En el marco de la segunda promoción doctoral de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica, se publicó el segundo tomo de investigaciones producto del esfuerzo entre docentes y estudiantes de doctorado, sobre el tema denominado: Del Patrimonio Constitucional Centroamericano al Derecho Constitucional Centroamericano. Iniciativa, que hoy se puede ver tangible en la publicación de una obra colectiva, bajo la compilación del Prof. Dr. Enrique Ulate Chacón.
Este libro representa mucho más que un compendio de pesquisas sobre patrimonio constitucional de países centroamericanos, producto de un ius comparationis de parámetros de constitucionalidad en Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Panamá y República Dominicana. Está reflejado en sus páginas, el derecho comunitario y los controles de convencionalidad, que manifiestan que entre los países de Centroamérica existe una marcada interacción que se plasma en relaciones concretas (políticas, migratorias, comerciales, históricas y constitucionales), que nos dan como región, una especificidad que hace la diferencia y que a la vez nos determina no solo con sangre, costumbres, ideales, intereses y afectos. Lo que plantea un reto regional, el cual es que para afianzar ese llamado Patrimonio Constitucional Centroamericano desde la óptica de un derecho constitucional, se requiere una imperiosa necesidad de fortalecer los mecanismos de justicia internacional, así como los controles reales de convencionalidad y el diálogo jurisprudencial de sus Estados miembros.
Esta obra es el símbolo de un esfuerzo intelectual y emocional común, de trabajo en equipo, de una guía académica constante por parte de los docentes del doctorado y, sobre todo, de la culminación de un proceso de enseñanza – aprendizaje maduro, rígido y concienzudo.
La posibilidad real de transformar los conocimientos aprendidos y aprehensibles a lo largo de este posgrado, en la contribución académica del incremento del acervo investigativo auspiciado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas y del propio Doctorado, representa un estímulo trascendental a nosotros sus estudiantes, para quienes se nos abre la puerta de colaborar en una publicación de esta categoría, y de practicar con ello, una de las áreas fundamentales del saber académico.
Quisiera con esto incentivar a la nueva promoción doctoral, a aprovechar el conocimiento de estos grandes maestros, a continuar dando lo mejor de sí mismos hasta el cansancio. Para dentro de un par de años poder presentar nuevamente un tomo tercero de aportes investigativos de una nueva obra jurídica. Y que ojalá se convierta esta iniciativa en una tradición obligatoria de nuestro doctorado.
Finalmente, externar mí más sincero agradecimiento a todos los profesores del doctorado: Dr. Jorge Enrique Romero Pérez, Dr. Pedro Haba Muller, Dr. Hugo Alfonso Muñoz Quesada, Dr. Rafael Gónzalez Ballar, y especialmente al Dr. Enrique Ulate Chacón, quien de la manera más desinteresada se ha dado a la tarea de sacar adelante esta ardua labor de la mano de cada uno de nosotros.