron marcadas por un claro rechazo de parte del electorado hacia las agrupaciones tradicionales. Desde la fundación de la quinta república, las dos agrupaciones hegemónicas habían tenido un amplio dominio de la arena política. Lo anterior permite observar que existen necesidades de diferentes sectores de la ciudadanía que las agrupaciones tradicionales no han logrado canalizar. El Partido Socialista (PS) y Los Republicanos (LR) no solo quedaron fuera de la segunda ronda y de toda posibilidad de ganar la contienda, sino que registraron disminuciones dramáticas de votación en comparación con las elecciones anteriores.
El candidato republicano François Fillon estuvo envuelto en escándalos de corrupción por presuntamente emplear de forma ficticia a su esposa, lo cual le afectó su imagen pública. Situación de la cual no se pudo recuperar a lo largo del periodo electoral. Esto provocó que la agrupación LR (que en 2012 se llamaba Unión de Demócratas por la República) obtuviera apenas un 20,01% de los votos, mientras que en las elecciones pasadas había obtenido el 48,36% de los votos.
En cuanto al Partido Socialista, este manifestó una derrota histórica. En 2012 su candidato François Hollande logró ganar la contienda electoral con un 51,63% de los votos, mientras que en esta ocasión se obtuvo a penas un pobre 6,36%. Superados incluso por el candidato de Francia Insumisa Jean-Luc Mélenchon, quien mediante un discurso anti-sistema y progresista logró capitalizar la simpatía de los votantes de izquierda, lo cual se tradujo en un 19,58% de los votos.
De cara a la segunda ronda parece que la dinámica del voto “anti-LePen” jugará un rol importante. Encuestas como la realizada por Ipsos Sopra Steria el pasado 17 de abril, señala como uno de los posibles escenarios una victoria de Macron sobre Le Pen en segunda vuelta por un margen considerable.
Lo anterior se nutre de varios elementos coyunturales. Entre ellos, el marcado rechazo de parte de los socialistas y republicanos al discurso de odio de Le Pen. Ambas agrupaciones parecen estar de acuerdo en que Le Pen es el enemigo común. Por esta razón, los líderes de dichos partidos han hecho un llamado a su militancia a votar por Macron en segunda vuelta. El mismo Macron ahora hace un llamado a los “progresistas” a que voten por él. Finalmente, cabría pensar que con la llegada del socioliberal al poder, la amenaza del populismo xenófobo que parecía asediar Europa puede diluirse, solo queda esperar atentos a los resultados de la segunda vuelta electoral.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido