La guerra no constituye un fenómeno aislado, pues esta se caracteriza con fundamentos teóricos e ideológicos inscritos en la perspectiva de los grupos de poder como formas de dominación, cuyos matices se expresan en lo económico (expansión, instalación, control y dominio por el dios=mercado), en lo político y la política, en lo cultural y en lo geopolítico. Por ello instaurar un principio moderador desde la filosofía de la guerra resulta absurdo. A partir de esa perspectiva aprovechando todo el avance científico tecnológico y el gran aparato militar se realizan actos de colonización y de expropiación de las riquezas (sojuzgamiento de pueblos enteros). Hoy se abre un abanico de ramas por las que discurren las guerras: biológicas, químicas, informáticas (la cibernética ha desarrollado redes inimaginables y justamente en las guerras modernas uno de los primeros objetivos es la destrucción de las redes de comunicación del adversario y parece claro que el poder en el capitalismo global lo ejerce el mercado financiero distendido entre otros por el Fondo Monetario Internacional), navales, electrónicas y psicológicas, entre otras.
A propósito de la ´conquista mexicana´ uno de los factores que diezmaron a los aborígenes fue el contacto con enfermedades como el sarampión, la viruela, la varicela, el tifus y otras; además Hernán Cortés deliberadamente lanzó en Tlaxcala unos bergantines con de restos y material en las aguas del lago Texcoco. No obstante el peso abrumador que poseen las clases dominantes los pueblos se organizan y tratan de establecer caminos de resistencia.
Ahora bien, las instituciones nunca han sido ingenuas ni neutrales por ello la participación de las religiones y de sus iglesias han jugado un papel fundamental en el desenvolvimiento de las sociedades desde las más antiguas hasta las presentes. En el ajedrez los alfiles representan al clero (sacerdotes) se desplazan en las diagonales no ocupadas a veces causando sorpresa y con un gran poder de ataque (cuando existe complicación en el medio juego por alguna razón ya sea de análisis, de percepción, de olvido u otro surge con frecuencia un ataque producto de alfil que se desplaza en forma sigilosa). Y en franca correspondencia con el ajedrez, Clodoveo que había destruido edificaciones y estatuas del catolicismo es persuadido por Remigio obispo de Reims para que se convierta al catolicismo y justamente en el momento de su conversión Remigio le dirigió las siguientes palabras: “Dobla la cerviz, fiero sicambro, adora lo que has quemado y quema lo que has adorado”. Independientemente de lo contradictorio del caso la conversión facilitó las guerras emprendidas por Clodoveo pues se vieron como grandes cruzadas por la unidad de la Galia y obviamente la Iglesia fortalecía su unidad. Y más recientemente el mundo ha sido testigo de la participación del Papa Karol Jósef Wojtyla (Pablo II) en la conformación del sindicato Solidaridad y luego sus viajes apoyando a Lech Walesa (claro a Walesa también lo apoyaron Ronald Reagan y Margaret Thacher). Pablo II fue también sumamente cortés con Pinochet, posteriormente reprende a Ernesto Cardenal por la forma en que se conducía en la Iglesia y en su agenda no podía faltar a Cuba.
Es también notoria la participación de un sector importantísimo de sacerdotes y jesuitas en la América Latina que sostuvieron (algunos aún sostienen) un nuevo mensaje, cuya pretensión es un despliegue que se arraiga en una pulsión de vida ahora y aquí, ello justifica que su voz y su acción se hayan levantado en contraposición con las posiciones que despojan a las grandes mayorías del ejercicio de su libertad. Por ello Rutilio el Grande es asesinado en 1977 por formar líderes llamados ´Delegados de la palabra´ y defender la verdad de un mensaje novedoso (es famoso el sermón de Apopa). Fueron también asesinados Óscar A. Romero el 24 de marzo, y los jesuitas Ignacio Ellacuria, Ignacio Martín-Baró, Segundo Montes, Juan Ramón Moreno, Amando López, Joaquín López y López entre tantos y en esa vía escribió el misionero Gaspar García caído en Nicaragua: “He defendido mi libertad en la vida/ pero lo tienen todo/ y también quisieran/ echar sus garras a mis obras/ cuando muera/ No. Mis obras son del pueblo”. Y se dan claras señales de que el Papa actual está dando un giro en la historia del papado de los últimos años y con ello en los caminos de conducir la Iglesia. A modo de una primera síntesis podemos decir que se da un paralelismo entre las posiciones y combinaciones dentro del ajedrez y la vida donde los alfiles y la Iglesia seguirán por rumbos que se cruzan en la guerra, en la política y en lo político (continuará).
