Opinión

Nunca fueron los datos, era la política

Recientemente, el Foro Económico Mundial, uno de los organismos internacionales de referencia para los sectores políticos y económicos del país, publicó “Más gente se mueve en bicicleta que en auto en el centro de París”. Ese es el resultado visible de una política pública, iniciada en 2015, que generó mejoras en las condiciones para moverse en bicicleta por París.

Esa noticia me recordó una situación ocurrida durante la ejecución de un proyecto de extensión universitaria en el que participé. Este proyecto se desarrolló en conjunto con el colectivo de ciclismo urbano Alajuela en Cleta. Uno de los objetivos del proyecto fue ofrecer al municipio local datos geoespaciales sobre infraestructura y movilidad en bicicleta para que fueran considerados en sus procesos de planificación urbana. En línea con ese objetivo, en el proyecto se desarrolló una metodología participativa para recopilar y validar los datos recolectados, en conjunto con el colectivo de ciclismo urbano.

El Municipio de Alajuela, a pesar de ser un cantón bici-amigable desde el año 2014 (declarado por el Concejo Municipal), no tiene una política para promover la movilidad en bicicleta. Precisamente, una de las grandes excusas para no tomar medidas en ese sentido suele ser la ausencia de datos sobre movilidad en bicicleta. En el marco del proyecto de extensión anteriormente mencionado, y en plena pandemia por COVID-19, se logró el acceso a datos sobre movilidad en bicicleta almacenados en la plataforma Strava. Se evidenció que desde el inicio de la pandemia se triplicó la cantidad de personas que se movieron en bicicleta por el centro de Alajuela.

Con datos en mano, además justificado en la reactivación económica y el impacto positivo de la movilidad en bicicleta en la salud, elaboramos una propuesta para cerrar temporalmente un circuito de calles del centro de Alajuela para que las personas se apropiaran y disfrutaran de la ciudad. Con esa propuesta se incentivaba la movilidad activa y se habitaban las aceras para que comercios pudieran sacar provecho del espacio. Al presentar la propuesta a la cámara de empresarios local, uno de sus miembros fosilizó la propuesta con una frase lapidaria, dijo: eso es muy bonito en París, no en Alajuela.

El pasado mes de mayo inició un nuevo periodo del gobierno local. Vuelve Roberto Thompson a darle continuismo a más de 20 años de gestión del Partido Liberación Nacional. Regresa quien ya fue alcalde entre el 2011 y 2018, puesto al que renunció para asumir una diputación en el periodo 2018-2022. Uno quisiera ser optimista sobre el tema de movilidad en bicicleta en Alajuela, pero Thompson en su gestión anterior nos dejó algunas ocurrencias: unos cuantos metros de ciclovía entre una gasolinera y un supermercado, parqueos de bicicleta bonitos aunque incómodos para quien los usa, intervenciones (pintura sobre el asfalto) para conectar el centro de Alajuela con el Mall y otros proyectos que quedaron en publicaciones en Facebook. Ojalá en esta nueva gestión municipal, el alcalde se apoye en personas que se mueven en bicicleta por la ciudad y en procesos participativos para diseñar y construir la infraestructura de movilidad activa que llegue a provocar la envidia de les parisiens.

 

 

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